"La reforma del aborto podría tener dificultades en el Constitucional"

Entrevista a Gregorio Peces-Barba

Este intelectual que ha pasado por la alta política, participó en la elaboración de la Constitución y ha fundado una universidad, es hoy muy crítico con los que se oponen a las reformas sociales en España

Entrevista a Gregorio Peces-Barba
Entrevista a Gregorio Peces-Barba / Miguel Rodríguez

-La Universidad en España se encuentra en un momento crucial, ¿cómo observa la situación general respecto al pasado?

- Creo que ha mejorado mucho con la democracia, pero estaba en una situación muy retrasada. Se mejoró mucho con la Ley de Reforma Universitaria pero hay aspectos en los que estamos peor, como el sistema de acceso del profesorado actual. No me gusta nada lo de las acreditaciones, porque no son públicas ni contrastadas.

-¿Y la adaptación al Plan de Bolonia?

-Es positivo que haya un espacio universitario europeo. Creo que no tienen razón las críticas radicales. Pero creo que hay que escuchar a muchos estudiantes en críticas parciales. Me fijaría sobre todo en la diferencia de trato que hay todavía entre los grados de las materias de Ingenieros y de ciencias experimentales o Matemáticas respecto de las ciencias sociales, jurídicas y de las humanidades. Precisamente la ministra Garmendia había creado una comisión de profesores, que quería que yo coordinase, de ciencias jurídicas y humanidades para igualar con las otras materias. Eso quedó abortado con el cambio de ministerio. Estamos con buenas expectativas pero cualquier expectativa en esa materia si no va regadita con dinero es como el que tiene un tío en Alcalá, que ni tiene tío ni tiene .

-¿Qué le parecen los nuevos cambios ministeriales, en especial el nombramiento de Ángel Gabilondo en Educación?

-El nombramiento me parece magnífico. Es un gran universitario, pero se han hecho las cosas a medias porque le han nombrado a él, lo cual es una gran alegría, pero han suprimido la Secretaría de Estado de Universidades, lo cual me parece un error. Los encargados del relevo, el presidente y la vicepresidenta no entienden la Universidad mucho. Piensan que es un ahorro útil y eso hace daño. Otro tema preocupante es que han dejado la investigación en el otro Ministerio [Ciencia]. Es una incongruencia. Lo que pasa en el fondo es que los sucesivos gobiernos de la democracia, socialistas y del PP, entienden poco de la Universidad y sus decisiones son siempre incompletas.

-Siempre se ha quejado mucho de la falta de medios en la Universidad...

-He sido 18 años rector [Carlos III de Madrid] y en los últimos años he sufrido a una persona que desprecia la Universidad como es la señora Aguirre. Eso complica mucho las cosas. Una Universidad nueva como la Carlos III, que iba a una velocidad de vértigo, se ha visto muy cortada por los recortes económicos de la señora Aguirre.

-Otro tema educativo en el que se ha mostrado muy a favor del cambio es en la asignatura de Educación para la Ciudadanía...

-Es una asignatura muy importante. Éramos el único país europeo que no la tenía y contamos con muchas dificultades como que haya más horas de Religión que de Educación para la Ciudadanía, lo cual es un escándalo. La Religión no debe tener sitio en los planes de estudio, aunque los centros pueden ceder aulas pero no en el horario escolar y no en el ámbito del currículum escolar. Los señores obispos, como en casi todo, se meten donde no les llaman y sus críticas son inadecuadas. Hay una sentencia del Supremo, excelente por cierto, que deja el tema zanjado. Lo que hay que hacer es aumentar el horario y preparar a los profesores, que son muy competentes en historia y filosofía pero necesitan cierta formación jurídica y tendrán que hacer un esfuerzo por coger los conceptos jurídicos claves en la materia.

-La Iglesia ha concentrado ahora sus críticas en la reforma de la Ley del Aborto...

-Es un tema que en Europa está resuelto. Las iglesias protestantes e incluso la Católica tienen su opinión pero la dan sin la beligerancia y sin la idea que tienen los obispos españoles de que sus opiniones son determinantes, cuando no lo son ni mucho menos.

-¿Qué le parece la propuesta actual de la reforma?

-El tema es que el sistema pasa de las indicaciones a los plazos y me parece bien. Es más limpio, entre otras cosas porque no se obliga a nadie a abortar. A ninguna mujer le gusta deshacer ningún embarazo si no hay razones fundadas. El paso de las indicaciones a los plazos, que a mí me parece bien, tiene una dificultad que espero que la hayan pensado y es la sentencia anterior sobre el aborto que declaraba que eran constitucionales las indicaciones. Sin embargo, establecía que existían derechos de los que iban a nacer. Con los plazos, si se mantiene ese principio, puede chocar y espero que las autoridades hayan asumido esa dificultad y buscado salidas. Podría tener dificultades en el Constitucional por el tema de los nascituros.

-Después de más de 30 años de democracia, ¿cree que hacen falta otras reformas de calado?

-Creo que hace falta una ley integral de apoyo a las víctimas del terrorismo. Tienen algunos problemas que no se resuelven sólo con las indemnizaciones. Hay cosas como los trastornos psicológicos que pueden aparecer después de muchos años y es curioso que en eso no se haya caído. Y otros temas de protección estable a las víctimas.

-¿Fue muy difícil su etapa junto a las víctimas?

-Fue muy satisfactoria porque hicimos muchas cosas pero difícil porque no entiendo cómo el PP pudo tomar una posición tan tajante contra mí. Yo siempre había tenido buena relación con el PP. He sido el único presidente del Congreso votado por el PP. La reacción posterior del sector más duro y el ver a miles de personas en una manifestación pidiendo mi dimisión me resultaba fuera de lugar.

-¿Qué le parece el pacto de Gobierno en el País Vasco?

-Magnífico. Ha habido grandeza de miras en el PSOE, porque eran conscientes de que esa apuesta iba a poner en dificultades a Zapatero en Madrid. Sin embargo no ha dudado, lo cual demuestra que tiene grandeza de miras y que no le importa sólo la pequeña política. Y en el PP, apoyar a su máximo opositor requiere también una grandeza de miras. Creo que va a resultar bien, se va a consolidar y va a verse por fin en el País Vasco una política no frentista, porque quien la hacía era el PNV.

stats