La traición del que fue "uno de los nuestros"
El origen del caso Líbero - Quique Pina
Un patrocinador, detenido por sus vínculos con redes internacionales de estafa y blanqueo, desveló en 2016 los negocios con Pina y Pozzo y sus relaciones especiales
Granada/Después de transferir por orden de Enrique Pina 300.000 euros a Australia para la compra de un yate con fondos desviados del Granada CF, Omar Z. C. asegura que una persona muy cercana al entonces presidente del club le dijo: "Ya eres uno de los nuestros, has hecho como cuando se manda a matar a otro; te lo han pedido, has ido y lo has matado". A partir de ahí, este hombre de negocios tan bienmandado dice que se ganó la confianza de un grupo cerrado de empresarios del fútbol que exigían la firma de acuerdos de confidencialidad antes de cada reunión.
Y este hombre que llegó a ser de los de confianza de Pina (según asegura él y a tenor de los datos y la documentación de la que dispone) es el que ha provocado su caída. Por dos veces declaró contra él, ante la Policía Nacional en marzo de 2016 y de forma voluntaria, y al verano siguiente ante la Guardia Civil, esta vez debido a su detención por su supuesta participación en una red de fraude y blanqueo de capitales que operaba a nivel internacional. También hallaron los investigadores vínculos y rastros de movimientos económicos que tenían relación con otro asunto de supuesto blanqueo de dinero procedente de negocios turbios (drogas, estafas, corrupción...) a través de la banca privada Bandemia.
Omar Z. C., responsable de firma británica Solver (patrocinadora del Granada CF durante dos temporadas), tenía seis cuentas en esa entidad, desde las que se detectaron ingresos de las sociedades investigadas por las actividades de delincuencia internacional. Se sospechaba de operaciones de blanqueo de esos capitales. Y entre esos movimientos de dinero también había algunos millonarios con las empresas de Quique Pina. La Guardia Civil remitió el informe de esta declaración al juez De la Mata y apuntó que "el Granada CF podría considerarse como parte beneficiaria del dinero objeto del delito de blanqueo de capitales proveniente de la estafa" y que a través de esas sociedades y banca privada investigada habría llegado al club.
El detenido fue requerido por la Guardia Civil para que explicara esos movimientos económicos y su declaración fue prolija. Explicó a los agentes y aportó después documentos sobre el entramado empresarial y los supuestos negocios encubiertos en el mundo del fútbol que llevarían a cabo Quique Pina, Gino Pozzo y sus máximos colaboradores. Él mismo aseguró que había sido uno de ellos y que habría actuado como testaferro del presidente rojiblanco. Aseguró que llegó a guardarle un millón de euros durante un año. El testigo dio detalles también sobre posibles amaños de partidos a través de la recaudación de la taquilla que Pina no habría ingresado en ocasiones para disponer de ese dinero en efectivo.
Este testimonio, que tanto la Fiscalía como el juez calificaron de "verosímil", provocó que el Juzgado central número 5 de la Audiencia Nacional optara por abrir una investigación independiente de la anterior (la del blanqueo de dinero de la delincuencia a través de la banca Bandemia).
El 28 de diciembre de 2016 el magistrado José de la Mata dictó el auto de apertura de estas nuevas diligencias de investigación que en las anotaciones iniciales del sumario aparece como "Blanqueo fútbol". En la misma resolución se declaran secretas las actuaciones, de modo que desde ese momento hasta pocos días después de la detención de Pina, el Juzgado ha actuado en coordinación con la Fiscalía, las fuerzas de seguridad y la Agencia Tributaria. En todo este tiempo se han hecho informes, pinchazos telefónicos y hasta comisiones rogatorias a Italia, donde también se estaban investigando los movimientos del Granada CF. A los Juzgados de Granada también se ha reclamado documentación relativa a una investigación anterior contra Pina.
La mayoría de las diligencias han constatado muchos de los datos que ya aportó el detenido a la Guardia Civil y meses antes a la Policía. Aquella primera declaración había conllevado la apertura de un procedimiento específico en la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que estaba investigando en paralelo junto a la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía. Al conocer la apertura de la causa por parte del juez De la Mata (por el testimonio extraído del otro caso de fraude y blanqueo), el Ministerio Público remitió su ya avanzada investigación para unirla a esta causa.
Aquella declaración de Omar Z. C. reveló muchas supuestas actividades ilegales del entorno de Pina y Pozzo. Además de explicar ese entramado societario vinculado a los tres clubes de fútbol (Granada, Udinese y Watford) y con el epicentro económico en un holding de Luxemburgo, el "confidente" destacó detalles que relacionados con el trato entre Pina y Pozzo, sus negocios juntos y sus conflictos, lo que explicaría muchas de las cosas que pasaron en 2016, durante los meses en que se fraguó la venta del club a los nuevos accionistas procedentes de China.
El testigo explicó a la Guardia Civil cómo conoció a Pina, que habría sido la persona que le introdujo en el mundo del fútbol y con el que llegó a tener una "relación gitana", por aquello de las pruebas de confianza a las que era sometido, según sus propia explicación. Reconoció que el origen de su relación sería el interés en comprar varios equipos de fútbol, entre ellos el Udinese, a través de Solver y el dinero obtenido a través de préstamos de esa banca privada investigada por el supuesto blanqueo de los fondos ilegales. Pero explicó que esta operación se frustró al final por falta de financiación.
Mencionó supuestos negocios conjuntos de Pina con Manuel Vizcaíno (Cádiz CF) y José María del Nido (Sevilla). Omar Z.C. detalló que el presidente rojiblanco, en conexión con el dirigente sevillista y las empresas de éste, habrían detraído más de un millón de euros del club mediante el inflado de las facturas de construcción de la nueva Ciudad Deportiva del Granada CF. De los 3 millones reales, los costes que aparecían eran de 4,5 millones.
Este asunto, tal y como lo relató el testigo, pudo originar un conflicto de desconfianza entre Pina y el verdadero propietario del club, Gino Pozzo, que se habría enterado de la operación a través de un abogado del club, quien después de este episodio fue despedido, según lo declarado. Tras la venta del Granada CF por parte del empresario italiana, es conocido que el presidente se resistió a abandonar el cargo. Omar Z. C. aseguró que Pina le estaría exigiendo a Pozzo 20 millones de euros como finiquito y como "deuda por su silencio". Al final habrían sido 5 millones los que pusieron precio y final a esa relación entre los dos hombres del fútbol.
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