El mercado de armas de fuego en Granada: control de cada movimiento y más de 47.000 personas con licencia

Granada/Episodios recientes en la actualidad de la provincia de Granada como el asesinato de dos menores a manos de su abuelo en Huétor Tájar, el crimen machista de Zafarraya en el que un hombre disparó contra su expareja y la madre de esta, así como el intento de asesinato fallido a Donald Trump en Estados Unidos, han vuelto a poner el foco del debate mediático el mercado de la posesión de armas de fuego, así como su regulación y su control. En España, al contrario de lo que puede ocurrir en países de Europa o en Estados Unidos, poseer un arma es legal, pero requiere de una serie de documentaciones y exámenes médicos que convierten a este mercado en uno muy controlado y localizado. Pero sin embargo, a veces, esto no quita que cada persona pueda cometer ilegalidades con su pistola, rifle o escopeta, que en algunas ocasiones acaban en tragedia.

La Comandancia de la Guardia Civil de Granada ha facilitado a Granada Hoy los datos y las informaciones más destacadas del mercado de armas de fuego en la provincia. Destaca que, en la actualidad, existen vigentes un total de 47.139 licencias de armas de diferentes tipologías que dan amparo a 84.486 armas de fuego de forma legal y controlada, con su documentación.

Aunque, claro está, que existan 47.139 licencias no significa que 47.139 personas en Granada puedan tener un arma. Una persona puede tener varios tipos de licencias en función de la actividad que realice con ellas, y varias armas a su nombre. Incluso existen las licencias para menores de edad (de 14 a 18 años) aunque estos no pueden tener a su nombre ningún tipo de arma de fuego hasta que cumplan la mayoría de edad.

Las licencias más extendidas en Granada son las de tipo D y E, las relativas a armas de caza. La primera da permiso para armas largas rayadas para caza mayor y la segunda para escopetas de caza. También existen las licencias tipo A (pistolas y revólveres, normalmente reservada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad), tipo C (armas para vigilancia, reservadas para seguridad privada), o tipo F (armas para tiro deportivo). Cada una de estas licencias determina el número máximo de armas que puede tener cada persona, y por su puesto sin una licencia en vigor no se puede comprar armas de fuego de forma legal.

Requisitos médicos, dos exámenes y declaración jurada

Para que un granadino pueda sacarse una licencia de armas, la Guardia Civil solicita una serie de requisitos que han de superarse de forma satisfactoria para comprobar que el ciudadano reúne las características necesarias y obligadas antes de poder poseer un arma.

Lo primero que hay que hacer es pagar las tasas de la solicitud del permiso, cada una con un precio concreto. Después, se debe aportar un certificado médico que confirme que la persona que opta a una licencia de armas tiene unas capacidades físicas y psicológicas acordes para su uso -similar al test psicotécnico para conducir, pero más exhaustivo-. Tras ello, en aquellos casos en los que se quiera obtener la licencia de tipo C, D o E, la persona pasar un examen que realiza la Guardia Civil y que consta de dos pruebas, una teórica y otra práctica, y se deben aprobar ambas. Por último, en el momento de solicitar la licencia por primera vez se aportará una licencia de caza, licencia federativa o, en su lugar, una declaración jurada para que el Instituto Armado sepa qué uso concreto se le va a dar a la licencia y a futuras armas.

Las licencias de armas deben ser renovadas de forma presencial cada cinco años, y para que el permiso sea prorrogado es necesario aportar toda la documentación vigente y una justificación que valide la declaración jurada. O lo que es lo mismo, si la licencia es para galerías de tiro se deberá aportar documentación federativa, si es para caza habrá de contar con licencia de caza, etcétera.

Con la licencia aprobada, los granadinos pueden acudir a la armería que deseen a comprar un arma de fuego. Pero al contrario de lo que ocurre en países como Estados Unidos, estas no son entregadas en el mismo momento. La armería tiene que tramitar con la Guardia Civil la documentación correspondiente de la persona que quiere comprar el arma, y cuando se comprueba que toda la documentación está en regla, la Intervención de Armas de la Guardia Civil expide la "guía de pertenencia". Cada arma tiene su propia documentación -como si fueran los documentos de un vehículo- y estos deben ir junto con el arma, por si son requeridos por las autoridades.

En caso de que una licencia sea revocada por alguna de las causas previstas en la legislación, se obliga a la persona a depositar las armas a su nombre en la Intervención de Armas. O se hace voluntariamente, o los agentes pueden ir al domicilio y requisarlas.

También se permite las cesiones de armas entre particulares, mediante la realización de un documento de cesión temporal entre ellos, siempre y cuando ambos posean licencia de armas en vigor. 

Revisiones y medidas de almacenamiento

Las armas de cada persona son revisadas periodicamente por la Guardia Civil. En cada renovación de la licencia, la persona que posea las armas de fuego debe acudir con ellas para que los agentes comprueben que se conservan tal y como fueron vendidas en la armería, y que no se les han realizado modificaciones. Aunque esto no es como una ITV, la Benemérita no prueba las armas para saber de su funcionamiento, solo revisan que sean de la propiedad de cada persona y que no se hayan modificado.

A la hora de almacenar las armas en casa, el Decreto Ley 137/1993 de 29 enero (el que regula toda la normativa de armas) establece que los rifles de caza mayor deben estar en una caja fuerte o armero de seguridad homologado que cumpla una normativa. Este, además, tiene también su documentación que debe ser aportada en las revisiones de licencias. Las escopetas deben guardarse bajo llave, con las medidas de seguridad suficientes para que nadie pueda acceder a ellas. Está prohibido exhibir armas en vitrinas o estanterías, a no ser que éstas hayan sido inutilizadas de forma legal.

Finalmente, para que una persona con licencia de armas y con un arma a su nombre pueda deshacerse de ella de forma legal, esta puede ser transferida a otra persona (presentando en la Intervención de Armas la documentación necesaria para hacer el cambio de titularidad), o se puede enviar para su destrucción a través de la Guardia Civil. También se puede enviar, también a través del Instituto Armado, para que se inutilicen en caso de querer conservarla.