Perdonan a un hombre la deuda que acumuló en préstamos en una estafa amorosa
El Juzgado de lo Mercantil ha exonerado a un hombre, sin propiedades y una pensión de 1.400 euros, del pago de una deuda que acumuló para poder enviar dinero a una falsa novia turca
La mujer pidió primero pequeñas cantidades para afrontar enfermedades y accidentes y luego fue incrementando la cuantía
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El Juzgado de lo Mercantil 2 de Granada ha exonerado a un hombre del pago de los 60.000 euros de deuda que acumuló en microcréditos y préstamos personales, un dinero que solicitó para poder enviar dinero a una falsa novia turca a la que conoció por internet.
El auto del juzgado de lo Mercantil, al que ha tenido acceso Efe, resuelve con un trámite concursal la deuda que acumuló un hombre para responder a la petición de dinero de su supuesta pareja, una mujer a la que nunca llegó a ver y cuya existencia real no se ha comprobado, lo que se conoce como estafa amorosa.
El afectado, sin propiedades y con una pensión de 1.400 euros mensuales, había acumulado la deuda de 60.000 euros por atender las peticiones de su supuesta pareja, una chica turca de unos 36 años afincada en Bulgaria con la que dos años antes había iniciado una relación sentimental.
El abogado Gonzalo Portillo, de Portillo Estudio Legal, ha explicado a Efe que su representado buscó ayuda para unificar la deuda e intentar hacer frente a los créditos hasta que el equipo descubrió el trasfondo de los hechos y articuló la causa para lograr la exoneración, contra la que no cabe recurso. "La supuesta novia, una turca que decía estar en Bulgaria, supo tocar muy bien el lado afectivo de la víctima, un hombre divorciado sin mucha relación con la familia, cuya confianza se fue ganando poco a poco", ha explicado Portillo.
La mujer pidió primero pequeñas cantidades para afrontar enfermedades y accidentes y luego fue incrementando la cuantía con la promesa de que iba a viajar a España para casarse con la víctima, que acumuló la deuda después de gastar sus ahorros. Después de pagar los billetes de avión ida y vuelta, la mujer llamó a su víctima porque tenía que pagar un tributo especial para viajar a España, más de 3.000 euros que ya no tenía el afectado.
El letrado ha defendido ante el juzgado de lo Mercantil el origen de la deuda para demostrar que el implicado había caído en un engaño y que no había actuado de manera irresponsable.
Como ha adelantado este lunes el diario Ideal de Granada, el juzgado encargado del procedimiento de concurso de acreedores por insuficiencia de masa activa ha interpretado que se trata de un deudo "de buena fe" y le ha perdonado las deudas con hasta cinco entidades bancarias.
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