30 policías granadinos en Cataluña: antidisturbios y 'rayos' hacen frente a la ola de protestas
Crisis por la sentencia del 'procés'
Se han desplazado una treintena de agentes para actuar en las movilizaciones
Hoy se ha realizado una concentración de apoyo ante la sede policial de la calle Palmita
Reacciones de algunos agentes que han actuado en las cargas
Granada/La crisis del procés ha sido un verdadero 'tsunami' para todo el país a pocas semanas de unas elecciones en las que Cataluña apunta de nuevo a convertirse en el tema estrella. Un tsunami ideológico que ha removido ideologías, como se pudo ver en las protestas minoritarias de Granada que igualmente generaron tensión y un marejada que también afecta a la vida personal de trabajadores que ni son catalanes ni tienen su plaza allí, pero a los que las circunstancias les ha obligado a desplazarse hasta Barcelona para formar parte de los antidisturbios desplegados por el Ministerio de Interior.
De los millares de agentes que han tenido que moverse hasta Cataluña, un total de 30 efectivos son procedentes de la Policía Nacional Granada, algunos de los cuales pertenecen a la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos antidisturbios, y otros proceden de la Unidades de Prevención y Reacción (UPR), que dentro del cuerpo son conocidos como los 'rayos' y que existen desde hace una década cuando se crearon con el objetivo de aliviar el exceso de carga que podían tener las UIP.
Los 30 agentes granadinos, que han recibido el aliento de sus compañeros en una movilización ante la sede de la Policía Nacional en la calle organizada por los sindicatos profesionales de este cuerpo y de la que han formado parte representantes provinciales de los partidos políticos situados es en el bloque de la derecha como PP, Ciudadanos (incluido el alcalde de Luis Salvador) y Vox, formaciones que estos días están enviando mensajes de apoyo a los integrantes de este cuerpo.
Y es que Granada es una de las provincias junto a Sevilla, Castellón, Bilbao, Valencia y Madrid desde donde salieron agentes hace varias semanas a Cataluña para actuar contra la ola de protestas por la sentencia del procés. Es decir, que el Ministerio de Interior movilizó de inmediato a efectivos policiales consciente de lo que podía ocurrir tras conocerse la imposición de condenas a los políticos catalanes del procesismo.
La concentración de apoyo en Granada ha reunido a más de un centenar de personas que han salido a las puertas del edificio central de la Policía en Andalucía Oriental en la calle Palmita.
Un acto en el que no han faltado multitud de banderas españolas así como la inclusión en primera fila de representantes políticos y en el que ha leído un manifiesto de apoyo al trabajo de la Policía Nacional a lo largo de la última semana en Cataluña, donde ya se cumplen más de siete días de protestas.
Una semana que prácticamente marca un hito en España por el nivel de tensión que se está viviendo en las calles de Barcelona, especialmente en el centro de la capital catalana. Es por ello que algunos de sus compañeros han manifestado su "respaldo" a los compañeros desplegados por el dispositivo especial que, a juicio de los sindicatos policiales, sirve para hacer frente a la "violencia desatada en aquella Comunidad Autónoma tras hacerse pública la sentencia del procés".
Según los policías, es un "reconocimiento necesario después de las escenas de violencia vividas en las calles de Barcelona y otras ciudades la semana pasada, en la que grupos perfectamente organizados y coordinados pusieron en marcha una estrategia de terrorismo callejero que buscaba, por los medios y tácticas que se han empleado, la muerte de algún policía nacional". En este sentido, los agentes denuncian que más de 134 compañeros han recibido atención médica con algunos casos graves por la "estrategia del terror" puesta en marcha.
Según los responsables de los sindicatos de la Policía, el trabajo de este cuerpo en Cataluña, tanto de los UIP y los UPR como los de la Unidad de Información, está siendo "arriesgado" y de "una complejidad sin precedentes". Se refieren particularmente a las turbas del pasado viernes, cuando se recrudecieron aún más las protestas y se elevó el nivel de violencia con un mayor despliegue en las cargas policiales.
Los sindicatos han aprovechado el momento para exigir al Ministerio del Interior refuerzos humanos inmediatos. "Reclamamos el empleo de materiales imprescindibles en orden público que ya tenemos como el camión de agua, tanquetas o vehículos BMR", detallan en su manifiesto, en el que también reivindicaron jornadas laborales de menor duración además de uniformes nuevos para reponer las prendas destrozadas en los disturbios.
Por último, antes de los vivas, los profesionales policiales han demandado una mayor "contundencia" para combatir "el terrorismo callejero interviniendo con la misma técnica y firmeza que se hace en cualquier parte de España".
Lo que sí está claro es que para esta ola de protestas, el Gobierno contaba con la experiencia previa de la crisis del 1 de octubre de 2017. Es por ello que muchos de los agentes desplazados a Cataluña ya estuvieron hace dos años y conocen bien la situación. Aunque, evidentemente hay cambios respectos a aquella ocasión y el Ministerio del Interior ha evitado la 'polémica de los piolines' tan comentada por los cruceros con la imagen de Piolín en los que durmieron policías y guardias civiles.
El Ejecutivo ha alojado a los agentes de refuerzo de otras partes de España en hoteles fuera de Barcelona, para blindar así su descanso sin que existan problemas aunque con el inconveniente de que se encuentran más alejados y tienen que recorrer más camino cuando se dirigen a las protestas en Barcelona.
En declaraciones a Diario de Sevilla de uno de los agente de la capital hispalense desplazados a Barcelona, hay días durante la oleada disturbios en los que los policías han llegado a estar 19 horas seguidas trabajando, jornadas maratonianas con un pequeño parón para comerse un bocadillo. "Si el servicio lo requiere, echamos 19 horas o las que hagan falta. Por lo general no hacemos menos de diez horas seguidas. También es cierto que uno de los grupos tiene que descansar para incorporarse al servicio a las cinco de la mañana y tienen que estar frescos", apunta el policía.
Este agente también señala que el grueso del trabajo lo están asumiendo los Mossos d’Esquadra, que son los que tienen las competencias en orden público en Cataluña, mientras que los policías de otras provincias tienen la tarea de hacer de refuerzo o para apoyar al cuerpo policial catalana en las situaciones más tensas. "De hecho, uno de los primeros días tuvimos que cargar en la Delegación del Gobierno, porque habían rodeado a los Mossos y sin nuestra ayuda difícilmente habrían podido salir de allí", reconoce este trabajador.
"Utilizan tácticas de guerrilla urbana. Son la kale borroka pura y dura. No hay ninguna diferencia", apunta otro policía. "Lo que están haciendo no es más que lo que les ha dicho el presidente, apretar". Los violentos queman mobiliario urbano y lanzan todo tipo de objetos como tornillos, botellas, ladrillos, piedras y canicas.
Es decir, que se trata de unas condiciones bastante tensas que están llevando al límite al bando policial, antidisturbios que ya se han visto en algunas de estas en sus ciudades de procedencia aunque con una dimensión inferior a esta crisis catalana por la que muchos policías han tenido que hacer las maletas. Como los 30 agentes granadinos que esperan volver pronto a su actividad en casa.
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