La rave de La Peza se 'muda' este año a Ciudad Real y vuelve a mover a miles de personas

Un polígono cerca del aeropuerto sirve como escenario para esta fiesta, que causó sensación en su paso por Granada

La rave en La Peza, un evento sorprendente que el pueblo quiere aprovechar

Varias personas en las inmediaciones del aeropuerto de Ciudad Real, donde se celebra la rave.
Varias personas en las inmediaciones del aeropuerto de Ciudad Real, donde se celebra la rave. / Patricia Galiana / EP

Hace unos años, una rave ayudó a colocar a La Peza en el mapa. En 2022, unos 5.000 participantes se dieron cita para celebrar las navidades en este municipio de la comarca de Guadix, unos afluencia más que considerable para un pueblo de 1.100 habitantes que acogieron con los brazos abiertos esta fiesta, titulada Big Fucking Party, que vieron como un revulviso a una localidad afectada por la despoblación y que llevó al Consistorio incluso a plantearse la idea de replicar el éxito con un festival alternativo, heredero de aquel espíritu que este año está acogiendo un polígono industrial junto al aeropuerto de Ciudad Real.

Varios escenarios repartidos por la zona permiten a los participantes, llegados desde distintos puntos de España y Europa, disfrutar de manera ininterrumpida de sesiones de música techno con DJ, que se llega a escucharse en amplias zonas urbanas de Ciudad Real, a más de 15 kilómetros de distancia del lugar donde se celebra la macrofiesta.

Amantes de este tipo de música llegados desde lugares como Italia, Francia, Alemania o Suiza, se unen a otros de distintas comunidades de España, convocados a través de grupos de Whatsapp y Telegram, según han explicado a Efe algunos de los asistentes, que también han reconocido que conocían la fecha del evento pero hasta el último momento no sabían el lugar exacto de España donde se iba a celebrar la macrofiesta.

En torno a los escenarios donde suena la música, que se encuentra en una zona ampliamente descampada, los organizadores, que no están identificados, dejan instalar puestos en los que se venden todo tipo de bebidas y de comidas: desde comida rápida a platos vegetarianos, además de ropa, artesanía o souvenirs.

Los participantes desafían sin temor las gélidas temperaturas que se registran en estos días en Ciudad Real, por debajo incluso de los cero grados, que incluso se ven agravadas aún más por una sensación térmica más baja debido a las persistentes nieblas, que envuelven el evento musical en ambiente misterioso.

Cientos de autocaravanas y furgonetas camperizadas, aparcadas en las inmediaciones de la zona del evento, sirven de lugar de descanso para quienes han viajado hasta Ciudad Real, y otros también instalan tiendas de campaña donde dormir.

Como ocurrió en Granada, la macrofiesta rave se ha convertido en el centro de la conversación de muchos ciudadrealeños que no dejan de hablar sobre ella en la calle o en bares y comercios. Aunque algunos se quejan del ruido que durante el silencio de la noche llega hasta sus casas, lo que no les permite conciliar el sueño, otros no ven mal que la fiesta se celebre en un descampado lejos de la ciudad y que la gente disfrute de la música techno, y alguno, incluso llega a ironizar asegurando que "la fiesta la han organizado para celebrar su cumpleaños".

Entre el municipio manchego y el granadino, los organizadores escogieron Fuente Álamo de Murica como sede, reuniendo de nuevo a unas 5.000 personas para una población de unas 18.000 almas. El circuito de velocidad de la localidad fue esta vez el escenario para la fiesta que se mantuvo en pie hasta el 5 de enero, con un final de fiesta que estuvo perfectamente organizado, aunque no estuvo exento de multas, como ocurrió en Granada.

stats