Pelea en un partido de juveniles en Granada: "batalla campal, puñetazos y patadas en la cabeza"
La expulsión de un jugador del Vandalia de Peligros desata una trifulca en la grada con familiares y aficionados del equipo local y del Motril
Una pelea concluye con un herido por arma blanca tras una pelea en Granada
Granada/"Hace años que en el fútbol provincial no hay una pelea tan grande como esta". Una fuente próxima a la delegación en Granada de la Real Federación Andaluza de Fútbol describía así la situación vivida este sábado durante la disputa de un partido de fútbol de categoría juvenil en el estadio Antonio Bailón, de Peligros, entre el Vandalia y el Motril. En los vídeos facilitados a los medios de comunicación las escenas son dantescas, una auténtica batalla campal, con puñetazos, patadas y agresiones, y que acabó, según ha podido saber este periódico, con una persona agredida gravemente. El detonante fue la tarjeta roja que el colegiado mostró a un jugador local, el cual ha sido expulsado del club peligreño por su comportamiento, por supuestamente agredir a un compañero del equipo motrileño, y que originó la posterior pelea entre aficionados y familares de ambos conjuntos en la grada. Los hechos están denunciados ante la Guardia Civil y el Vandalia ha expulsado al futbolista que se vio envuelto en la situación.
Los incidentes se desataron en la recta final del encuentro, a falta de seis minutos para el final del tiempo reglamentario, según el testimonio de testigos presenciales que estaban en el campo. El encuentro, correspondiente a la cuarta jornada de la Segunda División Andaluza, marchaba con el resultado de empate a uno en el momento en el que, al parecer en una acción del juego, un jugador del Vandalia que portaba el número 7 (aunque en el acta aparece con el número 18) a la espalda fue expulsado por "golpear a un contrario con la mano en la cara estando el balón en juego", tal y como indica el acta arbitral a la que ha tenido acceso esta redacción. En la misma se indica que el partido quedó suspendido en el minuto 84 después de que "varias personas de ambas aficiones iniciaran un cruce de golpes y patadas".
En el mismo documento, el colegiado, Vera García, el cual lleva ejerciendo el arbitraje desde 1994, observa que a raíz de la expulsión del jugador peligreño "una persona acompañada por otras tres o cuatro comienzan a gritarle al jugador número 23 del Motril", el cual se encontraba en ese momento en el terreno de juego. Testigos presenciales señalan que el objeto de las iras de estos aficionados era el árbitro asistente, que al parecer fue quien indicó al juez principal que debía expulsar al futbolista local. De hecho, es el CF Motril a través de un comunicado, quien apunta a esta versión: "Tras esta expulsión, un grupo de aficionados del Vandalia se dirigen de manera airada y violenta al juez de línea más cercano a la grada, protestando dicha decisión arbitral".
"No consigo comprender lo que dicen", matiza el árbitro, que añade que esas personas "luego se dirigen a mí diciéndome "si has expulsado a uno, tienes que expulsar al otro"". Tras esto, añade el árbitro, comunicó a los delegados de ambos equipos que se activaba el "Protocolo contra la violencia verbal". "Acto seguido y sin poder definir el motivo, la persona que gritaba que nos fue identificada por el delegado del Vandalia como padre del jugador expulsado, sube a lo alto de la grada y en ese momento comienzan a golpearse varias personas de ambas aficiones", continúa el relato del acta arbitral, la cual, además, tiene presunción de veracidad.
En este punto, el CF Motril, en su comunicado, apunta a que "miembros" de su afición desplazada a Peligros y "situada en la grada, piden a la afición local que detengan sus protestas contra el árbitro y el linier, menor de edad". La respuesta de ese grupo de seguidores del Vandalia hizo caso omiso y "responde abalanzándose contra uno de los familiares de la afición motrileña, golpeándole entre varias personas", explican desde el club motrileño a partir de testigos presenciales.
El acta arbitral recoge asimismo que "los jugadores número 18 del Vandalia (...) y número 23 del Motril CF (...), suben a las gradas y comienzan a golpearse con varias personas de las aficiones contrarias". Estas son las agresiones que se observan en las grabaciones realizadas por otros asistentes al partido en la grada, donde incluso se ve que una persona es golpeada a patadas en el suelo y otra cae por una escalera.
El Motril añade que "ante esta agresión en la grada, un jugador de nuestro equipo, acude en auxilio al ver que es su padre el agredido, pero antes de llegar al lugar de la agresión, él también es golpeado fuertemente, tirándolo al suelo y recibiendo puñetazos y patadas en la cabeza". También dicen desde el club costero que los supuestos agresores "se marchan del estadio sin poder ser identificados". Posteriormente llegan al estadio efectivos de la Guardia Civil y emergencias sanitarias. El Motril, además, ha remitido a la RFAF los "documentos audiovisuales de lo ocurrido y partes de lesiones de las personas agredidas".
"Después de los hechos acaecidos, comunicamos ambos delegados la decisión de retirarnos a vestuarios y les pedimos que sus jugadores hagan lo mismo", relata el árbitro Vera García en el acta. "Una vez en vestuarios, se persona la Policía Local de Peligros, los cuales no pueden garantizar la seguridad de ambos equipos y del equipo arbitral". En ese momento, el juez del partido decide su suspensión. Según ha podido confirmar este periódico de fuentes federativas, los dos árbitros asistentes del partido eran hermanos, un chico y una chica, siendo el varón menor de edad.
"Tras la suspensión del encuentro y debido a la inmediatez en arbitrar otro partido, decido no finalizar el acta en las instalaciones deportivas, previa comunicación a ambos delegados", añade Vera García, quien además destacó "la colaboración de ambos delegados", Juan Antonio Cantón por parte del Vandalia y Antonio Izquierdo por parte del Motril, "que estuvieron disponibles y colaboradores en todo momento con el equipo arbitral".
Fuera del club
El Vandalia CF emitió un comunicado el mismo día del partido en el cual, la junta directiva "por unanimidad" decidió la expulsión y baja del jugador implicado en la agresión de forma "definitiva y fulminante". La misma se toma tras una "investigación exhaustiva" y acorde a los reglamentos de la RFAF, a quien comunicó la decisión tomada con el jugador, además de a las "autoridades competentes", a quienes el club muestra su "colaboración" para "acciones adicionales" que se puedan tomar.
El club presidido por Toni Moreno expone que los "hechos sucedidos constituyen una grave violación de los principios fundamentales de respeto, deportividad y convivencia que rigen nuestra institución", y que son "totalmente inaceptables y contrarios a los valores que promovemos". "No toleramos bajo ningún concepto actos de violencia, agresión o comportamientos antideportivos", añade el comunicado del Vandalia, que avisa de que actuará con "severidad" para que estos hechos "no vuelvan a repetirse.
El Motril
El conjunto motrileño, víctima de esta situación, muestra su "condena enérgica y absoluta ante cualquier signo de violencia, verbal o física, en un terreno de juego o recinto deportivo", y señala que "el respeto a los rivales, a los compañeros, a la afición y al colectivo arbitral, debe ser una máxima siempre, sin excepción". Además de desear una "pronta recuperación a las personas agredidas", se ha puesto a disposición tanto de Vandalia como de la RFAF "para poder esclarecer de manera transparente lo ocurrido".
Además, desde el club costero esperan que "las personas violentas que protagonizaron la agresión no vuelvan a entrar a ningún recinto deportivo". "El deporte debe ser todo lo contrario: respeto, diversión y compañerismo", concluyen.
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