El maestro Linares Espigares

Homenaje a la memoria del ilustre organista de Jun Antonio Linares, director del Coro de San Pius de Colonia, Organista Honorífico y Maestro de Coro de la Catedral de GranadaEran Bach y Beethoven sus compositores preferidos, pero no tenía inconveniente en arrancarse con cualquier pasodoble torero en la intimidad familiar de su bonita casa de Jun

1. Toma de posesión en la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias del maestro Linares Espigares. 2. Contraportada de uno de los discos del maestro. 3. Antonio Linares Espigares, tras ser nombrado académico de Bellas Artes. /Fotos: J. L. Delgado
1. Toma de posesión en la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias del maestro Linares Espigares. 2. Contraportada de uno de los discos del maestro. 3. Antonio Linares Espigares, tras ser nombrado académico de Bellas Artes. /Fotos: J. L. Delgado

AÑO funesto el 2009 para la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora de las Angustias de Granada; murieron tres ilustres académicos: Gallego Morell, Linares Espigares y Pita Andrade. Dos granadinos de pura cepa y un gallego de La Coruña que deja en Granada más huella que el Hospital Real que él mismo recuperó.

En este caso el protocolo de la ilustre Academia granadina establece rendir homenaje en Sesión Necrológica al desaparecido Maestro Linares, Medalla número 29, ingresado el 16 de marzo de 2003; fue entonces presentado por tres ilustrísimos profesores y músicos consagrados, nada menos que García Román, Juan Alfonso García y José Palomares.

Antonio Linares falleció el 24 de junio de 2009; unos meses antes, en febrero, murió Gallego Morell, Medalla número 11, y unos meses después, en septiembre, se nos fue otro de mis más queridos profesores, Pita Andrade, Académico Honorario que ocupaba la letra C.

Mañana 11 de mayo, en el Paraninfo de la Facultad de Derecho, a las 7,30 de la tarde, será recordado el maestro Linares, Profesor Superior de Órgano, Hijo Predilecto del bonito pueblo granadino de Jun que le vio nacer en 1935. Una calle frente a la Plaza de la Iglesia lleva su nombre.

Ocho discos, mil conciertos

Desde el año 1963 que dio su primer concierto, cuando todavía era un modesto estudiante de órgano de la Escuela Superior de Música de Colonia, hasta el mismo año 2009 en que falleció, que tocó en la misa e inauguración del órgano de Santa María de la Alhambra, sus actuaciones se cuentan por centenares en toda España, Sudamérica y en media Europa. Una extensa parte de su seleccionado repertorio nos queda en esos ocho discos de larga duración que tuvo oportunidad de grabar. Eran Bach y Beethoven sus preferidos, pero no tenía inconveniente en arrancarse con cualquier pasodoble torero en la intimidad familiar de su bonita casa de Jun.

Buena parte de su vida la pasó en Alemania; desde 1967 era organista titular y director del Coro de la Iglesia de San Pius en Colonia. En su retiro granadino se dedicó casi por entero al Coro de la Catedral y a sus inolvidables conciertos de órgano. No es cosa de relatar aquí su extenso currículum. Ya lo hará mañana el académico González Pastor, antes de la ofrenda musical a cargo del joven organista zamorano Juan María Pedrero.

Sí es bueno resaltar algunas de sus cualidades humanas. Los que tuvimos oportunidad de conocerle y tratarle descubrimos en él a un modesto personaje, hombre sencillo, hijo predilecto, pregonero de lujo y amigo de su pueblo de Jun que siempre llevó en el alma. Reunía las tres características del sabio: humildad ante el soberbio, templanza frente al inquieto y paciencia ante la ignorancia. Virtudes que bien entendidas debieran de ser respetadas y admiradas por resultar cada día más escasas. Por eso la Real Academia granadina de Bellas Artes así lo ha entendido y homenajea con buen criterio a uno de sus miembros más ilustres.

Nos sumamos desde aquí a cualquiera de los merecidos homenajes que se tributen a la memoria de granadinos ilustres, hayan nacido entre nosotros o lo sean por adopción.

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