"Es un error de libro": La opinión de Felipe González sobre la decisión de la Universidad de Granada de romper con Israel
El que fuera presidente del Gobierno durante catorce años valora la decisión tomada por el consejo de gobierno de la institución universitaria hace unos meses y que ha sido llevada a los tribunales
"La socialdemocracia ha dejado a la justicia social en un segundo término"
El pasado 17 mayo de este convulso 2024 el consejo de gobierno de la Universidad de Granada daba luz verde a un acuerdo en el que se expresaba el "firme compromiso con la paz, la justicia social, la salvaguarda de los derechos humanos y la cooperación entre los pueblos".
Esa apuesta por la paz venía acompañada de un compromiso, "suspender la movilidad" tanto de quienes salían como de quienes venían con universidades israelíes, suspender convenios de lectorado, no firmar nuevos acuerdos con instituciones universitarias de Israel, no participar en nuevos vínculos de investigación con organismos de aquel país o suspender la cooperación científico técnica con instituciones israelíes. Aquel acuerdo del consejo de gobierno de la UGR llegaba en el marco de movimientos similares en otras universidades españolas, pronunciamientos de la Conferencia de Rectores (CRUE) y una acampada en los paseíllos de Fuentenueva.
El acuerdo fue llevado a los tribunales. En julio un autor mantuvo la decisión cautelar de paralizar el punto en el que expresamente se impedía la explotación de infraestructuras de la UGR por parte de personal investigador israelí y todavía se espera pronunciamiento firme en forma de sentencia.
Sobre la suspensión de relaciones con Israel por parte de la Universidad de Granada se ha pronunciado el que fuera presidente del Gobierno durante catorce años. Felipe González expone su visión sobre esta ruptura de forma clara: "Me parece un error de libro".
Tras reconocer que la región "está pasando por un momento dramático", González reflexiona sobre lo que supone la suspensión temporal de las relaciones entre la Universidad e Israel. "Si alguien se quisiera formar en alguna especialidad importante, ¿por qué iba a renunciar a relacionarme con ese mundo universitario? Más bien al contrario. He coincidido mucho con José Borrell, sin embargo, ahora que ha propuesto cortar el diálogo de la Unión Europea con Israel, es la primera vez que no coincido, eso no quiere decir que coincida con la política que hace Netanyahu, no coincido en absoluto", asegura González.
No sólo la Universidad de Granada suspendió de forma temporal sus relaciones y acuerdos con Israel. El movimiento fue similar en otras instituciones de educación superior, como Sevilla. La CRUE se pronunció en esa línea, una cuestión que en el caso de Granada afecta a varios proyectos de investigación.
Hasta el momento de la suspensión la UGR participaba en los consorcios promovidos por la Unión Europea con presencia de al menos un socio israelí PARC, Nabiheal, IRISCC, NanoPaInt e Intense. Estos consorcios están formados respectivamente por 200, 14, 53, 12 y 16 entidades.
Precisamente el punto del acuerdo del consejo de gobierno en el que se avalaba la suspensión de los acuerdos de participación en estos proyectos es el que recoge la medida paralizada cautelarmente por vía judicial, la que establece que se evitará la explotación de infraestructuras científicas de la UGR por personal investigador israelí y se suspenden las estancias de investigación tanto entrantes como salientes.
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