Un neurólogo consigue tratar el párkinson con acupuntura permanente

El doctor alemán Ulrich Werth explica en Granada su método, que consigue reducir síntomas y controlar efectos

El neurólogo alemán Ulrich Werth explicó ayer en Granada por primera vez en España su descubrimiento: el tratamiento de la enfermedad del párkinson con acupuntura permanente, una terapia novedosa que, según el doctor, tiene el 95 por ciento de éxito.

La Asociación de Párkinson de Granada trajo ayer a este neurólogo para que explicase a sus socios las ventajas del tratamiento, que en la actualidad se aplica en su clínica de Valencia.

La terapia de la aguja permanente se basa en la implantación de pequeñas agujas de titanio en el cartílago de la oreja. Estas agujas producen un estímulo continuo en los principales flujos de energía corporales, que tienen un impacto importante en la lucha contra las enfermedades. Así, según el doctor, sabiendo que en un enfermo con párkinson se paralizan los mecanismos que regulan la producción de dopamina, se podrían reactivar a través del estímulo neuronal permanente proveniente del oído.

"Con el descubrimiento de este tratamiento ha cambiado toda la historia de la acupuntura ya que ahora tiene un efecto permanente", explicó Werth. Así, las minúsculas agujas se llevan siempre en el cartílago de la oreja.

Según el neurólogo, "se consigue un efecto directo después del tratamiento aunque el efecto permanente tarda un poco para que el cerebro acepte los cambios".

Werth ha tratado ya a más de 3.000 pacientes con párkinson y, según sus estadísticas, el 95 por ciento de los casos ha sido todo un éxito. "El cinco por ciento restantes no es que no haya funcionado sino que el paciente ha enfermado de otras patologías". Del 95 por ciento de éxito, el 10 por ciento ya no presenta síntomas ni necesita medicación, el 75 por ciento ha reducido la medicación y los síntomas y el 10 por ciento ha parado el desarrollo de la enfermedad.

Para optar a este tratamiento no hay límite de edad del paciente ni tampoco influye la evolución de la enfermedad. "En fases agudas se ha conseguido espaciar la toma de medicación", dijo el neurólogo, que matizó, no obstante, que no es una cura.

En el apartado económico, lo caro del tratamiento es la producción de las agujas de titanio, que alcanzan los 80 euros cada una. Contando con que un paciente puede necesitar unas 100, número que varía según la fase de la enfermedad y la necesidad del paciente, el tratamiento podría rondar los 8.000 euros. "Para un paciente que ha comenzado una nueva vida esto está regalado", dijo.

Según Werth, el único en el mundo en realizar la técnica, la terapia está indicada para otras enfermedades.

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