Los nombres de las calles de la Granada Norte

Es bueno conocer a los ilustres personajes que rotulan las calles; aunque después no vendría mal un buen empleo que mandara el paro a la cuneta y la pobreza a hacer puñetas

La limpieza de los barrios empieza en las escuelas, porque la buena educación limpia, fija y da esplendor. Es hermoso ver a los escolares hacer colas en sus visitas al Parque de las Ciencias; muy bien. Interesante el Museo de Ciencias Naturales que con celo engrandeció el compañero Luis Castellón en el Instituto Padre Suárez; ennoblece a los docentes verlos con sus alumnos en los palacios de la Alhambra o comentando el trazado morisco del Albaicín o visitando la Granada barroca o de paseo por la Huerta de San Vicente recordando a Lorca. Granada ofrece múltiples oportunidades de realizar actividades extraescolares al aire libre. Y así lo hacen, y muy bien, nuestros profesores. Y encima están los educadores sociales con su admirable y abnegada labor.

Pero si a alguien se le ocurre comentar algo de la vida y milagros de los numerosos personajes con cuyos nombres se rotulan las calles de los barrios en la zona norte de Granada, esos niños se asombrarían y probablemente se acercarían mucho más al conocimiento de las letras y las artes, porque se ama lo que se conoce. Ni siquiera hace falta recorrer físicamente el barrio; solo coger un plano o proyectar sus calles en el aula.

Será interesante comentarles quién fue Antón Calabrés, aquel marinero de La Pinta que viajó con Colón. Y muy cerca se les puede hablar del cartógrafo cántabro Juan de la Cosa, el que hacia 1500 dibujara el mapa más antiguo de América; o de Rodrigo de Triana el que dicen avistó América desde las naves de Colón; o del navegante Martín Alonso Pinzón o del humanista negro Juan Latino. Hay materia para un trimestre. Los alumnos se acercarán mucho mejor a nuestro pasado si en un paseo, aunque sea virtual, se les dice algo de los personajes que aparecen en los rótulos callejeros y encima giran luego visita al Museo de Bellas Artes… Será bonito saber quién es Pedro Machuca el escultor y arquitecto del Palacio de Carlos V y la Puerta de las Granadas. Ocasión para hablar del brillante Renacimiento español.

Barrios de La Paz y Almanjayar con nombres interesantes en sus calles: pintores y escultores de los siglos XVI al XVIII, Pedro de Raxis, José Risueño, Sánchez Cotán, buena ocasión para visitar La Cartuja y hablar del barroco granadino; Juan de Sevilla, Pedro y Alonso de Mena, Pedro y Pablo de Rojas, Ruiz del Peral; el pintor apodado Chavarito, natural de Huescar, metido ya en el siglo XVIII. Todos estos nombres tienen sus calles.

Hay tantos hermosos motivos para sensibilizar a nuestros escolares que se parte el alma de ver el tiempo que pierden entre móviles, consolas, telecircos y botellones. No se nos mete en la cabeza que es en la educación, en la cultura, en el respeto, en donde se cimentan los pilares de la sociedad culta, sensible, solidaria y pacífica. Si ya nos coge mayores, pensemos al menos en nuestros hijos y nietos. Para eso están las escuelas y los centros cívicos. Debe ser angustioso vivir, por ejemplo, en las calles Profesor Francisco Dalmau, Fernán Caballero o Emilia Pardo Bazán sin saber algo de tan ilustres personajes, sin que nadie nunca nos diga algo de ellos, sin que la más mínima curiosidad nos lleve a preguntar. Y muy cerca las plazas dedicadas nada menos que a Boscán y Garcilaso. Los barrios de Almanjayar y de La Paz son amplios y aquí no caben todas las referencias, pero estamos convencidos de que a lo mejor estarían las calles más limpias (de todo) si sus moradores fueran conocedores de los ilustres nombres con los que se rotulan tan dignísimos barrios; aunque a esos jóvenes, tras admirar a los pintores y extasiarse con los poetas, no les vendría mal un buen empleo que mandara el paro a la cuneta y la pobreza a hacer puñetas.

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