El PSOE de Granada ante su hora de la verdad

Pedro Fernández, Paco Cuenca, Sergio Bueno, Charo Cantón, Loli Cañavate o María José Sánchez... Está por ver quienes formalizan su candidatura y consiguen el millar a avales

Solo libre de algunas de sus históricas hipotecas, el futuro líder podrá plantear un proyecto de futuro renovado e ilusionante

Pedro Fernández y María José Sánchez, posibles candidatos a dirigir el PSOE granadino
Pedro Fernández y María José Sánchez, posibles candidatos a dirigir el PSOE granadino / G. H.

Cuando el próximo domingo se apaguen los focos en Armilla y comience la etapa de de María Jesús Montero como referente máximo del socialismo andaluz, llegará la hora de la verdad también para el socialismo granadino, un partido que no hace tanto tiempo era hegemónico política y socialmente en nuestra provincia, no solo por sus repetidas y abultadas victorias en cada cita electoral, lo que le garantizaba una presencia abrumadora en ayuntamientos, mancomunidades y Diputación, sino por su presencia activa en todo tipo de colectivos sociales, profesionales, laborales o académicos, algo que de un tiempo a esta parte, ha desaparecido casi por completo de esos escenarios.

El próximo congreso provincial de los socialistas granadinos va a ser crucial para el futuro de esta formación y de su resultado dependerá si los socialistas se rearman para seguir siendo una fuerza a tener en cuenta, o continúan en la senda de la irrelevancia, en la que llevan instalados desde hace demasiado tiempo.

Los últimos congresos provinciales del PSOE no invitan precisamente al optimismo, ya que desde la asunción de la secretaría provincial por Pepe Entrena, las luchas (políticas) en el seno de la Torre de la Pólvora, han sido más por garantizarse el sustento, político y económico, que por sacar al partido de la atonía y la abulia en que le han sumido muchos años de gobierno con una escasa renovación y una desconexión incomprensible con la ciudadanía. La ausencia clamorosa de liderazgos nuevos, claros y definidos, tampoco ha ayudado a cambiar una imagen desgastada y ausente de un proyecto ilusionante.

Es cierto que, a pesar de los pesares y de los malos resultados sucesivos, el suelo electoral del socialismo granadino es muy sólido, pero no lo es menos que en la fidelidad de ese voto ha ido desapareciendo la ilusión que en otros tiempos despertaban los proyectos que se sometían al aval de la sociedad de esta provincia.

El desconcierto que hace seis años provocó la pérdida del gobierno de la Junta de Andalucía, se ha ido convirtiendo poco a poco en impotencia y resignación, al comprobar que lejos de voltear aquella carambola que hizo presidente a Juanma Moreno, con los peores resultados de la historia del PP, el tsunami azul se ha hecho dueño y señor de casi todas las parcelas de poder de la provincia.

Que cada cita electoral, desde 2018, se haya convertido en una auténtica pesadilla para el PSOE provincial, sin que sus militantes y simpatizantes hayan observado la más mínima señal de reacción por parte del partido, hace que el proceso congresual que se abre el próximo día 24 sea absolutamente trascendental para los socialistas, porque seguir como hasta ahora sería un auténtico suicidio.

Después de que el todavía secretario provincial, Pepe Entrena, anunciara su decisión de no concurrir a la reelección, llevamos semanas con juegos de esgrima, aunque lo cierto es que hasta que el próximo lunes de abra el plazo de presentación de candidaturas, no habrá llegado la hora de la verdad.

Los futuros candidatos y los avales

Con el actual delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, encabezando la carrera sucesoria, en la cámara de salida, que no en la pista todavía, se han postulado al gran premio el exalcalde de Granada, Paco Cuenca, el que fuera primer regidor de Santa Fe y actual número dos de Renfe, Sergio Bueno; la portavoz en Granada de Izquierda Socialista, Charo Cantón, la alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez; y en mayor o menor medida, la alcaldesa de Armilla, Loli Cañavate. Está por ver cuantos formalizan su candidatura oficial en el plazo que se abre el próximo lunes, porque conseguir los alrededor de mil avales que se necesitan para concretarla está al alcalde de muy pocos.

La primera dificultad que habrán de superar los participantes será conseguir los avales para estar en la parrilla de salida, tarea nada sencilla, teniendo en cuenta que estamos hablando de cerca de un millar, para que al final se validen los casi 900 exigidos. Es muy probable que este listón pueda ser infranqueable para varios de los precandidatos, ya que a estas alturas parece que solo dos, Pedro Fernández, con el apoyo oficial del aparato provincial tras de sí y María José Sánchez, que ha aglutinado a gran parte de la provincia en su proyecto, tendrían garantías de poder superar esa cifra.

A nadie se le escapa que a lo que el partido aspira, es a llegar a la cita de marzo con una sola candidatura que aglutine todas las sensibilidades, lo que evitaría abrirse en canal en unas primarias, que con independencia de quien consiga la victoria, siempre dejan heridas difíciles de sanar.

Las hipotecas tradicionales

Esta es la hora en la que los precandidatos afinan las negociaciones para conseguir cuotas en la futura dirección provincial a cambio de prestar sus apoyos y ahí es donde el PSOE granadino puede encontrarse con un serio problema, toda vez que se han empezado a alzar voces imponiendo como cordón sanitario que el futuro secretario o secretaria provincial no llegue al cargo a lomos de hipotecas tradicionales, como las que en los últimos mandatos han llegado desde organizaciones metropolitanas como las de Maracena o Armilla.

Si bien es cierto que Pedro Fernández podría partir con una cierta ventaja, por aquello de contar con el apoyo del aparato, no lo es menos que su indefinición a la hora de explicitar posibles “amistades peligrosas”, podría jugarle una mala pasada. Jugársela contra una candidata que aporta un plus de frescura y el aval del respaldo de buena parte del poder municipal de la provincia no parece una buena idea.

No debemos olvidar que María José Sánchez, además de licenciada en Económicas por la Universidad de Granada, es funcionaria de carrera, Técnica Superior en Asuntos económicos, experta en Hacienda Local, que fue la candidata más joven en concurrir a unas elecciones municipales y que ha sido alcaldesa en diferentes periodos 2009/2011 y desde el 2014 hasta la actualidad, encadenando varias mayorías absolutas seguidas; feminista en valores y profundamente defensora de la importancia del municipalismo y referente de la hornada de alcaldesas, alcaldes y militantes de los pueblos, pedanías y barrios de la provincia de Granada que vienen mantienendo el pulso del socialismo en la provincia, un curículum nada despreciable y más que atractivo para muchos militantes socialistas.

Solo libre de algunas de sus históricas hipotecas, el futuro líder del socialismo granadino podría contar con la tan deseada unanimidad, condición esta fundamental a la hora de plantear un proyecto de futuro renovado e ilusionante, tanto para la propia organización socialista, como para la sociedad a la que se dirige… No es misión fácil, pero tampoco imposible.

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