El precio en Granada de las habitaciones en pisos compartidos se incrementa un 5,8%
Vivienda
La media de edad de jóvenes que cohabitan es de 28 años en una de las ciudades más universitarias del país
Granada/En los últimos días, la actualidad la acapara el inminente regreso a las aulas de colegios e institutos en la que, sin duda, es la 'vuelta al cole' más inquietante y quizás más importantes de cuantas se recuerdan, al menos desde que los grandes almacenes convirtieron en un evento por todo lo alto el toque de campana de la primera clase en septiembre. Menos se habla de la Universidad, que ya hace más de un mes que fijó como primer protocolo en partir las clases en presenciales y semipresenciales, aunque evidentemente tendrá que estar pendiente de las novedades. El caso es que se espera el tradicional aluvión de estudiantes que vendrán a la capital en septiembre -nuevos y veteranos- y la búsqueda de piso se convierte más si cabe en una tarea complejísima. Además, los caseros ante la dificultad para encontrar inquilinos han subido los precios de las habitaciones.
Según el último informe nacional remitido por el portal inmobiliario Idealista, el precio de las habitaciones en pisos compartidos ha subido en muchas capitales de provincia, especialmente en las de tamaño medio. En Granada no es donde más se ha incrementado el coste de una cama en un techo con más inquilinos, aunque es notable que en una ciudad que apuesta por una oferta universitaria low cost el precio de una habitación se eleve ya a los 245 euros de media a fecha de agosto de 2020 mientras que el año anterior se situaba en torno a los 231 euros.
El informe de Idealista que analiza el precio de las habitaciones compartidas en las principales ciudades del país también hace un análisis sobre la media de edad de las personas que optan por la fórmula de cohabitar en un piso con diferentes personas. En el caso de Granada, tiene una de las medias de edad más bajas a nivel nacional con jóvenes de 28años debido a su condición de ciudad eminentemente estudiantil. Si bien, como es lógico, la edad se ha ido incrementando con el paso de los años ante la dificultad de los jóvenes para emanciparse debido al contexto de precariedad y mercado laboral sin mucha salida y a que cada vez se estira más la vida universitaria con másteres, doctorados y becas ante la imposibilidad de poder encontrar trabajo.
A nivel general, la oferta de habitaciones en las capitales españolas se ha disparado un 32,3% en el último año según el estudio del portal inmobiliario. Este aumento de la oferta ha provocado que en la ciudad de Palma el precio del alquiler de las habitaciones se haya reducido un 7%, mientras que en Barcelona el decremento ha sido del 6%. Los precios también se han reducido en Madrid (-3,7%), Málaga y San Sebastián (-2,6% en ambos casos), Bilbao y Las Palmas de Gran Canaria (-0,6% en ambas ciudades) y Pamplona (-0,1%).
A pesar de la caída, Barcelona es la ciudad con las habitaciones más caras del país, ya que se solicitan 415 euros por alquilarlas. Le siguen San Sebastián (414 euros mensuales), Madrid (400 euros) y Palma (388 euros). Ciudad Real es, en cambio, la ciudad más económica de entre las analizadas por Idealista (167 euros mensuales), seguida por Badajoz (171 euros), Cáceres (179 euros) y Jaén (199 euros). Es decir, Granada, estaría en mitad de la lista. El perfil más habitual es el de jóvenes que prefieren vivir en el centro, no fuman ni permiten que se fume en la vivienda y no tienen ni admiten mascota.
Nacen las 'cláusulas Covid' en el alquiler
Según la plataforma de pisos Live4Life, el 90% de los contratos de alquiler firmados desde el fin del estado de alarma ya incluyen una "cláusula Covid". En ella, propietario e inquilino acuerdan con anterioridad cómo actuarán en caso de que se repita una situación de confinamiento como la vivida la pasada primavera. La cláusula es un epígrafe que se incluye en el contrato de alquiler y que estipula la cantidad que el arrendatario pagará al propietario en caso de que se repita el confinamiento y este abandone el piso antes de la finalización del contrato. Cada propietario decide la cantidad a percibir y la negocia con el inquilino antes de la firma. "De media, nuestros clientes acuerdan un pago del 60% de la renta habitual, lo que aporta mucha tranquilidad tanto a los propietarios como a los padres de los inquilinos, que son quienes pagan el alquiler", aclara Alberto Añaños, CEO de Live4Life, sobre estas cláusulas en las que los propietarios se aseguran parte del pago.
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