La Madraza, la escuela islámica a la que le quemaron los libros

Fue construida por Yusuf I y fue la primera universidad pública de Al Andalus

Han sido tantas sus reconstrucciones que queda muy poco de su estado original

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Dos turistas ante el Oratorio de La Madraza.
Dos turistas ante el Oratorio de La Madraza. / A. C.

Granada/A ver. Los estudiosos de los siglos XV y XVI de Granada coinciden en señalar que Hernando de Talavera fue un buen arzobispo, pues tenía buen corazón y trató de que la convivencia entre los musulmanes y los cristianos no fuera tan traumática después de que los Reyes Católicos conquistaran Granada. Además, estaba convencido de que para convertir a los infieles mejor era con caridad y buen trato que a palos y con represión. Este hombre tenía en cuenta que había unas Capitulaciones firmadas por los propios Reyes Católicos que permitía a los musulmanes que siguieran practicando su religión. Hernando de Talavera, a pesar de que quería convertir a los moros, sí cumplió con lo firmado. Pero luego llegó el tío Paco con las rebajas y se jodió el invento. El tío Paco era en este caso el cardenal Cisneros que llega en 1499 y pone a Granada patas arriba, religiosa y culturalmente hablando. El cardenal Cisneros creyó necesaria la utilización de la fuerza, la represión y la violencia para acabar con el islamismo en Granada. Y una de sus acciones fue la de mandar quemar los libros que había en la Madraza, que había sido fundada por Yusuf I y que era la primera escuela del Corán de Al Andalus. También la primera de estas características que existía en todo el mundo. Yusuf I hizo que se construyera al lado de la mezquita mayor, para imprimirle la importancia que quería darle. Fue el 23 de febrero (¿les suena este día?) de 1502 cuando el susodicho cardenal mandó que se hiciera una hoguera en Bib Rambla con todos los libros que había en La Madraza. Ni se sabe cuántos se quemaron, pero sí que fueron miles entre coranes y tratados de Filosofía, de Historia y de Ciencia. Las cifras que se han barajado están entre los 100.00 y 200.000 volúmenes. En todo caso, un auténtico desastre. Jamás se habían quemado tantos libros y se había perdido tanta sabiduría impresa.

La Madraza fue la primera universidad pública de Al Andalus y está en el ADN de Granada por traspasar el tiempo y llegar al mismo corazón de los granadinos, que siente respeto y consideración siempre que cruzan sus puertas. Hoy pertenece a la Universidad de Granada y sirve de sede de la Real Academia de Bellas Artes de Nuestra Señora de las Angustias. Por supuesto el edificio que hay en la calle Oficios no responde al que creara Yusuf I, ya que a lo largo del tiempo ha tenido muchas reformas e intervenciones arquitectónicas. Seguramente es el edificio granadino que más intervenciones ha tenido y lo que es hoy no tiene que ver casi nada con lo que fue. Pero, como digo, si se entra en él se llega a percibir el halo de lo que un día fue: una escuela en la que se impartían enseñanzas de Derecho, Medicina y Matemáticas, uno de los templos del saber de nuestro pasado nazarí. Los poetas Ibn al-Jatib y Ibn Zamrak, cuyos poemas decoran las paredes y fuentes de la Alhambra, estudiaron allí. Eso sí, a las mujeres no se les permitía estudiar en la madraza. Nueve años duró su construcción, desde 1340 a 1349. Funcionó como escuela hasta 1500, que es cuando Cisneros dice hasta aquí hemos llegado y la clausura definitivamente.

Han escrito los expertos que su arquitectura era esplendorosa, como todas las construcciones que hacía Yusuf I (recordemos que durante su reinado se construyó el Palacio de Comares, la Puerta de la Justicia y la torre de la Cautiva). Tenía una portada de mármol blanco cuyos restos (encontrados después de unas excavaciones) se encuentran en el Museo Arqueológico de Granada. Tenía también una alberca central y entre los lemas que la decoraban había uno en el que podía leerse: “Si en tu espíritu hace asiento el deseo del estudio y de huir de las sombras de la ignorancia, hallarás en ella el hermoso árbol del honor. Hace el estudio brillar como estrellas a los grandes, y a los que no lo son los eleva a igual lucimiento”. ¡Que lo supere la Inteligencia artificial!

Estado actual de la fachada de la Madraza.
Estado actual de la fachada de la Madraza. / A. C.

Fue sede del Ayuntamiento

En fin. Que después de madraza sirvió de Cabildo o Ayuntamiento. Parece ser que en aquella época el edificio no sufre mucho, aunque se emprenden algunas obras menores, para adaptarlo a las nuevas funciones. En la planta superior se construye el famoso salón de Caballeros XXIV, que conserva una armadura mudéjar impresionante y que fue lugar de reuniones de los que regían la ciudad. Uno de sus atractivos es su oratorio, una sala nazarí que, al menos mantiene sus arcos de herradura, los colores originales, las celosías y las yeserías del techo. Esta conservación ha sido posible gracias a la iniciativa (bendita iniciativa) de tapiar esta sala nazarí durante la etapa cristiana para ocultar su decoración árabe.

El edificio sufrió una gran transformación a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII. Fue cuando perdió definitivamente casi todos los detalles primigenios del arte nazarí. Se quitó la alberca central y el patrio se cubrió con un enlosado de la época. En 1722 se le encargan nuevas obras de reconstrucción a José de Bada, que introduce en el edificio los elementos barrocos clásicos de la época. La fachada y la decoración ya no tienen que ver con su aspecto original, pero se conservan algunos detalles (cada vez menos) que la trasportan a su pasado ilustre.

En 1858 el Ayuntamiento se traslada a su emplazamiento actual de la Plaza del Carmen y durante muchos años el edificio permanece cerrado. Hasta que es vendido a un particular que lo transforma en un almacén de telas. En esta época se produce un incendio que destruye por completo la techumbre de madera del oratorio. En 1942 pasa a ser propiedad del Estado, que lo adquiere con la intención de crear allí el Instituto de los Reyes Católicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, proyecto que, según el investigador Víctor López, nunca llegó a materializarse. Poco después es cedido a la Universidad de Granada. En 1976 se acometen unas nuevas obras que devuelven al antiguo oratorio parte de su esencia original.

En los años 2006 y 2007 el edificio de la antigua madraza fue restaurado de nuevo y se llevaron a cabo unas excavaciones arqueológicas que sacaron a la luz gran parte de su pasado. Gracias a estos trabajos se ha podido conocer la estructura original de la escuela islámica. En 2011 se abrió al público. En sus instalaciones se celebran conferencias y se inauguran exposiciones vinculadas a la Universidad. Desde noviembre del pasado año se puede acceder gratuitamente y ver el oratorio, aunque sea a distancia. Para entrar en él se puede, pero en grupos restringidos y con cita previa. Lo único que hay que evitar es a las gitanas que pululan por allí ofreciéndote una ramita de romero. Si coges la ramita estás perdido.

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