El regreso del legado lorquiano, pendiente de una última reunión en febrero
El Consorcio del Centro Lorca y la Fundación del poeta acercan posturas en una reunión en Madrid en la que toman parte patronos de la institución como el escritor Antonio Muñoz Molina o el abogado Matías Cortés.
Laura García-Lorca sigue manteniendo, pese a todo, una posición de fuerza en las negociaciones para el traslado del legado lorquiano a Granada; la presidenta de la Fundación que custodia los documentos no ha pisado el Centro de la Plaza de la Romanilla desde su inauguración, pero esta ya es la segunda vez en el plazo de un mes que el alcalde se desplaza a Madrid para intentar desbloquear la situación. Ayer se produjo una nueva reunión en la capital de España entre los representantes del Consorcio del Centro Lorca, Laura García-Lorca y distintos patronos de la Fundación como el escritor Antonio Muñoz Molina o el abogado Matías Cortés, que fue durante años miembro del consejo de administración del Grupo Prisa y que pasa por ser el hombre de confianza de Laura García-Lorca en las negociaciones actuales. Un encuentro en el que se tenían depositadas grandes expectativas para poder dar por fin el titular de que los más de 5.000 documentos lorquianos pondrán rumbo en breve al edificio creado ex profeso en Granada. "Se han acercado posturas", señaló ayer Juan García Montero, concejal de Cultura, después de una reunión de cerca de ocho horas que se interrumpió a mediodía para el almuerzo y que se retomó por la tarde. "Ha sido un encuentro fructífero y se ha puesto encima de la mesa la buena predisposición de la familia, la Fundación y las administraciones para que los fondos estén en Granada lo antes posible", prosiguió el concejal, gerente de facto del Centro Lorca junto a la viceconsejera de Cultura, María del Mar Alfaro, que también se desplazó a Madrid en representación de la Junta de Andalucía.
Fuentes del Consorcio consultadas por este periódico avanzaron que se espera que la próxima reunión "sea la definitiva" para aprobar el borrador de acuerdo que las instituciones que integran el Consorcio del Centro Lorca -Junta, Ayuntamiento y Diputación- pergeñaron en una cita celebrada en Granada el pasado 21 de diciembre. La próxima reunión entre la Fundación y los representantes políticos se celebrará en los primeros días del mes de febrero, aunque todas las partes rehuyen dar ninguna fecha concreta de cuándo puede desbloquearse la situación para que la flamante cámara acorazada del Lorca pueda desempolvar las telarañas. El Consorcio cuenta con margen de negociación una vez que Noruega, el principal mecenas del Centro, decidiera dar un voto de confianza, ya que una de las cláusulas para recibir los más de cuatro millones de euros -a través de los fondos del Espacio Económico Europeo- para el equipamiento y la puesta en funcionamiento del espacio cultural era que el legado tenía que estar depositado en el Centro Lorca antes del 31 de enero de 2015. Agotado este plazo, los representantes del país nórdico, que se mantienen vigilantes y puntualmente informados de las negociaciones, esperarán todavía unas semanas antes de reclamar la devolución de los cuatro millones.
En cuanto al contenido de las negociaciones, los representantes del Consorcio y la propia Laura García-Lorca mantienen la más absoluta discreción. En todo caso, una posibilidad es que uno de los puntos que estén sobre la mesa sean los expedientes de reintegro por valor de 4,3 millones que la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura exigen a la Fundación Lorca por subvenciones sin justificar. Este dinero que se reclama data del tiempo en el que la institución que preside Laura García-Lorca se hizo cargo de las obras en el Centro de la Romanilla entre 2007 y 2013 mediante una encomienda de gestión.
Otro asunto que causó un profundo malestar en la sobrina del poeta fue la modificación de los estatutos del Centro Lorca. Las instituciones decidieron el pasado mes de julio apartarla de la dirección, tal y como estaba estipulado en el acuerdo inicial de 2007 en el que la sobrina del poeta acumulaba un gran poder ejecutivo. En la actualidad, su papel está reducido a la programación de actividades y al Instituto de Estudios Lorquianos, con lo que es posible que esta sea otra de las causas de que el legado permanezca en la Residencia de Estudiantes, un dato al que hay que sumar la denuncia por falsedad documental y apropiación indebida que interpuso contra su exsecretario, presunto cerebro de un pufo en la propia Fundación que supera los cinco millones de euros. Ante todo esto, la presidenta de la Fundación Lorca hace valer un legado valorado por una conocida casa de subastas en más de 23 millones de euros.
La reunión de ayer también sirvió para escenificar que las instituciones buscan la solución en el seno de la Fundación, con cuyos patronos vienen manteniendo distintas reuniones en los últimos meses. De hecho, según la Ley de Fundaciones, se puede aprobar cualquier decisión siempre que se cuente con el respaldo de, al menos, las tres quintas partes. Laura García-Lorca sólo podría ejercer su voto de calidad en caso de empate, pero forzar una votación sería una vía tortuosa porque la gran mayoría de los patronos, a excepción de los institucionales, son de la total confianza de la sobrina del poeta.
La Junta y el Ayuntamiento están agotando todas las vías posibles de acuerdo para evitar que el caso acabe en los tribunales, lo que retrasaría años la llegada a Granada de documentos como el manuscrito original de Poeta en Nueva York.
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