Más de la mitad de pueblos de Granada registraron menos de 10 nacimientos en 2023

Una decena de municipios cerraron el pasado año sin alumbramientos, según los datos del IECA

El Área Metropolitana ya suma más población que Granada capital

Imagen de archivo de una tienda en Bubión. / Miguel Rodríguez / Archivo

Los llantos de bebé no se oyen en Granada. Un total de 91 municipios de la provincia, el 52,2% del total, despidieron el pasado año con menos de diez nacimientos y hasta una decena de ellos dejaron el casillero en blanco, según los datos recogidos en la actualización del Movimiento Natural de la Población ofrecido por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), que vuelven a poner sobre la mesa el problema de la despoblación que afronta gran parte de la provincia.

A la luz de estos datos, la caída de nacimientos que atraviesa la capital (que en un año ha visto descender este índice un 5,6%) parece ser solo la punta del iceberg que vertebra a toda la provincia y que se ejemplifica a la perfección con otra cifra: todos los nacimientos del pasado año en ese casi centenar de municipios suman 344 alumbramientos en todo un año, a unos tres nacimientos por cada localidad.

Esta situación se nota especialmente en municipios como Lugros, en la comarca de Guadix, que desde 2018 tan solo ha visto nacer a un bebé, concretamente un niño, y en 2020, en plena época Covid. Ese mismo año, en Cástaras nacieron dos bebés, y desde entonces no se han registrado más nacimientos en un pueblo, situado en la Alpujarra, que según el último censo, con datos también de 2023, sumaba poco más de 220 habitantes, de los cuales tan solo nueve tenían menos de diez años. En el caso de Lugros, la situación el pasado año era algo mejor, pero no mucho, con 308 vecinos, de los cuales 14 estaban por debajo de los diez años.

De hecho, la última actualización del censo mostraba cómo nueve localidades de la provincia tenían menos de cinco vecinos en edad escolar, destacando Lobres, de nuevo en la Alpujarra, con solo un vecino por debajo de los cuatro años, a los que habría que sumar ahora los dos nuevos lobreños nacidos en la localidad según la información del IECA.

Aunque las cifras absolutas son algo más favorables, pasando esa barrera de los diez habitantes, llama la atención la situación de municipios como Valderrubio, en la Vega, y Vélez de Benaudalla, en la Costa, que en un año han visto caer el número de nacimientos a la mitad. Misma situación en la que se encuentran, por ejemplo Huélago, Salar o Montillana, que en muchos casos han llegado a romper incluso la tendencia al alza registrada en años anteriores.

Sin pasar esa barrera también destacan los casos de municipios como Jete, Zagra o Torre Cardela, que pese a contabilizarse menos diez nacimientos, la visión interanual muestra precisamente una tendencia al alza, llegando a triplicarse en muchos casos respecto a 2022.

Ya en los grandes núcleos urbanos, apenas hay sorpresas. La capital y Motril son las dos zonas que concentran mayor número de nacimientos en 2023, con una clara superioridad por parte de la ciudad de la Alhambra (1.610 frente a 428), aunque ambas presentan una caida respecto al año anterior. Por su parte, Las Gabias ha experimentado una subida del número de nacimientos frente a una Armilla a la baja, una situación análoga a la que, en la Costa, experimenta la ya mencionada Motril con Almuñécar.

También esos grandes núcleos son los que acumulan un mayor número de defunciones en el último año, aunque en comparación al ejercicio anterior parece estar a la baja de acuerdo a los datos del Instituto de Estadística andaluz. Así, en la capital, este indicador presenta una tendencia, que se cifra en un descenso de la mortalidad del 3,2%, mientras que en Motril es del 5,4% para el mismo periodo, una consecuencia clara del aumento de la esperanza de vida.

En este caso, municipios como Lobras o Cástaras no tuvieron que lamentar la pérdida de ningún vecino, lo que resulta en un crecimiento natural (la diferencia entre el número de nacimientos y el de defunciones) positivo, frente al saldo negativo que ofrecen la capital o Motril, donde tradicionalmente el número de muertes supera al de nacimientos.

Aumentan las madres extranjeras

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística (INE) aporta otra información interesante para conocer la población granadina. Así, aunque los nacimientos caigan a nivel provincial, no lo hacen igual según la nacionalidad de la madre, pues las cifras de las mamás extranjeras crecen en términos interanuales, mientras que las mujeres de nacionalidad española cada vez cada vez deciden menos dar el paso de tener un hijo.

El pasado año, en Granada hubo 1.016 nacimientos de madre extranjera, una cifra menor en comparación a las españolas (5.738), pero que sube respecto a los datos de 2022, cuando fueron 933 (+8,9%) frente a 6.124 (-6,3%). En la actualidad, las madres nacidas fuera de España suponen el 15% de los partos en la provincia, cuando hace solo doce meses eran el 13,2%

Dentro de ese grupo, las madres de nacionalidad marroquí fueron las mayoritarias el pasado año (378), seguidas de las rumanas (88) y colombianas (85), algo entendible teniendo en cuenta que los últimos datos de población, también bajo el sello del INE, apuntaban a un crecimiento de la provincia apuntalado sobre la inmigración procedente, entre otros países de Marruecos y Colombia, mientras que el país del norte de África, esta vez junto a Venezuela, ocupa el primer puesto en cuanto a solicitudes de nacionalización en la provincia.

Esta situación no es exclusiva de la provincia, sino que se produce a nivel nacional, pues  los nacimientos de madre española bajaron un 4,36% (242.326), los de madre extranjera suben el 3,24% (78.330) y representan el 24,4% del total.

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