Los 'milagros' urbanísticos del Albaicín

Hoteles o comercios donde antes había casas aparecen en el barrio mediante el trámite de innovaciones puntuales a un plan global de protección demasiado antiguo que cuesta actualizar

La fachada del edificio de San Juan de los Reyes que se convertirá en un hotel.
La fachada del edificio de San Juan de los Reyes que se convertirá en un hotel. / Carlos Gil
Lourdes Mingorance

15 de abril 2018 - 02:34

Granada/"Es virtualmente imposible eliminar un equipamiento del Albaicín. Es igual de imposible que cambiarle el uso a la Catedral para darle uso residencial". Con estas palabras la defensa de los investigados por la venta de la Casa Agreda desmiente la acusación de Vamos Granada que asegura que, una vez ejercitada la opción a compra por parte de la ONG, en el caso de producirse un cambio de planeamiento, nada obstaría al propietario a modificar un cambio de uso. Un hecho que la defensa califica de "incierto" porque el nuevo propietario no tiene posibilidad de cambiar el uso actual. Esto, que parece claro en el caso de los equipamientos municipales no lo parece tanto en otro tipo de edificaciones situadas en el Albaicín, un barrio protegido y declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.

En los últimos años se han impulsado varios intentos de innovaciones en el Plan Especial que regula el urbanismo de este barrio (Pepri) y el Plan General de Ordenación Urbanística de toda la ciudad (PGOU) con finales milagrosos que, contra todo pronóstico, han salido adelante no sin las críticas de grupos de la oposición como Vamos Granada e Izquierda Unida que temen que estas modificaciones, en medio del proceso de redacción de un nuevo plan, supongan cambios con consecuencias irreversibles.

Los posibles cambios de uso entran en el debate político tras el intento de venta de la Casa AgredaExiste cierto temor a las innovaciones que se puedan realizar y que resulten 'irreversibles'

Uno de los últimos casos que ha pasado por pleno se encuentra en estos momentos en proceso de información pública para alegaciones. Se trata de la innovación puntual del PGOU en Plaza de San Miguel Bajo número 14 y Placeta Cauchiles, cuyo expediente propone un cambio de uso de vivienda unifamiliar a terciario (comercial) en esta edificación que ya cuenta con la aprobación del proyecto de innovación del Pepri en Junta de Gobierno Local del 17 de febrero de 2017. También dispone del informe favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.

En el último pleno el expediente salió adelante, pero con las dudas de grupos municipales como IU. El portavoz, Francisco Puentedura, explica que el expediente activa el "plan" del propietario para abrir una tienda de artesanía pero, ¿qué le impide en un futuro y tras la aprobación del uso terciario convertir esta edificación por ejemplo en un restaurante o en un bar? Eso en un barrio que está perdiendo el comercio de proximidad y los servicios a los vecinos a gran velocidad mientras se multiplican los establecimientos dedicados al turista.

Ante esta situación, el portavoz de IU propone que este tipo de modificaciones se realicen atendiendo a los usos pormenorizados de las edificaciones. Es decir, que se apruebe exactamente cada uso con un matiz específico para que el cambio a terciario no implique que los propietarios puedan ejercer cualquier otra actividad que en este caso podría incluir terciario comercial, local de oficinas y despachos profesionales, espectáculos o centro de reunión o garajes.

La edificación en cuestión, además, cuenta con una parte denominada El Corralón del siglo XVI. Se trata de una casa morisca ubicada en un amplio solar de la antigua Alcazaba Qadima. Según indica la Agencia Albaicín, aunque sufrió importantes reformas en el siglo XIX, caso de la composición regular de vanos observable en su fachada, ha sido rehabilitada en los años 80 del siglo pasado.

En otra calle, en San Juan de los Reyes, hay otro caso donde se está tramitando otro de esos expedientes milagrosos. De nuevo, se propone cambiar tanto el PGOU como el Pepri para la apertura de un hotel que tendrá que abrir al público los restos de la muralla zirí que alberga en su interior.

El edificio en cuestión se encuentra catalogado con un nivel de protección 4 y en grado 1. Desde 2008 el propietario ha protagonizado distintos intentos para la ejecución de las obras de rehabilitación con un cambio importante: la pérdida de la fachada histórica de ladrillo visto que posee el edificio que da a la calle San Juan de los Reyes.

Esto supone, por tanto, la pérdida del retranqueo del edificio ampliando la estructura actual del inmueble en 308,63 metros. Además de modificar la edificabilidad, el propietario solicitó un cambio de uso para alojamiento hotelero. La capital obtendrá a cambio 29.000 euros según recoge el convenio urbanístico rubricado entre Urbanismo y los propietarios.

Aunque está claro que la ciudad no se puede paralizar mientras se redacta el nuevo plan de protección del barrio, dada su complejidad, ya hay multitud de voces críticas que alertan sobre esta forma de trabajar que podría convertir definitivamente el Albaicín en un parque temático con fines turísticos.

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