"Nada como una hija muerta para entrar por la puerta grande en el PP"

Antonio García Leiva, concejal y vicesecretario local del PSOE de Maracena, usa el humor negro y cruel para criticar el nombramiento de Juan José Cortés como asesor

G. Ortega / GRANADA

No sólo por la boca muere el pez. Las nuevas tecnologías, y más en concreto las redes sociales a las que ya casi todos están apuntados, también son un canal por el que la gente puede decir barbaridades, confiada quizás en que se dirige a un círculo íntimo.

Pero eso de que los amigos de mis amigos son mis amigos es imposible en una red tan extendida como Facebook, que es donde un político llamado Antonio Gacía Leiva, concejal socialista en Maracena, ha dicho (o escrito) lo que no debía.

José Torrente, diputado provincial del PP, asegura que no tiene catalogado a García Leiva como amigo pero que alguien que sí lo es le hizo llegar el sábado dos comentarios escritos por el concejal de Economía, Hacienda y Recursos Humanos del Ayuntamiento de Maracena. Son cortos, pero no tienen desperdicio.

"No hay nada como una hija asesinada para entrar por la puerta grande en el PP", dice en el primero, como valoración a un texto aparecido en el periódico digital andalucianoticias.es en el que se menciona que Juan José Cortés, el padre de la menor onubense Mari Luz, presuntamente asesinada en 2008, estuvo en Granada el pasado jueves en calidad de asesor del PP para reunirse con algunos dirigentes, como el alcalde de Granada, José Torres Hurtado.

El segundo comentario tiene forma de anuncio y reza así: "Se busca asesor para el PP. Imprescindible inglés y tragedia personal mediática. Razón: cualquier sede pepera. Contamos contigo". Obviamente, se vuelve a referir al nombramiento de Cortés como asesor de los populares.

Huelga decir que algunas de las respuestas que recibió el concejal son tremendas. L.G.F. se pregunta "cómo puede haber personas que por su boca salgan semejantes sandeces" y añade que quien haya dicho tal cosa "no tiene corazón o está pero muy amargado". P.V. incide en que "cuando los socialistas se sienten perdedores sólo saben sacar a sus radicales más extremos".

J.A.R. es conciso: "Se piensa el ladrón que todos son de su condición". Y una mujer de iniciales Y.P.S. responde con insultos, reales e inventados: "Gilipuertas, demenciados, basurillas, imbéciles, asquerosos, putrefactos".

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