La primera universidad de Granada la fundó un castellano

Ayer y hoy

La primera madraza o universidad andaluza estuvo en Málaga; la de Granada la fundó en el siglo XIV Abulqasim Ridwan Benegas, natural de Calzada de Calatrava e hijo de madre catalana

1. Vistas de la Madraza antes y después de su restauración. 2. Imagen de la reconstrucción de la antigua portada con las placas de marmol. 3. La Madraza de Granada se encuentra situada en la calle Oficios.  Reportaje Gráfico: José Luis Delgado.
1. Vistas de la Madraza antes y después de su restauración. 2. Imagen de la reconstrucción de la antigua portada con las placas de marmol. 3. La Madraza de Granada se encuentra situada en la calle Oficios. Reportaje Gráfico: José Luis Delgado.

No deberíamos los granadinos de presumir tanto aunque tengamos una de las mejores y más antigua Universidad española; ya existían en la Andalucía musulmana dos universidades anteriores; la de Málaga, levantada en 1336 por el santón Abd Allah al-Sahili y la construida en Granada en 1349 por el ministro de Yusuf I Ridwan Benegas, nacido en Calzada de Calatrava, Ciudad Real, hijo de castellano y de madre catalana.

Cuando Benegas era un niño fue hecho prisionero por los nazaríes en uno de los muchos enfrentamientos con los cristianos; traído a Granada, ingresó como siervo y fue luego instruido en la religión musulmana. Y no debió ser muy torpe el castellano porque, según mi inolvidable profesor el padre Cabanelas, llegó a ser uno de los más ilustres visires contando con la confianza de los más renombrados reyes de la Alhambra: Muhammad IV, Yusuf I y Muhammad V.

La Madraza granadina fue una magnífica construcción, dotada de biblioteca y hasta de residencia de estudiantes. A ella acudieron enseguida profesores de prestigio y alumnos aventajados; es el caso del malagueño Muhammad al-Malaqí, experto en jurisprudencia islámica y en derecho musulmán, conocedor de la filología árabe, que luego acabó de profesor en Málaga.

Aquí enseñó el propio maestro de Ibn-Aljatib, Abu Zakaryya al-Tuyibí, natural de Archidona; un auténtico sabio como aquellos del Renacimiento que sabían de todo; medicina, astronomía, geometría y cálculo. Murió en 1352 y fue enterrado en el cementerio de la Puerta de Elvira, junto a su esposa. Tal vez descanse todavía por ahí.

Aunque quizás el más famoso sea otro de los maestros de Ibn al-Jatib, el gramático y profundo conocedor de la legua árabe Muhammad al-Ilbiri que tanto influiría en sus alumnos, los cuales acudían a la madraza por el simple placer de aprender sin esperar compensación profesional ni económica alguna.

Dicen que al tal Benegas, fundador de la madraza Yusufiyya granadina, se deben también importantes obras públicas; la conducción del agua al barrio del Mauror, la muralla del Albaicín, llamada popularmente Cerca de Don Gonzalo, y buena parte de las decenas de torres atalayas que vigilaban la frontera granadina.

Gran favor le hizo a Granada el ministro Benegas pues no existía en la ciudad centro de estudios superiores y consiguió instalar esta llamada Casa del Saber nada menos que junto a la Mezquita Mayor o Mezquita Aljama, luego Iglesia del Sagrario, y al lado del Zacatín; es decir, en la zona más céntrica y concurrida de la ciudad.

La Madraza llegó a ser en el siglo XV el foco cultural más importante del occidente musulmán; centro de atracción de los intelectuales norteafricanos y andalusíes y sede de los más afamados alfaquíes magrebíes de la época; así lo manifiesta Seco de Lucena.

Los visitantes de la época deberían quedarse asombrados ante su bella portada de placas de mármol blanco con inscripciones coránicas de caracteres cúficos y probablemente policromados. En una de estas inscripciones se podía leer esto: "Hemos abierto esta puerta para introducir a los creyentes en el Paraíso por el que corren los ríos perpetuos de la sabiduría…"

Era un arco de herradura apuntado muy parecido al que hay en el interior de la Puerta de la Justicia o al del Corral de Carbón.

Ya con los Reyes Católicos y en 1500, el edificio de la Madraza pasó a ser ocupado por el Cabildo o Ayuntamiento de la ciudad y así se mantuvo hasta que en el siglo XIX se trasladó al antiguo convento de los Carmelitas Descalzos desamortizado en 1836, en la actual Plaza del Carmen.

Hoy el Palacio de la Madraza granadina, brillantemente reformado, lo recupera la Universidad que Carlos V creara casi dos siglos después, en 1526. Así pues, aquel palacio nació para Universidad y aún lo sigue siendo; salvo que lo compre algún jeque árabe.

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