Una multa de aparcamiento termina en un cruce de denuncias

Juan Carlos Aybar Pulido se indigna cuando recuerda la actitud "déspota y prepotente" con la que dos agentes de la Policía Local se dirigieron a él el viernes pasado. Cuenta que no hacía ni dos minutos que había aparcado su coche en una calle cercana a la plaza de toros cuando dos policías se detuvieron para ponerle una multa por estar en zona de carga y descarga.

El joven se acercó a ellos para explicarles que se había parado un momento para dejar a unos amigos y unas cajas en un bar.

Sin embargo, los agentes no atendieron a sus réplicas, "hablaban con despotismo y chulería", comenta. "Me dijeron que le daba igual lo que estuviésemos haciendo y que la multa ya estaba puesta". Los agentes alegaron que era necesaria tener una tarjeta para poder estar en esa zona, "cosa que no es cierta", dice Juan Carlos, quien se identificó ante las autoridades como abogado y criminólogo. "Se pensarían que les estaba amenazando, porque en ese momento se empezaron a reír de mí". Comenzó entonces una discusión a la que se fueron sumando la gente que pasaba por allí. "Uno de los agentes me empujó y me dijo que me alejara, que le estaba escupiendo y daba asco", asegura. "Eso es una agresión".

Sin embargo, el portavoz del Policía Local, José Manuel Fernández, sostiene que el joven empezó a dar voces y a montar un escándalo en la calle, por lo que al final los agentes no sólo le pusieron una multa de aparcamiento de 200 euros, sino también una denuncia por alterar el orden público.

El joven asegura que hubo abuso por parte de la autoridad y ha presentado una denuncia para que esta situación no se repita.