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En octubre de 2012 el hospital de San Rafael puso en marcha una Unidad de Accidentes de Tráfico, un servicio que quería aprovechar las potencialidades del centro en el área de rehabilitación -su servicio más reconocido en el exterior- dando un trato integral al accidentado agrupando tanto la asistencia sanitaria como la puramente administrativa. En este tiempo, el hospital ha atendido ya a 485 pacientes, unos 30 o 40 mensuales.
Esta unidad se posiciona como básica para los pacientes que sufren un accidente de tráfico ya que la rehabilitación es fundamental para minimizar las secuelas. No en vano, el 95% de los pacientes que sufren un accidente requiere rehabilitación.
El hospital ofrece atención al paciente en distintos niveles: por un lado los actos médicos y por otro los administrativos. Todo sin coste alguno ya que el paciente tiene derecho a la asistencia sanitaria por el hecho de pagar el seguro del vehículo. En el caso de los pacientes que han sufrido un accidente que ocasiona una patología leve o moderada, pueden hacer el tratamiento integral desde la valoración del médico hasta el tratamiento, rehabilitación y alta. Si necesita el traslado a un hospital de referencia también se gestiona.
En cuanto a la parte administrativa, la unidad se encarga de tramitar todo el "papeleo", algo que suele irritar al accidentado que además de sufrir la lesión tiene que gestionar con el seguro y las compañías los papeles para no perder el derecho a la asistencia.
"Quien se accidenta y tiene un traumatismo grave acude a un hospital general grande. Pero la mayoría tienen una patología leve o moderada, que es la que se beneficia más de la rehabilitación. Lo que más vemos es la patología de raquis y cervical", explica la médico especialista en Rehabilitación, Sofía Ceres.
Según las estadísticas, el 95% de los heridos en un accidente sufren patología leve o moderada; un 4% sufre patología grave y un 1% fallece. "En ese 95% es donde actuamos nosotros. De ellos, el 79% entran en módulo raquis, es decir, afección de la columna que puede tener también asociadas contusiones, esguinces u otras patologías", matizó la doctora.
Uno de los supuestos que más se trata es el de las colisiones a nivel urbano de impacto por alcance posterior, "que son muy frecuentes y limitan mucho la vida de los pacientes porque un esguince cervical es muy molesto". A estos pacientes, "cuanto antes se les atienda, mejor". "Estas personas se encuentran en situación de mucho estrés postraumático y les genera ansiedad real", matizó Ceres.
La principal dolencia que atienden son las lesiones en la espalda, cervicales, dorsales y después ya en rodillas o codos. "Se tratan por asistencia prioritaria ya que no podemos perder tiempo", matizan desde la unidad. Así, se suele dar cita en la consulta lo antes posible (en esa misma semana) y después se programan revisiones. En cuanto a las sesiones, la media suele ser de 15 o 25 sesiones que se prolongan durante 5 semanas seguidas.
"En el momento del alta definitiva no se deja tampoco al paciente y se le siguen dando consejos para continuar la rehabilitación en casa". Y el éxito parece que es elevado ya que, según explican, la reincidencia de pacientes que necesiten rehabilitación después de haber sido dados de alta es "mínima". Tampoco hay abandonos, por lo que el seguimiento de las terapias es alto.
En la Unidad de Accidentes de Tráfico hay dos rehabilitadores, un traumatólogo, siete fisioterapeutas y cuatro auxiliares de gimnasio.
Desde el área administrativa se encargan de solucionar todos los trámites, algo novedoso que quita muchas preocupaciones y ansiedades a los accidentados. Así, se encargan de tramitar la documentación "y negociar con la compañía si autoriza o rechaza la intervención", explica la responsable del área administrativa de la Unidad, Verónica Martín. Una de las informaciones que se encargan de dar y que poca gente sabe es que desde que se tiene el siniestro hasta que se va a Urgencias no pueden pasar más de 72 horas para que cubra el seguro.
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