Un juez dice que "a las mujeres hay que protegerlas aún en contra de su voluntad"
Ordena prisión para un vecino de Granada que escaló hasta el dormitorio de su expareja con un cuchillo para presuntamente violarla, pese a que la víctima no quiso denunciarle
Durante la madrugada del pasado 5 de agosto, un vecino de la capital accedió al domicilio de la madre de su expareja, donde ésta reside ahora. La vivienda se halla en el Zaidín. El individuo escaló hasta su dormitorio y mantuvo relaciones sexuales con ella supuestamente sin su consentimiento. Llevaba "un cuchillo". La mujer no quiso denunciarle, fue su madre la que lo hizo. Ese día se encontraba en funciones de guardia José Luis Ruiz Martínez, que es el titular del Juzgado de Instrucción 9 de la ciudad. Examinó el caso y, pese a no haber una denuncia de la víctima por agresión sexual, decidió derivarlo al juzgado de Violencia sobre la Mujer, al entender que aquel episodio debía enmarcarse en la execrable violencia de género. Además, para proteger su integridad física y moral mujer, ordenó el ingreso en prisión provisional del supuesto agresor.
Lo hizo a través de un auto, al que ha tenido acceso este diario. En él, sospecha que la ausencia de denuncia por los hechos más graves ocurridos -la supuesta violación- pueden responder al "temor" que la mujer siente ante el investigado, "contexto -señala- en el que este instructor considera que a las mujeres hay que protegerlas aún en contra de su voluntad", dado "el riesgo cierto" de reiteración delictiva en este tipo de episodios que ponen "en trance" la seguridad e indemnidad personal.
De hecho, según plasma la resolución, la mujer habría mantenido las relaciones sexuales "plenas" con su ex "en contra de su voluntad", a tenor de lo manifestado por ésta "espontáneamente" ante la Policía. A ellos, a los agentes, les afirmó -siempre según el auto- que tras la penetración, su ex le advirtió: "Como vaya a la cárcel te mato". Y les dijo que no quería denunciar, "ya que estaba muy asustada".
Al presunto agresor lo denunció la madre de ella, que estaba en la casa y que es la dueña del inmueble. Hay además una amiga a la que la víctima supuestamente le contó todo los sucedido. Las fuentes jurídicas consultadas indicaron que al no querer la víctima presentar denuncia por agresión sexual no se podía seguir el procedimiento por ese delito, pero sí por violencia de género y allanamiento de morada. Y es por esa vía por la que el juez decidió continuar, tomando la decisión de mandar al investigado a la cárcel, a expensas de lo que decida ahora el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de la capital, que es donde ha sido remitida la causa.
Las mismas fuentes precisaron que si el Ministerio Fiscal concluye que ella está desvalida, que es lo que el juez pensó, puede ejercer la acción contra el hombre por la supuesta violación. Cuando fue trasladado a la sede judicial, "él no quiso declarar". Ella se acogió a su derecho a no hacerlo tampoco, pero los testimonios de su madre y de la amiga están ahí.
En el auto, fechado el 6 de agosto, el magistrado acordó exactamente la prisión provisional "comunicada e incondicional" para el hombre, al apreciar los ilícitos antes indicados: violencia de género y allanamiento de morada. Sobre la presunta agresión sexual, como explica el auto, no podía imputarla en ese momento por "la ausencia del requisito de procebilidad" que establece la Ley. Ese requisito no es otro que la denuncia de la víctima. En concreto, según recoge el artículo 191 del Código Penal, "para proceder por los delitos de agresiones, acoso o abusos sexuales, será precisa denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del Ministerio Fiscal, que actuará ponderando los legítimos intereses en presencia".
Sobre el presunto allanamiento de morada, el auto detalla que de lo investigado hasta ahora, "indiciariamente" se desprende que el hombre permaneció 45 minutos dentro de la habitación de su ex, con la que tiene un hijo de 5 años, "en contra de la voluntad exhibida por la titular del inmueble de que lo abandonase". De hecho, según refleja, él accedió mediante escalo al cuarto y la madre de la víctima "en ningún momento consintió el acceso del investigado a su domicilio o toleró su permanencia en el mismo". El teléfono contra el maltrato es el 016.
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