La mejor apertura de temporada del siglo en Sierra Nevada

Campaña invernal

4.200 esquiadores y cientos de visitantes hacen que sea el tercer mejor día inaugural de la historia de la Sierra

Mayor rapidez en el acceso a los remontes y al parking, novedades más palpables por los usuarios de la estación

La semana del puente de la Constitución ya hay un 80% de ocupación y la Navidad está cerca del lleno total

La mejor apertura de temporada del siglo en Sierra Nevada
La mejor apertura de temporada del siglo en Sierra Nevada / Jesús Jiménez

Granada/Antonia, Ángel, Antonella y Alba son murcianos, pero hasta que ayer no se juntaron en el mismo habitáculo del telecabina Al-Andalus, jamás se habían cruzado en su tierra. Tuvo que ser en Sierra Nevada, al calor de la nieve, cuando, sin ni siquiera saber sus nombres y como si se conocieran de toda la vida, hablaran en equipo. "Evita la sombra, que hay hielo", "la del Río por arriba está bien", "teníamos miedo porque creíamos que iba a llover". Todo eso se decían hasta que llegaron a Borreguiles, y vuelta a calzarse los esquís y para abajo como llevaban haciendo toda la mañana. El esquí (y el snow), como en el fondo todos los deportes, tiene un idioma común que une a quien no tendría nada que ver. Así que la escena del telecabina se repetirá hoy, mañana, pasado, y así hasta ojalá abril, y siempre y cuando la meteorología (y el Covid) lo permitan.

Sierra Nevada abrió ayer la temporada de forma excepcional. Y no es un decir: fue la mejor apertura de temporada del siglo, de los últimos veinte años como comentó el consejero delegado de Cetursa, Jesús Ibáñez, y por consiguiente, una de las más exitosas de toda la historia de la estación. Según los datos que maneja Sierra Nevada, la tercera mejor inauguración de temporada de todos los tiempos y la segunda mejor cuando esta ha sido en un mes de noviembre como es el caso. Todo ello gracias a 4.200 esquiadores y otros cientos de visitantes que acudieron a disfrutar de la nieve en zonas no específicas como el Mirlo Blanco. Seis remontes abiertos, once pistas para 8,5 kilómetros disponibles y 925 metros de desnivel fueron los responsables de las sonrisas entre los responsables de la estación, los trabajadores, y todos los que de una u otra forma viven de ella.

Como es el caso de Iciar, Álvaro y Johny, del Snow Bar Center, el último sitio para tomarse algo antes de remontar hacia Borreguiles. La dependienta, mientras preparaba un vino caliente, afirmó estar con "muchas ganas" esta temporada porque en las dos anteriores "hemos trabajado muy poco". De hecho, en su negocio esperan que a partir del puente de la Constitución se contrate a dos o tres personas más. El año pasado, por culpa de las restricciones severas de la pandemia, nunca fueron más de dos trabajadores. En Río Sport, tienda de compra y alquiler de equipos y ropa, y también escuela de esquí, Alejandro apunta hacia más adelante porque "las reservas de clases para Navidad van muy bien". Las perspectivas de la estación son fantásticas. La apertura ha venido con un 50% de ocupación que para el puente de la Constitución subirá al 80%, mientras que en los días navideños el lleno está garantizado a través de las reservas.

El tiempo acompañó en este día de apertura de la temporada invernal en Sierra Nevada, que recibió a los esquiadores con un festival de cañones funcionando a pleno rendimiento. A pesar de las nubes a primera hora de la mañana, el sol lució en las horas centrales, lo que permitió a algunos poder quitarse alguna capa de ropa. Pero vamos, los termómetros marcaban -4 grados centígrados en Borreguiles.

Al pie del telesilla Émile Allais, uno de los que se han renovado en los últimos tiempos, Dragos, estudiante en Granada, esperaba junto a sus amigas Ana y Daniela a montarse en la que es su "primera vez" en Sierra Nevada. Ibiza les vio nacer pero a ellos también les ‘tira’ la nieve, la comparación con Andorra en su primera experiencia Penibética no fue nada negativa: "Está muy guay, aunque falta un poco de nieve para que abran las pistas negras". Más abajo. Alberto, Marta, Sole y Paco terminaban de ajustarse los esquís. "Llevamos todo el año esperando. Lo mejor es que pillas sol siempre, porque en los Pirineos lo normal es que esté nublado o te nieve", coincidían. Se quedan todo el fin de semana y repetirán en enero. Este grupo murciano (los había por doquier) eran muchos de los acentos que se escuchaban ayer por Sierra Nevada en su día inaugural. Malagueño, sevillano y madrileño se mezclaban con el francés, el inglés y el alemán. Granadinos habría, se supone.

También en el primer día de actividad de la estación comenzaron las clases de esquí. Los grupos eran numerosos en las zonas para principiantes. Nuria, secretaria de la Escuela Española de Esquí, cuenta que ya tienen a 7 profesores contratados y que a partir del día 1 empezarán a incorporarse el resto hasta cerca de la treintena. Las reservas van viento en popa, algunas de "clientes de años anteriores", por lo que esperan que esta "no tenga nada que ver con la temporada pasada". De momento, una quincena de alumnos, más o menos mayores, amigos o familias, comenzaron la temporada de esquí aprendiendo a calzárselos.

El día se fue cerrando cerca de mediodía. La niebla subía desde la Vega y cubrió todo el macizo, lo que complicó la visibilidad. Pero el día estaba echado. En las oficinas de Cetursa había sonrisas porque lo que podía salir mal no lo hizo. Por ejemplo, la confusión que había al entrar al parking subterráneo. El nuevo sistema identifica la matrícula, abre la barrera, y no entregaba ticket. No hay problema: en los cajeros se teclea la matrícula y se paga la estancia del coche. Un sistema rápido que evita el gasto absurdo en cartulinas. O lo bien que funcionaron los tornos de acceso a los remontes, más instantáneos, y que gracias a un cambio de antenas no hace falta pararse a pasar el forfait. Tampoco reparó mucha gente en que las taquillas eran módulos prefabricados porque las de toda la vida están en obras. El futuro Centro de Atención al Usuario de Sierra Nevada espera estar acabado a mitad de temporada.

Algo que agradecen los conductores de los remontes, como Manuel Arenas, en su día presidente del histórico club de fútbol de la provincia, el Atlético Monachil. Él es uno de los que dirige el telecabina Al-Andalus desde arriba, y aunque trabaja durante todo el año, "siempre es una alegría especial que empiece la temporada y que además haya nieve. Hace dos semanas no había nada. Ya al menos podemos abrir nueve kilómetros". Lo dice mientras controla la afluencia de "un día tranquilo" donde recordó "lo mal" que lo han pasado, "como todos", con el coronavirus.

Sierra Nevada ha dado la bienvenida a la temporada de una manera que hace olvidar las tantas zozobras vividas el año pasado, cuando tuvo que esperar al fin de las limitaciones provinciales para hacerlo. Si todo va bien y Ómicron es menos mala de lo que la pintan, la estación podrá tener de nuevo un año tranquilo, y como la tónica sea como la del primer día, si no de récord, se le podrá acercar bastante. Y eso es bueno porque se trata de uno de los mayores motores económicos de la provincia. ¡Que nieve, que nieve!

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