La primera conductora de Alcaldía para la primera alcaldesa de Granada

Granada/En Alcaldía del Ayuntamiento de Granada se están superando hitos importantes. Hace un año y medio, tras ganar las elecciones, ocupaba el despacho de la Mariana la primera mujer alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo. Y ahora, desde hace dos meses, se cuenta con la primera mujer conductora de un alcalde de la ciudad, en este caso de una alcaldesa. Dos mujeres pioneras en sus distintos puestos que ahora trabajan juntas.

Se trata de Ángeles Molina Fernández, que cuenta a este periódico con orgullo y mucha naturalidad su nuevo puesto dentro del parque móvil municipal. Un cargo que desarrolla, aún con los nervios del estreno, con total dedicación y profesionalidad.

Ángeles, de 49 años, empezó a trabajar en el parque móvil del Ayuntamiento de Granada hace seis años. Era la única mujer conductora entonces y lo sigue siendo. En septiembre, tras la jubilación del conductor Rafael Pimentel, que ha sido durante décadas el conductor de los alcaldes de Granada, Molina ocupó su puesto a propuesta de la alcaldesa, entre otras cuestiones porque también se valoró ese hecho, ser la primera mujer conductora, una elección con mucho simbolismo y una declaración de intenciones.

"Yo soy profesora de autoescuela y llevaba años ejerciendo. Luego llegó la crisis y me tuve que reinventar, por lo que busqué la opción de entrar en el setor público dentro de mi profesión", explica Molina. Y así llegó al parque móvil del Ayuntamiento de Granada en 2018. Desde esa fecha ha llevado en el coche oficial normalmente a concejales, trabajando para tres equipos de gobierno: PSOE, PP-Cs y PP. "Cuando se jubiló Rafael la jefa del parque me propuso cambiar a Alcaldía y claro que acepté, era una oportunidad", asegura, agradeciendo que se haya valorado su trabajo e incidiendo en la oportunidad de ser la conductora de la primera mujer alcaldesa de Granada.

Un trabajo con gran responsabilidad

Sobre su día a día, reconoce que el trabajo en Alcaldía es "más intenso y la responsabilidad también mayor". "Tienes que tener muchas cosas en cuenta y estar pendiente de agenda, rutas, indicaciones del escolta", detalla. Y cuenta que al principio tenía "nervios por la responsabilidad" pero que poco a poco va "normalizando" su rutina. Y sobre la conducción, muchas cosas a tener en cuenta: evitar el tráfico, buscar rutas cortas y no fiarse mucho del GPS, que aunque es una ayuda te lleva a engaño. Por eso es mejor tirar de cabeza que de tecnología en estos casos.

Y además de tener memorizado el callejero de Granada y la habilidad para calcular rutas y trayectos sobre la marcha que exige el cargo de traslado de un cargo público de primer nivel como la alcaldesa de Granada, otro requisito importante en este trabajo es la "discreción", algo de todas formas que asegura "es una forma de ser" que ella lleva a gala. No en vano, en los vehículos oficiales la discreción es obligada por la información que puede conocerse dentro.

Molina es la única mujer que trabaja como conductora en el Ayuntamiento de Granada y dice que no ha notado nunca diferencias con sus compañeros en una profesión que sigue estando muy masculinizada. La del transporte en general, donde en autobuses y taxis hay mujeres pero siguen siendo minoría.

Ahora ella es la primera mujer conductora de Alcaldía, la conductora de la alcaldesa, un trabajo que comparte para poder hacer turnos de descanso con otros dos compañeros y que le va a permitir conocer mucho más la ciudad, estar en sitios únicos y privilegiados y conocer mucha gente, aunque Molina está centrada en hacerlo bien con la responsabilidad de haber roto un techo de cristal.