Nivel experto en cirugía robótica

Sanidad

Especialistas médicos se forman en el centro CMAT de Iavante en el uso del robot Da Vinci en patología oncológica lingual, faríngea y laríngea de mínima invasión para el paciente

Imagen de una de las operaciones realizadas en el curso.
Imagen de una de las operaciones realizadas en el curso. / Carlos Gil

El robot Da Vinci lleva las leyes de Asimov un paso más adelante: no solo no hace daño al ser humano, sino que su única función es la de curarlos y mejorar su vida. Los Da Vinci no son autómatas, son robot quirúrgicos de última generación que permiten perfeccionar la labor del cirujano que se coloca tras sus movimientos.

El centro CMAT de la fundación Iavante es el único de España que cuenta con dos quirófanos robóticos dedicados específicamente al entrenamiento de especialistas a los que forman en cursos que realizan periódicamente y por especialidades.

El último de ellos tuvo lugar los días 14 y 15 de febrero, en el Complejo Multifuncional Avanzado de Simulación e Innovación Tecnológica, CMAT, sede granadina de Iavante. Acogió a seis alumnos venidos desde muchas partes del país e incluso del extranjero a donde regresarán con la técnica aprendida y lista para implantarla en su hospital.

Francisco Fernández Nogueras, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves y uno de los docentes, explica que el curso se ha centrado en la cirugía transoral robótica o TORS por sus siglas en inglés, con cabezas de cuerpos donados a la ciencia.

Esta operación, explica, consiste en el abordaje a través de la boca de distintas secciones de la orofaringe y de la lengua y la laringe, que son las regiones en las que más frecuentemente se asientan los tumores en su especialidad.

“La ventaja fundamental de hacer la cirugía transoral en lugar de la tradicional abierta es que a través de la boca podemos meter varios instrumentos con un manejo robótico con la ventaja que eso supone si se hace con un robot, que te ofrece una visión de campo quirúrgico mucho más ampliada (10 veces de tamaño y tridimensional) por lo que es como si la visión del cirujano mejorara diez veces en calidad”, cuenta el especialista.

Además, subraya que el manejo robótico tiene además unas grandes características: es sencillo, versátil, tiene un filtro de temblor y consigue llegar a sitios muy recónditos a través de la boca. Pero la cualidad más destacable para Fernández Nogueras es se evita la agresión quirúrgica.

“Por ejemplo, hay muchas cirugías de base de lengua que requerirían una apertura de la mandíbula e ir quitando tejidos sanos hasta llegar al tumor”. El Da Vinci evita tal agresión y la recuperación del paciente y la posibilidad de alimentarse es mucho mejor.

Este tipo de cirugía, reconoce, tiene que concentrarse en los hospitales de referencia y muy pocas manos, al tratarse de un equipamiento muy costoso. “De manera que no haya mucha gente con poca experiencia, si no todo lo contrario, que lo conozca relativamente poca gente pero con una gran carga de experiencia”, finaliza el especialista.

El Da Vinci suscita mucho interés en la mayoría de especialidades, sobre todo, explica Fernández Nogueras, en cirugía general, ginecología o cirugía torácica. Pero donde explica que es más interesante es en urología porque en cirugía robótica hay una operación de referencia que es la prostatectomía rotal, que facilita mucho porque la agresión es mucho menor si se hace con robot.

En cuanto al rodaje de los cirujanos y personal de quirófano en esta técnica, el otorrino explica que “en general los profesionales se están adaptando bastante bien, hay un Da Vinci para el uso de entrenamiento en Iavante desde el año 2005 aproximadamente”.

Su uso es más bien sencillo reconoce, de hecho, en el curso él usa una diapositiva en la que se ve a un niño manejando el robot, pero sí matiza que pese a el manejo en sí sea fácil, “hay que ser cirujano”. “El robot no hace al cirujano, sino que un buen médico hace uso de él para intervenciones complicadas”.

Los participantes se han entrenado en los aspectos generales del funcionamiento del robot quirúrgico. En estas sesiones los profesionales adquieren competencias en el proceso de montaje y desmontaje del equipo, colocar los brazos del robot, la asepsia de los mismos y el manejo de los mandos del sistema de manipulación a distancia.

Además, han tenido la oportunidad de llevar a cabo diferentes intervenciones con metodología de simulación en las regiones anatómicas de cabeza y cuello, como la cifoplastia o el abordaje de patología oncológica lingual, faríngea y laríngea mediante mínima invasión.

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