Muere Ramón García, el último miembro de la Peña de Malafollás en Nueva York

Fue médico en la Central de Inteligencia Americana (CIA) y fue uno de las decenas de granadinos que emigraron a Estados Unidos a mediados del siglo pasado

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Ramón García, en las I Jornadas de la Malafollá Granaína en Nueva York celebradas en 2012
Ramón García, en las I Jornadas de la Malafollá Granaína en Nueva York celebradas en 2012 / G. H.

Granada/La pasada semana murió Ramón García López, considerado el último miembro de la Peña Granadina de Malafollás en Nueva York. Ramón García tenía 93 años. Fue uno de las decenas de granadinos que emigraron a Estados Unidos a mediados del siglo pasado y que fundaron en la ciudad de los rascacielos la citada peña. Ramón García había sido médico en la Central de Inteligencia Americana (CIA) y la nostalgia por su tierra le hacía venir dos veces al año a Granada. Cuando era niño Ramón pasó los tres años que duró la Guerra Civil en la casa que sus abuelos tenían en Purullena. “Por eso cada año, cuando venía a Granada lo primero que hacía es ir a la casa de Purullena. Le encantaba ir de tapas”, nos dice su hermano Manuel García.

Ramón estudió Medicina en la Universidad de Granada y estando ejerciendo en Gibraltar conoció a la americana que luego sería su esposa. Se fue a vivir a Washington, pero tenía mucho contacto con varios granadinos que vivían en Nueva York. En una de esas reuniones decidieron fundar una peña para hablar de Granada y de todo lo que ocurría en la provincia en la que habían nacido.

Nombraron presidente a Antonio Moreno Venegas, fallecido hace un par años. Antonio Moreno, que había sido vicepresidente del Manhattan Bank, fue uno de los organizadores de las Primeras Jornadas de la Malafollá Granaína a Nueva York que se celebró en mayo del 2012. En esas jornadas participaron unos cincuenta granadinos que se desplazaron a Nueva York y varios de los emigrantes que llevaban residiendo allí más de medio siglo. Además de Antonio Moreno y Ramón García, intervino Álvaro Torres, un atarfeño que emigró a Estados Unidos en los años sesenta y llegó a ser el gerente de un importante club gastronómico neoyorquino del que era cliente habitual, por ejemplo, Henry Kissinger,

A aquellas jornadas asistieron prácticamente todos los peñistas malafollás neoyorquinos, unos diez. Todos han muerto ya. El último ha sido Ramón García López. Su fallecimiento ha coincido precisamente con la celebración en la ciudad neoyorkina de las XII Jornadas de la Malafollá Granaína en Nueva York. 

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