21 poemas y una declaración cofrade

David Rodríguez abrió ayer la cuenta atrás para la Semana Santa con el pregón oficial, original en su forma y puesta en escena

El pregonero respondió a la expectación creada y fue muy aplaudido.
El pregonero respondió a la expectación creada y fue muy aplaudido.

"Así que nos haces falta/ Así que ya estás tardando:/ ¡entra, cruza, dobla y pasa./ Cuaresma, toma tu pueblo,/ porque hoy vuelves a casa!". David Rodríguez Jiménez-Muriel pronunció ayer el pregón oficial de la Semana Santa de Granada: veinte poemas de amor a los cofrades y una canción a Granada. Una lírica al ser cofrade. Un texto que con su novedoso desarrollo e interpretación supuso la primera 'escena' de la Pasión que anuncia durante la Semana Santa.

La expectación era máxima por el estilo tan personal que el pregonero ha mantenido en sus ya 72 declamaciones anteriores. Y cumplió lo prometido: iba a ser original. La presentación del escenario era la habitual con la mesa de autoridades al lado y el centro reservado al pregonero, que escogió una imagen de San Agustín -la del altar mayor del Santo Ángel Custodio que figura a los pies del Cristo de San Agustín, hermandad a la que pertenece- para acompañarlo. Pero el cambio llegó nada más comenzar, cuando se escuchó la música, un elemento importante en todo el pregón, y después una voz en off que pronunciaba una frase sobre Granada. Esto marcaría la estructura del pregón, dividido en 21 capítulos. Al inicio de cada uno, una frase locutada sobre Granada atribuida a escritores, personalidades y artistas que han visitado la ciudad, desde Unamuno a Machado, pasando por Matisse, Gloria Fuertes, Ana María Matute, Shakespeare, Víctor Hugo, Orson Welles, Manuel de Falla, Lope de Vega, Teófilo Gautier, Juan Ramón Jiménez, Carmen Laforet, Lord Byron, Zenna Henderson, Pi y Margall, Ernest Hemingway, Alejandro Dumas, Pablo Neruda, García Lorca o el último emir de Granada. Un listado por cierto que le sirvió al alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, como él dijo al terminar, para ver cuánta gente había dicho cosas bonitas de Granada.

Después de cada frase, un capítulo introducido por un breve texto introductorio al tema que después desarrollaría en sus versos. Y tocó muchos temas, todos con su música de fondo propia (hasta la sintonía de la serie Isabel). Todo con una introducción y un final dedicados a la ciudad de Granada.

El pregonero puso voz a temas como el sufrimiento del cofrade lejos de Granada durante la Cuaresma y la Semana Santa, principalmente por trabajo en estos tiempos de exilio por la crisis. También habló a los medios de comunicación, a los que agradeció su trabajo por difundir la Semana Santa pero también pidió ser más constructivos; a los 'curas cofrades'; a los negocios de hostelería cofrades, que lleva "a Dios por los fogones" y a la música cofrade, en concreto a los 700 integrantes de las 9 bandas granadinas, "por tanto dar y cobrar tan poco" a pesar de ser la "banda sonora de Granada". También dio las gracias a los nazarenos, que huyen "del honor del figureo y escapan de la farsa y la impostura" y realizó una apasionada loa al barrio del Realejo que fue de los momentos más aplaudidos. "Por eso no se sorprenden/ y es que a ninguno le extraña/ que al Realejo le digan/ y como tal lo explicaran/ que es un Cielo bajo el cielo/ ¡y la madre de Granada!".

Capítulo propio tuvo la figura del costalero. "Es un oficio que llena, un trabajo pasional, desprendido. Una amor que te envenena y un sacrificio moral compartido. ¿Quién entiende esta pasión? ¿Esta forma de vivir y de morir? Quien preste su corazón dispuesto a compartir sin pedir", dijo el pregonero.

Y no podían faltar las alusiones al arte en un pregón de un historiador del arte. Rodríguez Jiménez-Muriel defendió el trabajo que realizan los artesanos cofrades y denunció que se critique a las cofradías por sus estrenos, sus bordados y sus dorados ya que ese trabajo es "alimento de miles de familias". "La ignorancia es atrevida", aseveró.

La Cuaresma y su importancia para el cofrade también tuvieron su espacio. Pero tampoco faltó la alusión a temas sociales como la crisis y la difícil situación de miles de familias que tienen dificultad incluso para alimentar a sus hijos, un capítulo que fue especialmente sensible e incluso emocionó al público. Tema que le sirvió para alabar iniciativas como el Economato Solidario abierto por las cofradías. "Que tu padre está parado,/ que la crisis nos aprieta,/ otros callan/, aunque nos han engañado/ y aunque mucho se prometa/ no se hallan".

Además también incluyó versos directos a titulares o cofradías de las que es hermano o a las que les "debía" algún favor o aclaración: Mayor Dolor, Concha, Aurora, San Agustín, Victoria, Esperanza y Amargura.

Y todo con su desgarrada voz, su entonación barroca y una escenografía que puso sobre las tablas del teatro Isabel la Católica toda una representación cofrade que duró poco más de una hora.

La música la puso un año más la Banda Municipal, que interpretó Semana Santa en Granada, Virgen de las Angustias y Santa María de la Alhambra Coronada. El propio pregonero criticó un día antes que una de las marchas escogidas no entrara en el repertorio. "Las cosas no salen como uno prevé. De las dos marchas que Federación tiene previsto que escoja el pregonero, una me ha sido hurtada [Misericordia, Madre de Dios]. No tenemos culpa ni Federación ni yo, pero así ha sido".

Y en el patio de butacas también hubo particularidades. Se notó, por ejemplo, la cita electoral. En la presidencia estaba la delegada del Gobierno de la Junta, Sandra García (la administración autonómica no ha asistido a este pregón por lo menos en los últimos doce años), el alcalde (un habitual) y el vicepresidente de Diputación, José Torrente (la institución provincial se sumó hace unos años). En el patio de butacas aguardaban concejales del equipo de Gobierno del Ayuntamiento y de la oposición (PSOE y UPyD). Incluso el candidato de Ciudadanos se dejó ver.

Ahora, sólo queda saber si el pregón deja su huella en el archivo de los cofrades de Granada.

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