La nueva vida de la Estación: del vapor a la Alta Velocidad

AVE a Granada

La estación se adapta a la llegada del AVE con una remodelación de sus instalaciones, aunque provisional a la espera de que se haga el soterramiento

Vista nocturna del andén 3 con la cabina de control iluminada / Adif

Granada/Durante años fue motivo de refriega política. Que si en La Chana, que si en el Cerrillo de Maracena atravesando la Circunvalación de la Encina, que si en Camino de Ronda debajo del puente, e incluso en Neptuno. Todo para dejar la estación del AVE donde ha estado toda la vida, al final de la Avenida de los Andaluces, la calificada como “calle más fea del mundo” por Andrés Neuman, y no sin acierto para aquellos años en los que lo escribió.

Ahora el vial de acceso a la terminal ferroviaria de la ciudad ha cambiado mucho. Recuperó el paso del tranvía con un manto verde de césped sintético y dejó atrás los adoquines y el olor a gasoil de los autobuses metropolitanos.

Detalle de la nueva entrada a la Estación desde la Avenida de Andaluces / Carlos Gil

Por la Avenida de Andaluces llegará a una Granada más abierta el AVE. Y con él, una esperada oleada de progreso y dinero a través de empresarios y turistas, que desde hace años reclaman unas conexiones ferroviarias modernas y rápidas con el resto del país.

Para ello ha habido que adaptar la vieja estación del año 1874, que completará su viaje a la modernidad desde el vapor a la Alta Velocidad pasando por las pesadas locomotoras diesel. Se ha necesitado una inversión de 12,6 millones, lejos de los 753 que iba a costar el megalomaníaco pero a la vez atractivo proyecto de estación del arquitecto Rafael Moneo, con vías soterradas y vistas a la Alhambra.

Así queda la Estación de los Andaluces (pulse para ampliar) / Dpto. Infografía

Las obras de adecuación de la vieja estación han sido diseñadas para soportar el incremento de viajeros que se va a producir, con trenes de más de 300 plazas y que en una hora pueden descargar y recoger a cerca de mil personas entre AVE y convencional. Se espera una media de 2,5 movimientos de trenes a la hora, llegándose a picos de hasta cinco llegadas y salidas dentro de la misma franja horaria.

Por ello, la Estación de Granada recuperará la vida perdida en los últimos prácticamente veinte años. Y por eso también ha sido vital mantenerla en su actual ubicación, cerca del centro, y adaptada tanto para facilitar la accesibilidad como la intermodalidad con otros medios de transporte como el Metro, que adelantará una hora su puesta en servicio para poder satisfacer la demanda de viajeros de la estación.

La adaptación del actual edificio de viajeros para la llegada de la Alta Velocidad incluye la reforma del edificio existente y su ampliación. El resultado es un edificio con planta en forma de U que abraza el haz de vías y los andenes, que quedan unidos por la cabecera situada entre Andaluces y el Campus de Fuentenueva.

Toda la actividad de la estación de Granada.

Además, los andenes y el resto de las áreas de viajeros están al nivel del viario urbano de la ciudad, lo que permite la accesibilidad total desde el exterior, además de las mejoras para las personas de movilidad reducida.

El primer gran cambio está en la entrada, que ahora se producirá por la esquina y no por el edificio lateral antiguo. Desde él se accede al centro de viajes y al área de embarque delimitada por un volumen que contiene locales disponibles, los aseos y la fachada transparente que conecta con los andenes y que permite tener la visión continua de llegadas y salidas.

Parte de la fachada este del área de embarque se planteó transparente, con las vistas a la Alhambra y a Sierra Nevada. Desde este punto se ubica un acceso que permite el tránsito desde la estación hacia la parada de Metro y viceversa, así como la ampliación de la cafetería al exterior. El final del área de embarque queda delimitado por otro volumen donde se ubica un local para cafetería y los cuartos técnicos.

Cabecera de los andenes con las vías 2, 4, 5, 6 y 7 / Adif

La reforma del antiguo edificio de viajeros transformará el vestíbulo de acceso y de la cafetería, y quedará una superficie disponible en la zona central del edificio destinado a uso comercial, seguramente de un supermercado. El resto de los usos existentes se reubican quedando en el extremo oeste el almacén y el local de la Policía Nacional, y en el extremo este el centro de viajes con todas sus dependencias.

El embarque a la Alta Velocidad y al resto de los trenes de ancho convencional está separado para evitar la mezcla del flujo de viajeros, siendo únicamente necesario pasar por el escáner y realizar el check-in para embarcar al AVE.

Una estación funcional, poco efectista y lejos de lo que en su día se pretendía realizar en Granada. De una terminal futurista un complejo con aspecto provisional, y que será así hasta que de una vez se aborde el soterramiento. Será entonces cuando de verdad se plantee una nueva estación. El AVE llegará de aquí poco más de 24 horas, pero todavía queda mucho por hacer.

Accesos, movilidad y el nuevo parking

La plaza de la estación se ha configurado en tres bandas paralelas al viejo edificio. En la primera banda habrá dos carriles para los taxis y un tercero para la circulación de vehículos para dejar viajeros. La tercera será para autobuses urbanos y de Adif. Entre la estación ferroviaria y la estación de Metro se ha generado un nuevo espacio público que permite la intermodalidad. Además, otra actuación destinada a facilitar el acceso a la estación peatonal con la pasarela al final de la calle Halcón. Mientras, en la zona oeste se sitúa un acceso al nuevo parking de la estación, cuya obra aún no ha comenzado, y que será construido por Metro de Granada.

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