Advierten de que la restauración del cerro de San Miguel tras el incendio es un "atentado ecológico"

Medio Ambiente

La Plataforma por el Monte Andaluz denuncia la nefasta gestión de los terrenos tras el incendio de 2022 en el cerro de San Miguel de Granada

Granada inicia la reforestación del Cerro de San Miguel

Advierten de que la restauración del cerro de San Miguel tras el incendio es un "atentado ecológico"
Advierten de que la restauración del cerro de San Miguel tras el incendio es un "atentado ecológico"
R. G.

12 de febrero 2024 - 13:13

Los trabajos que se están realizando para la restauración del suelo afectado por el incendio de San Miguel de 2022 en Granada han sido calificados por la Plataforma por el Monte Andaluz como "un gran atentado ecológico". Y explican el motivo: “Lo más importante tras un incendio es proteger el suelo y el matorral mediterráneo que ha rebrotado pues es la base de la futura regeneración. El manejo que se está realizando con maquinaria pesada en la zona, muy al contrario, supone la total alteración de la estructura edáfica y la destrucción de las especias que han rebrotado favorecidas por las lluvias pasadas”.

Según esta Plataforma, las actuaciones que se están realizando son propias de los criterios imperantes de mitad del siglo pasado y no tienen nada que ver con las investigaciones llevadas a cabo en las últimas décadas por profesionales de gran experiencia científica.

En la zona, además de alterar el suelo de forma brutal e irreversible, se están eliminando los árboles y ramaje quemados, práctica desafortunadamente común, cuando éstos sirven de protección para los nuevos retoños y vegetación que se replante, además de servir de cobijo y referencia para las aves repobladoras como el arrendajo que los usan de posadero y referencia.

“Las labores de corte y extracción de madera de forma indiscriminada y no selectiva suponen un daño adicional al suelo y al ecosistema que se está regenerando, en este sentido hemos comprobado que numerosas especies del matorral mediterráneo que habían rebrotado (torvisco, esparto, romero, retama, zamarrilla, etc.) y que son la base de la regeneración natural, han sido destruidas en la realización de estos trabajos. Queremos resaltar la importancia de estos matorrales para retener el suelo y disminuir la evapotranspiración”.

Por otra parte, los movimientos del suelo en las altas pendientes de la zona favorecen la erosión. Es muy probable que en caso de lluvias fuertes la tierra sea arrastrada al río Darro desde los barrancos Sacromonte y Hornillo, pudiendo causar graves problemas en la ciudad.

La opinión de los expertos

Según la Plataforma desde el Departamento de Ecología de la Universidad de Granada, los investigadores del grupo de Restauración Ecológica les comunicaron que se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Granada para ofrecerles apoyo en la realización del plan de restauración pero que no se les volvió a contactar. Dichos investigadores, expertos en materia de manejo post-incendio, se muestran consternados por las actuaciones realizadas después del incendio de San Miguel. Tras décadas de investigación sobre la temática, manifiestan que hay que evitar que el mayor impacto ecológico de los incendios no sea resultante del fuego en sí, sino de las actuaciones posteriores de tala.

Las actuaciones post incendio deben de contar con un plan de restauración que debe ser redactado y puesto a disposición de la Consejería competente como máximo a los catorce meses de darse por extinguido el incendio y debe ser público. El informe de esta zona se halla en paradero desconocido, la Plataforma por el Monte Andaluz lo solicitó en diciembre y todavía no ha obtenido respuesta.

Los planes de restauración, según la Plataforma, además de contar con un comité científico de asesoramiento en su elaboración, deben de tener participación pública en su elaboración, con el prescriptivo periodo de información pública para realizar aportaciones y sugerencias.

El incendio de San Miguel junto a la Abadía del Sacromonte, ocurrió a finales de mayo de 2022 y quemó 172 hectáreas de matorral y pinar denso, homogéneo y coetáneo; del total de superficie quemada se está actuando en cien hectáreas, propiedad de la Junta de Andalucía y del Obispado de la mano de la Fundación Plant for the Planet tras convenio con el Ayuntamiento de Granada.

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