Cuatro reflexiones ante el "enorme" coste económico de la crisis del Covid en Granada
Un año del estado de alarma
El presidente de la Confederación Granadina de Empresarios y Cámara Granada, Gerardo Cuerva, hace un completo análisis del año más difícil para la provincia
Granada/La provincia de Granada cuenta a nivel nacional con el respaldo de Gerardo Cuerva, el presidente de la Confederación Española de Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), que a nivel local ha vivido también su año más intense como máximo responsable de la Confederación Granadina de Empresarios y Cámara Granada. Cuerva señala que el coste económico del coronavirus, que se mide en cientos de empresas cerradas y miles de puestos de trabajo perdidos, "está siendo enorme" y en su valoración deja a continuación cuatro reflexiones con motivo del aniversario de la declaración del estado de alarma:
1. Este año ha estado marcado por el enorme estrés al que han estado sometidas las empresas. Primero por la incertidumbre y el descontrol de las primeras semanas del estado de alarma; luego por las limitaciones y paralizaciones impuestas por los distintos gobiernos, así como por la falta de ayudas públicas. El resultado es un tejido empresarial muy deteriorado, en situación extrema en algunos sectores claves para nuestra economía, como el turismo, la hostelería o el comercio. En los peores momentos de la crisis, llegamos a perder más de 3.000 empresas en la provincia, y todavía hoy hay 3.700 negocios acogidos a los ERTE ante la imposibilidad de mantener el empleo. Y, pese a todas las dificultades, pese a la falta de apoyo y los constantes obstáculos que se han encontrado para ejercer su actividad, las empresas se han comportado de un modo excelente, siguiendo rigurosamente las indicaciones de las autoridades, siendo seguras, estando al pie del cañón cuando les han dejado y, en muchos casos, siendo además solidarias.
2. Tengo la convicción de que los gobiernos no han estado a la altura de las empresas. A medidas inicialmente buenas, como los ERTE o los ICO, no les han seguido otras igual de necesarias para afrontar una crisis de larga duración. El coste económico de esta crisis lo estamos soportando las empresas, porque el Estado no ha tomado aún ninguna medida para compartir con las empresas el impacto de unas restricciones impuestas por decreto. Creo que a diferencia de otros países, las empresas de España, y por tanto de Granada, se ha encontrado con gobiernos que no han apostado por ellas.
Lo grave es que la crisis empresarial, que es muy seria en nuestra provincia, se convierte inmediatamente en una crisis social, uno de cuyos ejemplos más evidentes es el paro. Un año después de que estallara la pandemia, Granada roza los 106.000 parados, una cifra que no veíamos desde 2013 y que hemos alcanzado en un solo año. Tenemos ahora un 27,4% más de parados, a los que se suman los más de 13.000 granadinos que siguen en ERTE. El riesgo que corremos nuevamente es que el Gobierno crea que puede atacar esa crisis social al margen de la empresa, algo que es impensable. Las empresas necesitan ayudas. Y las necesitan ya.
3. El año de la pandemia ha abierto nuevos escenarios; y creo que Granada los tiene que afrontar con seriedad para establecer estrategias de desarrollo de cara al futuro. Necesitamos mejorar algunos de nuestros principales sectores, modernizándolos y reforzándolos; y tenemos que hacer más sólidos algunos, ligados a la industria del conocimiento, por los que estamos apostando de forma decidida las instituciones económicas. Los fondos Next Generation y el nuevo marco comunitario tienen que respaldar esas apuestas estratégicas.
4. Cámara y CGE, CGE y Cámara. Creo que cada institución en su terreno ha sido capaz de estar cerca de las empresas, a través de sus organizaciones sectoriales y territoriales en un caso; prestando servicios, gestionando ayudas, en otro. Nuestra misión en ambos casos es crear las mejores condiciones para las empresas, bajo la premisa de que ellas son las que van a generar el desarrollo de la provincia. Con todas las dificultades, lo hemos hecho razonablemente bien... y creo que es una línea en la que tenemos que perseverar en los próximos meses y años.
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