Granada pierde 6.000 habitantes en lo que va de década

El descenso demográfico continúa en la capital mientras que se mantiene el crecimiento de población en algunos municipios del Área Metropolitana

Centro de Granada. / Álex Cámara

Viviendas más caras. Menos metros. Más inconvenientes. Menos oportunidades laborales. Envejecimiento de la población. Menos nacimientos. La sangría de población en la capital granadina continúa y así lo atestiguan los datos del padrón municipal, dados a conocer ayer a través del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La tendencia no es nueva de este ejercicio, se mantiene de forma sostenida en los últimos años y se configura de forma independiente al comportamiento de la provincia. El dato a 1 de enero de 2018 muestra de nuevo la regresión en cuanto a la población de la primera ciudad de la provincia. Granada perdió el pasado ejercicio 562 habitantes, según los datos del INE dados a conocer ayer. Las cifras oficiales de población resultantes de la revisión del padrón municipal indican que en la ciudad de Granada hay 232.208 almas, un 0,3% menos que doce meses antes. Nunca antes, desde que existe la serie histórica (y hay que remontarse a 1996) el número de vecinos de la capital había sido tan bajo. En el primer año de la serie, hace ya 23 años, en el padrón de la capital se contabilizaron 245.640 habitantes. En esas dos décadas y pico, la regresión se habitantes se materializa en un dato: hay 13.432 vecinos menos (-5,4%).

En la capital hay 13.432 habitantes menos que en el inicio de la serie, en 1996

El dato global de la provincia también indica una regresión en cuanto a la población empadronada a 1 de enero de 2018, aunque la serie histórica permite ver el crecimiento. Si en 2017 el dato oficial era de 912.938 granadinos, el último balance señala que hay 912.075 almas en la provincia; o lo que es lo mismo, 863 habitantes menos (-0,1%). Esto supone encadenar cuatro años de bajada en la población. El dato tocó techo en 2011, cuando la estadística del INE indicó que había 924.550 granadinos. La tendencia general, si se remonta al inicio de la serie, permite afirmar, sin embargo, que Granada ha crecido.

En 1996 el dato era de 808.053 habitantes en una provincia que, desde ese año, ha visto aumentar su población en un 11,4%.

Otros datos estadísticos dados a conocer el pasado 2018 permitían adelantar esta nueva pérdida poblacional. El pasado verano el INE publicó el dato de nacimientos de 2017. Por primera vez en la provincia de Granada este indicador bajó por debajo de los 8.000 nacidos. En concreto, se registraron 7.954 nacimientos.

La estadística permite comparar datos de los años de la burbuja inmobiliaria y también registros de los ejercicios en los que Granada se sumió en la crisis. En lo que va de década la provincia ha perdido 5.997 habitantes. En 2010 se contabilizaron 918.072 granadinos empadronados. Un año después se alcanzó el tope estadístico de los últimos años, con una población que alcanzó la cifra de 924.550 habitantes. Desde entonces la curva ha trazado una línea descendente, una tendencia de la que no ha escapado el último ejercicio.

En 2017 se dio un hecho inédito, por primera vez se bajó de los 8.000 nacimientos

Sin embargo, no todos los municipios tienen el mismo comportamiento demográfico. Tras años de expansión a golpe de ladrillo y adosado, los municipios del Área Metropolitana mantienen el tipo, poblacionalmente hablando. No crecen en la misma medida que en los años anteriores de la crisis, pero no pierden población y algunos incluso crecen, caso de Albolote (0,4%), Cenes de la Vega (0,4%), Churriana de la Vega (2%). Las Gabias (1,8%), Ogíjares (1,2%), Santa Fe (0,1%) o Vegas del Genil (1,5%).

No son datos espectaculares, pero evidencian la capacidad de crecimiento de unos municipios que en pocos años tuvieron que absorber una gran masa de población –a cuenta de la dificultad de encontrar vivienda en la capital y el crecimiento de la población por la inmigración durante los primeros años de la primera década del siglo– y apenas contaban con infraestructuras para ello. Como muestra un ejemplo. En el pasado ejercicio se ha dado por fin luz verde al nuevo instituto de Maracena, que vendrá a paliar las necesidades educativas del municipio –que estrenó colegio hace apenas cuatro años– o El Chaparral, que por fin verá ampliado su CEIP San Isidro Labrador tras años de aulas prefabricadas y retrasos en la planificación de esta estructura educativa. Las tendencias demográficas también son clave para planificar redes de comunicaciones, centros sanitarios, dotaciones deportivas o recursos tan necesarios como trabajadores de las distintas administraciones.

En el caso de Albolote, se ha pasado en 23 años de unos 12.500 habitantes a casi 19.000. En Churriana se ha pasado de 6.500 vecinos en 1996 a los más de 14.800 del último dato ofrecido por el INE.

El caso de estos municipios, –que mantienen el crecimiento en el último padrón– no se puede extender a todas las localidades del Área Metropolitana. Hay núcleos de población que pierden masa, aunque lo hacen de forma moderada. Es el caso de Armilla, donde la población cayó en el último padrón un 0,2%: misma tendencia en Atarfe (-0,8%) o La Zubia (-0,05%), Santa Fe (-0,1%) o Pinos Puente, donde el descenso sí ha sido más acusado (-1,6%).

En la Costa, Almuñécar pierde población (-2,8%) al igual que Salobreña (-0,04%) mientras que Motril crece (0,2%). En la Alpujarra, la población también tiene comportamiento desigual en función del municipio. En el caso de Órgiva hay un repunte (1,4%) y consuma su cuarto ejercicio al alza, mientras que en Lanjarón desciende ligeramente (-0,5%).

Un total de 26 provincias españolas han perdido población en 2017

Es en los pequeños municipios donde más singulares resultan estos datos. En Agrón han perdido dos vecinos (se quedan en 288), mientras que en Busquístar hay un empadronado más (279 almas). Juviles se mantiene como el municipio más pequeño, con 142 habitantes, dos menos que en la estadística anterior y cada vez más lejos de los datos del inicio de la serie, cuando se contabilizaban más de 170 habitantes; muy cerca, Lobras, con 148 empadronados y que repite el número registrado a 1 de enero de 2017. Este municipio tocó fondo, en lo que se refiere a la población, en 2006. Aquel año apenas hubo 121 vecinos.

El caso de Granada y su tendencia a perder habitantes no es una excepción en el panorama nacional. Según el dato recogido por Europa Press, un total de 26 provincias españolas, más de la mitad del total, perdieron población en 2017. Por el contrario, Madrid fue la provincia donde más creció la población, con un aumento de 70.895 habitantes.

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