¿Qué se hace ante el acoso en la Universidad de Granada?

Granada/La lucha contra el acoso es algo que siempre se ha desarrollado en la UGR y que, desde el año 2016, se ha incrementando con la puesta en marcha de un Protocolo para la Prevención y Respuesta ante el Acoso por parte de la Unidad de Igualdad de la Universidad. Este procedimiento es el que se ha activado a raíz del último caso conocido por parte de un profesor de la Universidad de Granada a una estudiante de Pedagogía que ayer adelantó Granada Hoy.

Los hechos comenzaron el 7 de marzo cuando la estudiante, tras haber estado enferma, tenía que justificar una serie de faltas. El profesor la citó en tutoría y fue entonces cuando tras pedirle su número de teléfono, le profirió comentarios como si se "masturbaba, si necesitaba ayuda para eso y si disfrutaba con el sexo", tal y como indicó la propia joven.

Asimismo, la estudiante denunció en redes sociales que el docente incluso le "cogía las manos, se acercaba mucho" y le realizaba comentarios como que era "su alumna favorita, muy guapa y que tenía unos ojos muy bonitos".

Además de realizar otros comentarios y tratar de hacerle una fotografía, le envió varios mensajes por Whatsapp, lo que hizo que la joven, durante una tutoría posterior, grabase ese encuentro y denunciase los hechos ante el Decanato de la Facultad y la Unidad de Igualdad de la UGR, que activó el citado Protocolo para la Prevención y Respuesta ante el Acoso. Este plan nació con el objetivo de separar al acosador de la presunta víctima y combatir la invisibilidad de los diferentes tipos de acoso.

El protocolo permite que haya una respuesta ante los casos de acoso 'informal', que son aquellos que se afrontan en el momento inicial del problema y antes de que una investigación permita que pueda derivarse a la vía penal. Precisamente, este es el punto en el que se encuentra este caso ya que, tal y como indicó el director de la Unidad de Igualdad de la UGR, Miguel Lorente, "ya se está investigando" y se han empezado a tomar medidas de protección a la víctima, entre ellas haberla informado sobre todo el procedimiento y permitir un cambio de grupo para que curse esa asignatura.

En concreto, en este caso se trataría de un acoso tipificado como descendente y de carácter sexual, ya que está ejercido por un profesor hacia una estudiante, es decir, "una persona que ocupa una posición superior a la víctima".

Si bien, el protocolo da respuesta también a cualquier tipo de acoso, sea horizontal (entre compañeros de la misma categoría o nivel jerárquico), ascendente (desde una persona que ocupa una posición inferior a la de la víctima), o de interseccionalidad (el origen del acoso puede producirse por razones múltiples y simultáneas, es decir, una o varias razones).

Asimismo, este protocolo incluye una "actuación integral" que se inicia con la Prevención Primaria, en la que se trata de concienciar y sensibilizar a la comunidad educativa para que no se lleven a cabo estas conductas y puedan ser identificadas y detectadas si se realizan.

Seguidamente cuenta con la Prevención Secundaria, que actúa sobre contextos, circunstancias y factores de riesgo que facilitan la aparición de las conductas de acoso. Y en tercer lugar, la Prevención Terciaria, para investigar y dar respuesta a los casos de acoso denunciados.