Los leones de Granada

Desde el Patio de los Leones a los buzones de Correos; del bar León a Musical Leonés. Granada está llena de alusiones a estos animales guardianes de sepulcros, puertas y fuentes.

Las figuras de los leones del Patio de la Alhambra, la estampa más característica de Granada, son retirados para su rehabilitación. Leones que eran también característicos de los buzones del antiguo edificio de Correos. En las fotos de abajo, León (derecha) y Leonés (izquierda), populares de Granada.
Las figuras de los leones del Patio de la Alhambra, la estampa más característica de Granada, son retirados para su rehabilitación. Leones que eran también característicos de los buzones del antiguo edificio de Correos. En las fotos de abajo, León (derecha) y Leonés (izquierda), populares de Granada.

LOS leones, como los perros y algunos animales fantásticos como los grifos, dragones y quimeras, han sido considerados típicos animales guardianes, empleados en puertas, fuentes y sepulcros; lugares que se quieren preservar para evitar ser violados. Un perro era el portero del infierno, el can 'Cerberos'; los grifos con cabeza de león, garras de águila y pico en forma de grifo, guardaban el oro, según Herodoto; también para entrar en Micenas había que pasar por la Puerta de los Leones; el sepulcro de los Reyes Católicos en nuestra Capilla Real está vigilado por leones, y la entrada al simbólico edificio de las Cortes tiene sus dos leones de 'seguridad'.

Siendo de Granada y recordando estos guardianes es inevitable llevar la mirada a nuestra vieja pareja de leones del antiguo Maristán u Hospital de locos musulmán, luego en el Partal y después en el Museo. Pero son más famosos los del Patio de la Alhambra, tal vez por lo raro que es ver animales en un monumento islámico o por lo enigmático que resulta que la fuente y sus leones sean de origen judío y del siglo XI, aunque aparezcan luego en el palacio de Mohamed V, que es del siglo XIV. O tal vez por su actualidad, tras el periodo de vacaciones que les ha dado la directora María del Mar mientras son restaurados. Como acumulen sus vacaciones a razón de un mes por año que llevan 'trabajando' me muero sin verlos puestos.

Tenemos otra Fuente de los Leones a la que le hacemos menos caso; se adorna con cuatro leones sedentes, fue traída del antiguo convento de Santa Cruz la Real y enclavada hoy frente al quiosco de la Titas. Seguro que habrá gente a la que le resulte sin embargo más familiar el león de la 'Metro' o el leoncillo logotipo de la marca Peugeot.

los buzones de correos

Pero, para mí, los más entrañables eran los que hacían de buzón en el antiguo edificio de Correos de la calle Reyes. Tiraron la casa y se los llevaron a la estafeta de la Alhambra ¡Cuántas cartas se tragaron! ¡Cuántas buenas nuevas! ¡Cuántas desilusiones! Sobre todo porque era allí donde dejaba yo mi carta a los Reyes Magos y nunca me trajeron el tren eléctrico. El nuevo edificio de Correos quiso recordarlos y mantiene hoy cabezas de leones en los buzones de 'urgente' y 'extranjero'. Muy cerca está el melenudo cabezón del león que hace de bebedero junto a la Fuente de las Batallas. Aunque con esa pelambrera más parece una leona.

Menos visible por su altura es el que labró Alonso Cano en la fachada de la Catedral, encerrado en el medallón del evangelista Marcos del cual es símbolo; por eso abundan en la Plaza de San Marcos de Venecia. Muy bonita la cabeza del que sostiene la cartela en la puerta de la Chancillería en Plaza Nueva.

Pero los más simpáticos son los leones que, dos de ayer y dos de hoy, adornan las cuatro esquinas del puente de los Escolapios; sentados sobre un pedestal y sosteniendo escudos y cartelas, se mueren de risa al vernos pasar enseñando sus inofensivas dentaduras.

Claro que no todos nuestros leones son de piedra; los tenemos lúdicos y muy presentes en nuestros recuerdos: algunos nos acordamos de las buenas comidas del restaurante Los Leones, en Puerta Real. Y no podemos olvidar las excelentes tapas cantadas de aquel jaenero de Andújar, cuyos hijos regentan todavía el bar León, en la calle del Pan, junto a Plaza Nueva. Íbamos los domingos y días de fiesta, muy bien vestidos con los trajes de los almacenes El León, de la calle Mesones.

Sé que muchas de estas crónicas de la Granada de ayer sonarán a los nuevos a música celestial; pero para mejor música también los granadinos de hoy tenemos ocasión de acudir a Musical Leonés, de la calle San Jerónimo, que lleva junto al Conservatorio hace más de 50 años; no podía estar en otra calle siendo que fue un león el que acompañó a San Jerónimo penitente en el desierto. El propio fundador de la empresa, Pedro Leonés recibió el Premio Master en 1988 y hoy su hijo José María sigue bien 'afinado'.

Que conste que el bar León y Musical Leonés, aunque 'suenan' mucho en Granada, a mí no me 'tocan' nada.

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