Una moción legal, necesaria y legítima
Este viernes ha sido un gran día para nuestra democracia. Por primera vez, desde 1978, una moción de censura ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados. Hay quienes ponen en duda su legitimidad y, lo primero que deberían preguntarse, es cuáles han sido los hechos que la han motivado, y las razones que han permitido que fuerzas tan dispares, otorguen su voto favorable, para que por primera vez en nuestra democracia, prospere.
Antes de que el Grupo Socialista en el Congreso, ejerciera su responsabilidad de registrar la moción de censura, ante la gravedad de sentencia de la Gürtel, el presidente del Gobierno tenía entre sus competencias y prerrogativas otras opciones, que hubieran cambiado el resultado y sus efectos hasta momentos antes de su votación. Tenía la posibilidad de haberle dado la palabra al pueblo español convocando elecciones, o presentar su dimisión -como tantas veces se le pidió desde el estrado-y entonces se hubiera ido a un nuevo proceso de investidura. Ninguna de estas dos opciones Rajoy las ha ejercido.
Quiero recordar una cuestión, que aunque sea conocida, creo que es bueno recordarla: la moción de censura esta prevista en el art 113 de nuestra Constitución, como un mecanismo para exigir responsabilidad al Gobierno. Nunca ha sido más necesaria, y por eso ha sido aprobada por la mayoría de la cámara. Una cámara en la que reside la soberanía popular, compuesta por 350 diputados y diputadas que representan a sus votates, todos ellos con la misma legitimidad, la que les otorga el haber sido elegidos y elegidas por los votos libres e iguales de los españoles y de las españolas.
El PSOE, mi partido, tiene una larga historia de asumir compromisos y del ejercicio de responsabilidades al servicio de España. Es esa tradición responsable, la que nos ha llevado a impulsar constitucional y democráticamente, el mecanismo para poner fin al Gobierno de Rajoy. Un Gobierno que tanto daño ha causado a la calidad democrática, que no ha sabido crear un proyecto de país, que con muchas de sus actuaciones como partido ha ayudado a romper la convivencia de nuestro país y, lo que es peor, ha creado un clima de desconfianza en las instituciones. No hay nada más nocivo para la democracia, para la estabilidad de un país que la desconfianza de la ciudadanía en sus instituciones.
España necesita recuperar la dignidad y la decencia de sus gobernantes. El PSOE con su secretario general, hoy Presidente de España, Pedro Sánchez, ha dado el paso al frente. Un paso valiente y cargado de responsabilidad, sabiendo que no va a ser una tarea nada fácil, pero España necesita tranquilidad, regeneración democrática y esto no puede venir de la mano de unos gobernantes que un día sí y otro también, nos daban algún sobresalto relacionado con asuntos de corrupción.
No podíamos permitirlo, estábamos obligados por el bien de este país a asumir esa responsabilidad, y lo hemos hecho en unos momentos complicados, de mucha fragmentación política y en los que se requiere de mucho diálogo y consenso para dar respuesta a las demandas de la ciudadanía.
Tenemos las ganas, tenemos la ilusión para hacerlo, y con el apoyo y el compromiso de otras fuerzas políticas y el aliento mayoritario de la ciudadanía, seguro que lo vamos a conseguir. Ahora, al PP sólo le pedimos una cosa, lealtad, la misma que nosotros hemos tenido con el Gobierno de España en los asuntos de estado.
No es un buen camino el que han iniciado con la intervención de su portavoz en el pleno de la moción, no quiero pensar que la lealtad solo se exija y se dé cuando el PP está en el Gobierno, y espero que no recuperen la estrategia recogida en la ya famosa frase ¨que caiga España que ya la levantaremos nosotros¨. De todas formas, los españoles y españolas pueden estar tranquilos y tranquilas, porque España no va a caer.
A este país, al igual que a Andalucía y a Granada, siempre les ha ido mejor con un Gobierno socialista.
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