Un 'quinielista' de profesión

Carlos Ruiz Cánovas es granadino pero lleva trece años afincado en La Línea. Cuatro años antes de aterrizar en el municipio, Carlos tomó una decisión importante, la de renunciar a su plaza de funcionario como maestro de Primaria -es licenciado en Pedagogía y diplomado en Psicología- para vivir de lo que gana en las apuestas de fútbol.

Especializado en técnicas de estudio dentro de la rama de Pedagogía, Carlos optó por aplicar sus conocimientos al deporte rey y, desde entonces, ha conseguido unos resultados más que buenos.

De hecho, el pasado 1 de mayo batió una marca de talla mundial al conseguir una apuesta combinada de internet con una valoración de 4.200/1, lo que significa que cada euro invertido se pagaba a la nada despreciable cantidad de 4.200 euros.

Además, con su método de pronóstico, al que presta desde hace 18 años una dedicación diaria mediante el estudio de los más de 1.000 futbolistas de la Liga Profesional, consiguió a signo fijo -sin la ayuda de dobles y triples- los 15 encuentros del 1 de mayo.

Carlos explica en qué consiste su método de pronóstico: "Consiste en situar en mi mesa de trabajo cada lunes a todos los jugadores de todos los partidos de la jornada e ir recogiendo información de los medios de comunicación sobre ellos. Si un futbolista se ha lesionado, lo tacho; si es un ex de otro equipo, le pongo un asterisco encima... Con este método consigo hojas de encuentros que, según la nota de los futbolistas, prácticamente me regalan el signo", puntualiza el protagonista.

Respecto al récord logrado en mayo, a Carlos tampoco le pilló por sorpresa, ya que sabe por experiencia que varias jornadas de Liga "vienen con una limpieza clara y son susceptibles de un gran premio. Da la casualidad de que en ese puente había partidos fáciles de predecir. Además, con el campeonato decidido y una tensión máxima entre Mourinho y Guardiola, sólo era cuestión de intentar que encajaran seis encuentros fáciles con un efecto dominó de derrota del Real Madrid en casa y un dejarse ir del Barcelona al no necesitar los puntos. Pues bien, todas esas circunstancias se dieron y conseguí una cotización de mi trabajo que se valoró a 4.200 euros por cada uno invertido", argumenta.

Carlos tiene muy claro que quiere jubilarse con esta misma actividad, "pues me permite llevar una vida bastante cómoda, disfruto de mucho tiempo libre y no recibo órdenes de nadie".