El problema de integrar las vías en las ciudades
AVE Granada
Raíles sobreelevados o entradas en trinchera, opciones baratas ante los soterramientos, cada vez más criticados
Granada/¿Existe un soterramiento barato? “No conozco ninguno que lo sea”, afirmó a esta redacción José Antonio Molina, presidente de la Asociación de Amigos del Ferrocarril (Agraft), que ha publicado varios trabajos acerca de las alternativas de integración del tren en la capital. Sin embargo, sí que existen soluciones para armonizar las ferrovías con las ciudades sin que suponga un gran gasto.
Este experto en materia ferroviaria comentó que una de las alternativas “baratas” que podría proponer el alcalde se referiría a hacer un “falso túnel” que requeriría una entrada en trinchera hacia la actual estación, y que esta sea cubierta con una losa de hormigón. Es decir, una alternativa como la que escogió Oviedo para enterrar sus vías hace unos cuantos años ya. “Todo lo que sea eso implicará una obra civil ‘grande’, y un coste elevado”, admitió Molina.
Esta solución encontraría el eterno problema de solucionar la canalización del río Beiro por la zona entre La Chana y La Rosaleda, y que complica realizar la obra de atrincheramiento o soterramiento de los trenes.
Lo cierto es que el soterramiento es una de la opciones que más agradan a los ayuntamientos españoles, pero una solución también criticada por algunos expertos ferroviarios, e incluso de tesis doctorales en ingeniería. Uno de ellos, Roger Senserrich, escribió en la revista digital Politikon que los “soterramientos ferroviarios tienen un retorno de inversión muy pobre”, con unos “costes iniciales altos y mantenimiento caro”, que “dificultan la explotación ferroviaria”.
Este experto también limita los beneficios económicos de un soterramiento: la evidente revalorización de propiedades y una actividad “económica adicional” se contrarresta con una “mayor competencia”. En lo social, admite que los vecinos ganan en calidad de vida. Senserrich detecta como problema para un soterramiento asequible el desarrollo urbano de las zonas próximas a las vías, que sería el caso que sucede en Granada.
Como alternativas propone taludes “semielevados” para facilitar los pasos inferiores de vehículos y peatones, con un aislamiento del ruido con “vegetales o paneles”. Además, el soterramiento puede generar problemas como los que hubo en Getafe en 2007, cuando se denunciaron vibraciones, grietas y ruidos por el paso de los trenes bajo los edificios.
Este tipo de solución fue propuesta por Agraft en 2013, con un proyecto llamado ‘Tercera Vía’ que fue rechazado en la Mesa del Ferrocarril de Granada como relata a José Antonio Molina. Pretendía que las vías del AVE entraran en Andaluces en una plataforma elevada, como la que se construyó para Jerez de la Frontera y Girona, desde que el tren pasa por debajo de la Circunvalación.
Todas estas propuestas son muy habituales en el extranjero, como los últimos proyectos llevados a cabo en Cracovia (Polonia) o la ferro de San Martín de Buenos Aires (Argentina). Y son más baratas que soterrar.
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