robos en viviendas Diez maneras de evitar que desvalijen su casa
El verano de 2016 arranca con el menor índice de delincuencia de los últimos años en la capital granadina, aunque sigue siendo una época de gran riesgo
El verano es época de desconectar para muchas personas. De dejar atrás las preocupaciones que crea la rutina y salir pitando de la calurosa ciudad en busca del desahogo de un baño en la Costa o de un poco de turismo para cargar las pilas. Pero siempre conviene mantener la precaución y ser conscientes de que esta época conlleva el peligro de dejar el domicilio abandonado, precisamente cuando las bandas organizadas están al acecho de sus mejores botines.
Y eso que este verano comienza con los mejores datos de robos en viviendas que ha registrado Granada capital en los últimos años. Así lo atestiguan las estadísticas de balance de criminalidad, publicadas recientemente por el Ministerio del Interior, que reflejan una caída del 10,2% en los robos en domicilios en la ciudad. Los datos corresponden al primer trimestre del año, época en la que se cometieron 88 delitos de este tipo por los 98 que se cometieron en el mismo período del año pasado.
De esos 88 delitos, un poco más de la mitad corresponden a robos en interior de domicilios, mientras que el resto ocurrieron en anexos, patios y trasteros. Es decir, Granada ha registrado una media de robos baja en el primer trimestre del año si se compara con las cifras de años anteriores, cuando lo habitual era superar los 100 entre enero y marzo.
El verano es uno de los periodos de riesgo, al quedarse muchas viviendas vacías. Lo que viene a continuación es un decálogo de consejos elaborado por la Policía Nacional, tanto para prevenir los delitos como para poder realizar después con garantías una denuncia que permita los investigadores localizar las pertenencias.
1Puede parecer una perogrullada, pero es muy importante cerrar con llave aunque se vaya a ausentar de la casa durante unos minutos. Hay verdaderas especialistas en abrir puertas con un simple trozo de plástico, deslizándolo por la ranura de la puerta, una técnica que se conoce como el método del resbalón. Quienes lo practican suelen ser mujeres procedentes de países del Este que se desplazan de manera itinerante por la geografía española. En una mañana pueden abrir decenas de pisos. Suelen entrar en un bloque y toman muchas precauciones para comprobar que las viviendas no están habitadas. Tocan el timbre, miran por debajo de la puerta para ver si hay luz, observan por la ranura si está cerrada con llave, examinan la mirilla y pegan la oreja a la puerta. En una ocasión llegaron a tragarse las joyas para intentar ocultarlas.
2Si se va de vacaciones unos días, intente no dejar objetos de valor, joyas o dinero en el interior de la casa. Llévenselas o déjenlas con algún familiar o persona de (mucha) confianza. En el caso de que no tenga más remedio que dejarlas en la casa, no las guarden en las zonas más habituales, como el dormitorio principal. Es aconsejable ocultarlas en algún paquete o bolsa y dejarlas en el cuarto de baño o en la cocina, zonas de la vivienda que los ladrones no suelen registrar. Los robos suelen durar muy poco tiempo y los delincuentes registran principalmente los dormitorios y el salón.
3Este consejo no es para prevenir el robo, pero sí para tratar de recuperar sus pertenencias en el caso de que los ladrones desvalijen su casa. Haga una relación detallada de los objetos de valor, joyas, aparatos audiovisuales, ordenadores, etc. que tenga en su casa. Anote los números de serie de los aparatos y las inscripciones en el caso de las joyas. De esta manera será mucho más fácil para los investigadores identificar, y luego devolver, lo sustraído.
4¿Quién no ha subido una foto de sus vacaciones a su cuenta de Facebook? Hágalo a la vuelta y no durante su ausencia. Puede estar usted dándole pistas a los ladrones e informándole de que su casa está vacía. No comente con desconocidos su marcha ni presuma por ahí del magnífico viaje que tiene previsto realizar y, por supuesto, no deje notas que indiquen cuándo va a volver. En numerosas ocasiones, la Policía ha investigado robos en domicilios que han sido santeados, como se conoce en el argot al término con el que alguien informa a un delincuente de que en ese piso no hay nadie y hay dinero u objetos valiosos. En ocasiones han sido empleados desleales los que dan este santo, o incluso se han dado casos en los que el ladrón era el novio de la asistenta o la chica de la limpieza.
5En la medida de lo posible, instale una buena puerta de seguridad y una buena cerradura. Lo ideal es que se trate de una cerradura con un bombín antibumping y antiextracción, dos de las técnicas más comunes empleadas por los ladrones. Si pierde o le sustraen las llaves de la casa, o acaba de mudarse a un piso, cambie los bombines de las puertas.
6En julio y agosto se incrementan los robos con escalo. A diferencia de los que revientan las cerraduras, que suelen ser extranjeros, los ladrones que acceden a los pisos escalando las fachadas y colándose por una ventana o un balcón suelen ser españoles y con una larga tradición de robos de este tipo a sus espaldas. Son especialistas en escalar y actúan principalmente en verano porque es cuando las ventanas y balcones suelen estar abiertos de noche. Es básico proteger estas posibles entradas con rejas, sobre todo si se trata de pisos bajos o primeros. Este tipo de robos suele cometerse con personas dentro de la casa, que generalmente están durmiendo. No son delincuentes violentos y, por regla general, si alguien se despierta y los sorprende, suelen irse por donde han venido sin amenazar ni atacar a nadie. Aún así, esta modalidad de robo supone una enorme invasión de la intimidad, con la consiguiente alarma social que genera.
7Al igual que no debe divulgar su ausencia, es recomendable que no deje señales evidentes de que su casa se encuentra deshabitada. No desconecte el timbre de la puerta ni la corriente eléctrica, ya que los delincuentes comprueban si hay alguien en la vivienda pulsando el timbre. Conviene pedir a un amigo de confianza o a algún familiar que recoja el correo del buzón. Déjele a esta persona su dirección y teléfono de contacto mientras esté fuera, así como otro juego de llaves. Esto resulta siempre más seguro que utilizar escondites improvisados para las llaves. Por supuesto, ni se le ocurra dejarlas en el buzón de la correspondencia, en alguna maceta o debajo de los felpudos, que suelen ser los primeros sitios que los ladrones miran.
8Si ve a alguien extraño en el portal o merodeando en su calle, avise a la Policía. Si ve la puerta de su domicilio abierta o una ventana rota, no entre, llame inmediatamente al 091 desde su teléfono móvil, desde la casa de un vecino o desde un teléfono público. No toque nada del interior de la vivienda porque puede contaminar el escenario del robo y destruir pruebas que pueden resultar valiosas para la posterior investigación.
9Si se encuentra en el interior del domicilio, no facilite la entrada a ninguna persona desconocida. Tenga en cuenta que los cerrojos de cadena pueden no detener a alguien que esté determinado a pasar. La Policía aconseja que se mantenga la puerta cerrada hasta que pueda identificar plenamente a la persona en cuestión.
10Exija siempre acreditación a los representantes de las compañías de suministros como el agua, la luz, el teléfono o el gas. No acepte servicios que no haya solicitado previamente a la compañía con la que tiene el contrato. Si la persona que está ante su puerta le ofrece dudas, antes de abrir llame por teléfono a la compañía para confirmar que le ha enviado a un técnico. Las personas que suelen caer en estas estafas o robos son en su mayoría ancianos, que se muestran muy confiados con los visitantes. Muchos de ellos se niegan después a denunciar, bien por vergüenza por haber caído en el timo o para no llevarse una reprimenda de sus hijos.
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