Un militante 'como dios manda'

Granada/Ginés Jesús Hernández vendría a ser el homólogo de Joseph Ratzinger después de renunciar a su papado en el Palmar de Troya. Gregorio XVIII se quitó la casulla, se puso sus calzoncillos de marca que compraba al por mayor en Sevilla y se fue a vivir a Monachil, donde contrajo matrimonio el pasado verano con una técnica del Ayuntamiento. Su integración en la sociedad tras su periplo religioso se completa con su afiliación al PP, donde se ha mostrado especialmente activo las últimas semanas en el marco de la penúltima crisis interna con el enfrentamiento entre Sebastián Pérez y Juan García Montero como telón de fondo. Ginés Jesús Hernández se posicionó en el bando oficialista del presidente del partido en el congreso local de los populares en Monachil, donde resultó elegida Cristina Marín, que a la sazón fue una las militantes más activas en la candidatura de Juan García Montero en el pasado Congreso Provincial. Sin embargo, el Comité Ejecutivo del PP no reconoce los resultados de Monachil, pese a que Cristina Marín señala que el pasado sábado se mandaron los resultados del congreso a la dirección sin recibir respuesta alguna hasta la fecha.

Así que la última de Filipinas de la candidatura de Juan García Montero está a la espera de la resolución de los comités competentes a nivel autonómico y nacional. Y entre bambalinas, con Gregorio XVIII como firme opositor. "Nosotros hubiéramos hecho un informe negativo sobre su afiliación porque creemos que no es lo que más le conviene a la imagen del PP", puntualiza Cristina Marín desde el último reducto de la candidatura del exconcejal de Cultura.

En este contexto la 'refriega' llega el martes al juzgado después de que García Montero impugnara el Congreso Provincial en el que salió reelegido Sebastián Pérez, tras "graves irregularidades". Fue una campaña tensa, con cruces dialécticos por ambas partes en una campaña que subió el termómetro de la crispación. Y meses después de la foto de Sebastián Pérez en la sede del PP celebrando la victoria, será ahora la justicia la que determine si las elecciones se desarrollaron conforme a los estatutos del partido.

Una de las irregularidades que denunció en su momento el actual concejal Juan García Montero es que sólo podían participar en las votaciones los afiliados que estuvieran al día en el pago de las cuotas. Finalmente participaron cerca de 5.500 militantes, de los que según la denuncia de Juan García Montero la gran mayoría no estaba al corriente de las cuotas.

Son las heridas que quedan por cicatrizar en el seno del partido que no se curan con agua bendita. Tras la 'guerra civil' que supuso el XIV Congreso Provincial la última batalla se libra en los juzgados y en Monachil, donde el sector oficialista cuenta entre sus filas con el que fuera sucesor del papa al que retrató Carlos Cano en El milagro del Palmar: "Clemente, no te quedes con la gente...".