El mayor velero del mundo, en Motril

El Muelle de Poniente de Motril fue ayer el escenario de una de las estampas más bellas para los amantes de la navegación. Alrededor de las nueve de la mañana atracó en la dársena granadina el velero Royal Clipper, de la compañía Star Clippers, con base en Mónaco. Estos veleros son rápidos como el viento y delicados como los cisnes, según los entendidos. Al ser construidos según la más pura tradición, reflejan el orgullo del legado marinero en cada centímetro cuadrado de su cobre pulido y sus molduras resplandecientes.

Embarcar en esta goletas únicas es rememorar la navegación de otros tiempos, donde el pasado combina perfectamente con las ventajas de la modernidad. Sin embargo, no son aptos para todos los públicos, sino que han sido creados pensando en quienes les gusta conjugar el confort y la comodidad con la tradición y el legendario encanto de la navegación a vela (algo 'mareante' para los no aficionados).

La vida a bordo se enmarca bajo el signo de la distensión, como si de un yate privado se tratara. Las cabinas son mucho más espaciosas que en un crucero convencional. En su diseño, priman los detalles. Los puentes están realizados en madera de teca, "donde es posible dejarse llevar por el "dolce far niente o dulce placer de no hacer nada", según los responsables de Star Clipper. Todo ello reforzado por la disponibilidad con los pasajeros de los oficiales y la tripulación.

Para el que no haya tenido oportunidad ayer de disfrutar de las líneas del Royal Clipper, hoy llega el Star Clipper, muy parecido al anterior.

Ambas embarcaciones están consideradas como dos de los veleros de lujo más majestuosos del mundo. Así, el Royal Clipper, con 134 metros de eslora, concebido a semejanza del legendario Preussen, es el velero más grande del mundo y el único con cinco mástiles. El Star Clipper, es algo más pequeño, mide 115 metros de eslora y posee cuatro mástiles. Sin embargo, los dos tienen en común la visión espectacular que ofrecen cuando muestran sus velas desplegadas.

Al ser barcos de vela, los dos mencionados y el Star Flyer (de la misma compañía), se dejan llevar por el mar y el viento y navegan sobre los elementos dejando sentir la conexión entre la embarcación y el viento, las corrientes, el oleaje ... Es una experiencia muy "marinera", pero no recomendable a aquellos pasajeros que busquen barcos estables como los grandes cruceros actuales. Sin embargo, sí es idónea para los amantes del mar y para los que quieran vivir la experiencia de la navegación clásica.

Contemplar su figura con las velas desplegadas es todo un placer para las retinas y a bordo de él se pueden vivir sensaciones únicas, como la posibilidad de navegar a vela, con un reducido número de viajeros. Estos son los únicos barcos en los que se puede acceder a proa, tumbarse en las redes de cuerdas, permanecer colgado al mar para ver cortar el agua a través del bulbo de la nave o visitar la sala de máquinas. Incluso, se puede subir a lo alto de un mástil para llegar a los nidos de observación, que están provistos de cómodos asientos, y disfrutar de una panorámica incomparable del océano, tal y como lo hacían los vigías en los barcos piratas.

La compañía Star Clipper es una de las asiduas en hacer escala en el muelle de la Costa granadina, ya que lleva varios años atracando en Motril, de hecho esta temporada la inauguró esta firma el pasado 30 de abril.

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Motril José García Fuentes, señaló que "al tratarse de un tipo de turista activo, estos pasajeros suelen bajar del barco a conocer las ciudades donde atracan. Por tanto, la visita de este crucero no sólo repercute beneficiosamente sobre nuestra ciudad en el plano económico, sino que también supondrá la oportunidad de presentar una imagen turística positiva, que redunde en la promoción y difusión que los propios cruceristas hagan de nuestro destino".