La "pesadilla" de vivir junto al Mirador de San Nicolás de Granada: una vecina pide al Ayuntamiento que tome medidas
Ciudadanía
Tráfico constante en una calle con el tránsito restringido, golpes de vehículos a la fachada de su casa, ruidos, gases e incluso acampadas ilegales son los hechos que denuncia esta residente del barrio del Albaicín
Granada/"Quiero acabar con este gravísimo problema de salud pública. Porque, no poder descansar ni de día ni de noche, es un problema de salud pública". Esta es la denuncia que ha realizado Juana, una vecina del barrio del Albaicín de Granada, y que este viernes ha relatado la "pesadilla" que supone para ella vivir en una casa situada en la calle San Nicolás, a solo unos metros del mirador más famoso de toda la ciudad.
Esta mujer ha denunciado ya en varias ocasiones ante el Ayuntamiento de Granada y la Policía Local los graves problemas de convivencia que se dan cerca de su casa, con tráfico constante en una zona que está restringida al paso de los vehículos, e incluso turistas que acampan sus furgonetas en la propia calle y en la Plaza de San Nicolás durante días y hacen sus necesidades en la vía pública, creando problemas de salubridad en la zona.
Los problemas de Juana empiezan en el año 2009, cuando se muda a una casa de dos pisos en la calle San Nicolás, un callejón sin salida para coches. Es ahí cuando esta mujer se da cuenta de que todos los vehículos que entran, ya sea de forma intencionada o por despiste, llegan hasta la altura de su casa y dan la vuelta en la rampa del Callejón de San Nicolás, que hace esquina con su vivienda, y vuelven a salir.
"Este volumen de tráfico al final lo único que hace es generar golpes, portazos, acelerones, derrapes, gases contaminantes, pitidos, coches tuneados con la música a todo volumen, de día y de noche. Las 24 horas del día. También están todos los obreros que trabajan en el barrio, que a partir de las 05:00 horas de la madrugada, empiezan a llegar a buscar aparcamiento. Después, durante todo el día, siguen llegando vehículos: carga y descarga, apartamentos turísticos, etcétera", ha narrado la vecina.
A raíz de las denuncias interpuestas, en octubre de 2018, el Área de Movilidad del Ayuntamiento de Granada procedió a la colocación de señales verticales que restringen el acceso de vehículos a la calle San Nicolás y se pintó una línea amarilla, en ciertas zonas de la calle, para evitar la circulación y el estacionamiento en ella. Unas señales que siguen sin disuadir a los conductores.
Después, viendo la situación de deterioro que soportaba la fachada de la vivienda debido a los roces y a los golpes de los coches que aparcaban en la zona, en 2020, Movilidad procedió a la colocación de unas vallas para protegerla casa. Estos golpes eran tan frecuentes que, según la denuncia de la vecina, prácticamente todas las semanas el tráfico arrancaba la bajante de las aguas del tejado.
"En una calle de apenas 50 metros de longitud, con acceso restringido, en un barrio igualmente con el acceso restringido, se pueden ver todo tipo de vehículos y situaciones: coches, motos, carreras de bicicletas, y hasta caballos, que se mezclan con los viandantes que tienen que sortear todo tipo de obstáculos", ha relatado Juana.
A día de hoy, la situación en la calle San Nicolás y en la rampa del callejón no ha hecho más que empeorar. Las autoridades competentes y los responsables de hacer cumplir la normativa "miran para otro lado" o se culpan los unos a los otros, según los vecinos.
Por su parte, la concejal de Movilidad de Granada, Raquel Ruz, ha asegurado a este periódico que se han tomado todas las medidas exigidas por los vecinos, y se ha prohibido el paso de vehículos a la zona a excepción de los autorizados para transitar por este lugar, y el aparcamiento en esta calle también se ha restringido.
Acampadas ilegales en la Plaza de San Nicolás
Pero la problemática se convierte aún más en pesadilla a raíz de las acampadas ilegales que se producen de forma constante en la Plaza San Nicolás, que queda justo por encima de la vivienda de Juana y en la que las furgonetas y caravanas de turistas permanecen durante días. Situaciones que han denunciado los vecinos sin que las autoridades le pongan remedio.
Según los vecinos de la zona, el primer fin de semana de abril se llegaron a contabilizar hasta siete furgonetas acampadas entre la calle y la plaza de San Nicolás, a lo que hay que sumar la falta de higiene y salubridad que sufre la calle, en la que aparece gente orinando y defecando "en cualquier sitio y a cualquier hora".
Por todo esto, Juana ha pedido ayuda en un grito desesperado para que se acabe con este "gravísimo problema de salud pública", ya que no puede dormir ni descansar en su casa, e incluso teme enfermar a causa de la situación de estrés que vive.
"Los responsables del Ayuntamiento de Granada dicen que no tienen constancia de estos hechos después de todas las denuncias que yo he presentado en los últimos 10 años. Me dicen que presente escritos, lo hago y, ni se hace nada, ni se me contesta. Este silencio, aunque sea Administrativo, también es maltrato. Hablo con otros vecinos que están en situaciones parecidas y no quieren presentar escritos porque, según ellos, no sirve de nada. Esta situación es tremenda, nos están echando de nuestras casas", concluye la vecina del Albaicín.
Desde el Consistorio local, Ruz ha señalado que en la zona del Albaicín se hacen "controles periódicos", llevados a cabo por patrullas de la Policía Local, para evitar este tipo de prácticas que denuncian los vecinos.
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