"Estamos regando con el agua que la borrasca Emma dejó hace cinco años"
Joaquín Páez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir
La CHG necesita recibir más de lo que tiene ahora embalsado para tener un año bueno, algo que no se espera, por lo que se anuncia una campaña "difícil" para regantes
"Está siendo un año tan malo como 1995", explica el presidente de la CHG
Granada respira tranquila ante la sequía con la tubería de los pozos de la Vega que garantiza el suministro
Los datos son claros y cada día que pasa sin lluvias importantes aumenta la intranquilidad por una situación de sequía que viene ya desde hace tres años y que se agudiza por un cambio climático que en los últimos 25 años ha dejado un 7% menos de precipitaciones, un 20% menos de agua en los embalses y que ha aumentado la temperatura medio grado.
Según ha explicado este lunes en Granada el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Joaquín Páez, en la visita a las obras de emergencia para el abastecimiento en el sistema Colomera-Cubillas de Granada que permitirá coger agua de seis pozos de la Vega, la situación de la provincia de Granada es igual de mala que la del resto de la cuenca. Aunque la capital está más tranquila que otros territorios por esa reserva 'extra' que supone Sierra Nevada y el deshielo. De hecho, el sistema Quéntar-Canales está ahora al 76%, un 15% mejor que otros embalses.
"No llegamos al 26% de agua después de un mes malo en el que ha llovido un 20% menos que el año pasado y ha habido un 60% menos de aportación a los embalses", explica Páez, que no duda en confirmar que habrá que seguir haciendo obras de emergencia con decreto de sequía este 2023 con un año hidrológico que ya es malo. Según los datos, la CHG puede desembalsar ahora apenas 375 hectómetros cúbicos frente a los 600 del año pasado, por lo que ha aventurado que "la reducción de regadíos va a ser muy potente" si no llueve y solo se podrá dar 700 metros cúbicos por hectárea en los terrenos de mal alto consumo, en el resto se irá bajando progresivamente. Así, "la campaña se presume difícil" en Andalucía, para lo que están en contacto directo con regantes, con reuniones de la comisión de desembalses y comités de sequía.
Como dato, ha dicho que ahora se está regando con el agua que cayó hace 5 años. Ha recordado el paso de la borrasca Emma por el país en 2018 durante los primeros días de marzo, que dejó lluvias intensas que llenaron los embalses. Por lo que todavía no pierde la esperanza de que aparezca una borrasca de este tipo que alivie la situación, aunque por ahora tampoco se espera según los cálculos meteorológicos.
"Tenemos un 15% de posibilidades de tener un año bueno. Para ser regular tiene que llegar a recibir unos 1.200 hectómetros cúbicos, que es más de lo que tenemos ahora, por lo que está siendo un año tan malo con el de 1995", ha dicho el presidente de la CHG, que define como "muy duros" estos últimos tres años, lo que obliga a "seguir planificando" medidas.
Con todo, espera que llueva. "Tenemos el 35% de posibilidades de que sea como el año pasado, que ya fue malo", puntualiza.
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