Un "manicomio" para Halloween: de fiesta a estigma de la salud mental

Armilla organiza una actividad que refuerza los prejuicios, según la asociación Sapame

S. V. / Granada

22 de octubre 2010 - 01:00

La Asociación de Usuarios de salud mental de Granada (Sapame), ha denunciado la organización de una fiesta de Halloween en Armilla que fomenta la estigmatización a la que tiene que hacer frente día a día el colectivo de pacientes. Además, critican que esta fiesta esté financiada con fondos públicos, lo que a su modo de ver choca con las políticas de integración y de socialización que se plantean hacia este tipo de enfermos, diagnosticados por ejemplo de trastorno bipolar, depresión o esquizofrenia.

Según Sapame, "no hay que ir muy lejos para encontrar la dolorosa estigmatización hacia nuestro colectivo. El Ayuntamiento de Armilla anuncia que la noche de Halloween la Casa de la Cultura se va a convertir en un manicomio, donde todos y cada uno de los habitantes perderá la razón". Para esta actividad, dirigida "para los más pequeños", decorará las dependencias municipales "con habitaciones siniestras en las que aparecerán seres dispuestos a provocar en los visitantes alucinaciones, pánico y terror", dice el lema de la fiesta.

Para la Asociación de Usuarios de Salud Mental de Granada, con esta campaña "está clara cuál es la imagen de los responsables municipales sobre las personas con enfermedad mental. Imagen que subvenciona el Instituto Andaluz de la Juventud y en la que también participa la asociación juvenil Bombalú", denuncia Sapame, que manifiesta "nuestro rechazo más enérgico a este tipo de iniciativas y actuaciones un tanto perversas ya que se relaciona un contexto de terror con la atención a la salud mental y a nuestro colectivo se nos asocia directamente con el pánico y el terror". "Desde este vínculo se cae una vez más en imágenes estereotipadas y erróneas de las personas que padecemos una enfermedad mental, que llevan al estigma y la discriminación ya que parece que somos personas peligrosas, de conductas imprevisibles de las que hay que huir. En definitiva, se atenta contra nuestra dignidad", destaca un comunicado del presidente de Sapame, José Manuel Arévalo.

"Pese a que los manicomios hace más de 25 años que desaparecieron, en Armilla parecen tener nostalgia, o bien chanza, sobre este tipo de instalaciones, deshumanizadoras y con una finalidad de reclusión que a nosotros no nos hacen ninguna gracia. Tampoco acabamos de entender el vínculo entre la asistencia a la salud mental y las celebraciones a los muertos importadas de Estados Unidos", dicen. Además, desde Sapame se denuncia que este tipo de iniciativas estén subvencionadas por organismos públicos, como el Ayuntamiento de Armilla y el Instituto Andaluz de la Juventud, y les insta a que aboguen y financien la integración del colectivo y no su estigmatización.

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