Arreglos y cambios de fontanería política por la banda derecha

Granada/Hay quien dice que en toda nevera siempre debe haber uno de esos imanes que anuncian Arreglos de fontanería, porque nunca se sabe cuando puede aparecer la obstrucción en una tubería. Algo así pasa también en la política, donde cada partido cuenta con su fontanero de confianza. Sin embargo, hay ocasiones en las que el arreglo acaba tornándose en chapuza... O incluso destrozo. De sobra es sabido, tras los últimos acontecimientos a nivel nacional, que el que era fontanero de Ciudadanos, el que fue diputado naranja por Granada Fran Hervías, ha pasado a ser ayudante de fontanería del PP, partido que en la provincia granadina se ha encomendado a Francisco Rodríguez –elegido presidente provincial hace un par de semanas– para ejercer como fontanero. Su papel estaba claro: unir a un PP fraccionado ante los terremotos vividos en los últimos tiempo. Sin embargo, ya se ha encontrado con su primera tubería atascada a la que hacer frente: el Ayuntamiento de Granada.

Tras la vorágine nacional en Ciudadanos y sus transfuguismos al PP, el posicionamiento de Andalucía, con ese pacto antitransfuguismo entre populares y naranjas, ponía en el punto de mira (otra vez) la Alcaldía de la capital granadina. La opción de la alternancia –el famoso 2+2– de cara a mayo de este año, esa que Sebastián Pérez insiste en mantener viva –aunque sea como baza para sus intereses–, parecía esfumarse, esta vez de verdad.

La orden de Madrid, en este caso, coincidía con la de Sevilla: seguir remando en la misma dirección sin remover las aguas y, para ello, el jefe de fontanería andaluz (Elías Bendodo) había encomendado a la dirección provincial la tarea de reunir a los ediles granadinos y trasladarles la postura y la respuesta ante las previsibles preguntas sobre este asunto.

Sin embargo, en la cita, que se celebró la tarde del lunes, faltaba una silla, la de Sebastián Pérez, que, al igual que ocurrió en el Congreso Provincial celebrado hace 15 días, se quedó sin invitación. Otro desplante al que fuera en su día fontanero del PP granadino y otra chispa para avivar la polémica interna que lidera el expresidente y concejal en el Ayuntamiento.

Durante la reunión, Francisco Rodríguez trasladó el dictamen del partido para que los ediles, al igual que hizo este viernes el propio vicepresidente de la Junta, Juan Marín, en sus visita a la Costa, zanjasen el tema del 2+2. "No estamos en los egos, sino en sacar adelante Granada y el gobierno autonómico. No queremos que se mueva nada, consideramos que está todo en orden", comentó a este diario una voz de Génova, algo que habrían acatado los concejales.

Si bien, lo que no se notificó durante la cita era la intención de hacer una reforma de fontanería en las tuberías del Consistorio, que ha dinamitado más aún la relación con un Sebastián Pérez dispuesto, al menos de cara a la ciudadanía, a aliarse con la oposición.

Según ha podido saber este diario, horas después de celebrarse dicha reunión, desde la dirección provincial se habría anunciado que dos asesores municipales serían cesados. En concreto se trataría de Isabel Jiménez, una de las personas más longevas del partido en estos cargos, y de José Pino, quien habría entrado en octubre a formar parte de ese grupo de asesores, tras haber sido una de las personas de confianza del actual presidente provincial y del jefe de gabinete de Pablo Casado y diputado por Granada, Pablo Hispán, hechos que precisamente hacían más sorpresivo un movimiento que, aunque está previsto, aún no ha sido efectuado.

Sin embargo, estas dos personas también eran bien vistas por Sebastián Pérez, por lo que no tardó en valerse de ello para lanzar su órdago: un aviso a la dirección, un tuit y otro pulso interno abierto en el seno del PP granadino. "Hoy quieren expulsar a mujeres y hombres que han dado toda su vida por @populares. No lo voy a tolerar! #EfebosDimision", publicó en Twitter Sebastián Pérez el martes, un mensaje sibilino en el que tildaba de efebo o lo que es lo mismo, inexperto, al actual presidente provincial.

Sin embargo, más allá de ello, el órdago de Pérez también iría hacía el actual alcalde de Granada, Luis Salvador, ya que, según ha podido saber Granada Hoy, la amenaza albergaría la posibilidad de una unión entre Pérez y la oposición para montar una moción de censura y quitar la Alcaldía a Salvador y el gobierno a sus aún compañeros de partido. Lo que sería algo así como marcarse un morir matando, dado que, en su situación, se ve ya con poco más que perder.

Habrá que esperar para comprobar qué ocurre finalmente y, pese a este amago, aún está lejos la posibilidad de que prosperase esa moción que auparía de nuevo al socialista Paco Cuenca a la Alcaldía de una Granada en la que las aguas nunca corren tranquilas si se habla de política.