Una pseudociencia muy popular: la astrología

Es indudable que históricamente la astrología ha contribuido al conocimiento del Universo, pero no tiene ninguna base científica

Una pseudociencia muy popular: la astrología
Una pseudociencia muy popular: la astrología
José Miguel Vílchez González

11 de marzo 2014 - 01:00

Si buscamos el término 'horóscopos' en Google aparecen 5.210.000 resultados y en tan solo 0,14 segundos. ¡Qué rapidez! Pero, ¿coinciden todos en sus predicciones? Hagamos una prueba, por ejemplo, con Capricornio. El primero de los enlaces, del que no indico procedencia para no hacer publicidad (vayan a denunciarme por infringir la Ley Orgánica de Protección de Datos), nos avisa de que si no tenemos pareja conoceremos a una persona en una reunión familiar que terminará siéndolo, siempre que mostremos nuestro lado más divertido. En cuanto al trabajo, estamos pasando una época tensa y debemos relajarnos para no enfrentarnos a los compañeros. Eso sí, si lo tenemos, cuestión algo difícil con los tiempos que corren. Pero no nos preocupemos, que si no es así una persona cercana nos ofrecerá ayuda económica. Por último, en cuanto a salud, nos recomiendan salir más, que llevamos una vida muy monótona y esto no es bueno.

En el segundo enlace son más detallistas. Mercurio nos apoya para compras importantes, así que animémosnos a hacerlas; hay buena química con Tauro. ¿Será Tauro la persona que conoceremos en la reunión familiar? Debemos huir de Escorpio; como Venus nos da la espalda, igual nos vemos tentados a romper con la pareja; además, nuestra postura del Kamasutra es 'el pulpo', que nos ofrecerá a ambos muy buenas vistas (texto literal). ¡Qué locura, tener que ir preguntando por el horóscopo a quienes conozcamos para saber si es, o no, la persona adecuada!

En el tercero de estos enlaces, y ya lo dejo, por motivos de espacio, nos recomiendan no discutir con la pareja. ¿Con cuál, con la que tenemos o con la que vamos a tener en breve?; además, se augura un viaje corto en el que ganaremos mucho dinero; en cuanto al amor, algo muy bello está por llegar, aunque sigo sin saber si será la ruptura con la actual pareja, o la que llegará en breve. Finalmente, respecto al trabajo, si se tiene, habrá un ascenso con un merecido aumento de sueldo. Si no lo tenemos no hay que preocuparse, pues acudimos al horóscopo anterior.

Pese al galimatías que supone comparar lo que dicen unos u otros y a las incongruencias que surgen de ello, los horóscopos, y la astrología en general, cuentan con multitud de seguidores. Pero estas cuestiones, ¿tienen base científica?

Empecemos por analizar por qué corresponden los horóscopos occidentales a las distintas épocas del año. Cuando alguien nace, detrás del Sol se encuentra una constelación. No la vemos en esa época del año porque está detrás del Sol y de día no vemos las estrellas, pero ahí está. Para verla tendremos que esperar unos meses. Así, para los nacidos en Capricornio, por seguir con el ejemplo, entre el 23 de diciembre y el 21 de enero según el primer enlace, el 22 de diciembre y el 20 de enero según el segundo, o el 22 de diciembre y el 19 de enero según el tercero (ni en esto se ponen de acuerdo), hemos de suponer que en esas fechas es la constelación de Capricornio (que se ve en las noches del cielo de verano) la que se encuentra detrás del Sol.

Sin embargo, una simple comprobación con un simulador informático, por ejemplo el programa Stellarium, de descarga gratuita y aquí sí hago publicidad por ser software libre, nos permite comprobar que, por ejemplo, el 1 de enero de 2014 la constelación que se encontraba tras el Sol era… ¡Sagitario! Esto cada vez confunde más. No coincide lo que dicen los horóscopos según miremos en un lugar o en otro, no coinciden los periodos del año de los mismos en las distintas fuentes, ni coinciden, a poco que indaguemos, los fenómenos astronómicos en los que se basan sus explicaciones. ¿Qué está pasando? Lo que ocurre es que muchas veces se intenta dar base científica a cuestiones que no la tienen, y un caso de especial importancia es la astrología. Hablamos en estos casos de pseudociencias.

Hemos comentado en otras ocasiones que para dar autoridad a ciertas construcciones del conocimiento humano se suele acudir al término 'científico', suponiendo que quienes reciben el mensaje no se plantearán el significado del vocablo, asumiendo acríticamente la autoridad deseada. Hemos de romper con esta tradición, y distinguir de modo adecuado la ciencia de la pseudociencia. No podemos negar que, históricamente, la astrología ha contribuido al conocimiento del Universo, pero de ahí a afirmar que tiene base científica hay mucho camino escabroso que recorrer. Es más, cuando empezó a desarrollarse sí era la constelación de Capricornio la que se encontraba detrás del Sol en esa época del año, fácilmente comprobable con el simulador anterior. No olvidemos que vivimos en un Universo en continuo cambio.

Así, si la astrología se comenzase a desarrollar en la época actual, los nacidos entre el segundo tercio de diciembre y los dos primeros de enero serían Sagitario y no Capricornio, y lo mismo ocurriría con el resto de signos del zodiaco, que verían sus periodos cambiados. ¡Y todos tendríamos suerte distinta según los horóscopos!

Les invito a difundir la diferencia existente entre astrología y astronomía, términos con frecuencia confundidos posiblemente por su parecida etimología. Según el propio diccionario de la Academia Española, la astrología consiste en el "estudio de la posición y del movimiento de los astros, a través de cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de los hombres y pronosticar los sucesos terrestres"; y la astronomía es la "ciencia que trata de cuanto se refiere a los astros, y principalmente a las leyes de sus movimientos". En otras palabras, la primera no es ciencia, y la segunda sí. Es decir, la primera no tiene poder de predicción, mientras que la segunda sí. Una diferencia extremadamente importante.

stats