El rock llega a las aulas de la mano de Lapido

Homenaje

El colegio Compañía de María nombra andaluz del año a José Ignacio Lapido y le brinda un emotivo homenaje

El rock llega a las aulas de la mano de Lapido
El rock llega a las aulas de la mano de Lapido
Eli De La Osa

25 de febrero 2008 - 00:00

El colegio Compañía de María de la capital granadina rindió ayer un peculiar homenaje al cantante, guitarrista, compositor granadino y columnista de este periódico, José Ignacio Lapido, en un encuentro denominado Impresiones y sensaciones, en el que fue nombrado por el centro como andaluz del año 2008, con motivo de los actos de celebración del día de Andalucía

Es la primera vez que en este colegio se lleva a cabo un acto de temática poetico-rockera, ya que en años anteriores se habían inclinado por otro tipo de artistas, como por ejemplo Lorca, pero este año han querido darle un toque diferente: “el objetivo era ofrecer a los alumnos una alternativa más cercana, otro tipo de arte, y que así conocieran al artista”, comentó la orientadora del colegio, Nuria Ortega.

Muchos de los alumnos del centro no conocían a Lapido, pero, como previa a la vista, han estudiado sus letras, su música, guiones y artículos periodísticos; pero además han interpretado las letras de sus canciones. “Mis canciones no son poesía, son para cantarlas, no para leerlas, y no siempre hay que descifrar las claves de la letra, porque, sino, las dejas desnudas”, respondía Lapido cuando los alumnos se preguntaban qué significa el número 17 en el tema Cómo acaban los sueños.

A lo largo del acto alumnos de todos los cursos relataron la interpretación que han hecho de las diferentes canciones como En mi mente o La noche en la que la luna salió tarde, de fondo, los acordes de una guitarra a las manos de un antiguo alumno del colegio y que se define como fan número uno de Lapido, Alejandro Ayllón, que además se atrevió a cantar una de las canciones del compositor, A mil años luz.

“…Principitos que antes fueron sapos y princesitas que al besarlas despertaron, no hay cuento de hadas sin milagro…”, se trata de un fragmento de una de las canciones más conocidas de Lapido para 091, El espantapájaros, que se convirtió en la protagonista de uno de los momentos más emotivos de la celebración, cuando los alumnos más pequeños, de tan sólo cinco años, rindieron su homenaje al artista cantando y bailando la canción, con una particular coreografía.

Además varias profesoras del centro mostraron un vídeo en el que amigos y compañeros del artista, que no habían podido asistir al acto, hablaban de él y contaban anécdotas de cuando habían trabajado juntos, como por ejemplo, Jota del grupo Los Planetas, o el propio hermano del artista, Víctor Lapido, que definió a su hermano en una palabra: “silencio”.

Algunos de los alumnos del centro ya lo conocían. Otros sin embargo acababan de saber quién es y las letras de sus canciones, pero todos mostraron la misma ilusión ante la cita con el artista que trata de trasmitir muchas sensaciones a través de sus letras, pero siempre dejando algunas de sus claves a la imaginación.

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