La ruina y el olvido amenazan a una veintena de monumentos
La provincia de Granada cuenta con 22 elementos de gran riqueza patrimonial en la lista roja
La mayoría se concentra en la localidad de Baza
La muralla zirí y San Nicolás, fuera
Granada/El pasado 10 de mayo, el Defensor del Pueblo Andaluz presentó en el Parlamento autonómico su informe anual, referido a las actuaciones realizadas por su Defensoría a lo largo de 2017. El apartado referido a Cultura y Deportes contiene un epígrafe, el primero, dedicado a las amenazas al patrimonio monumental. Todo un párrafo está dedicado a Baza. "A lo largo de este ejercicio 2017 hemos continuado centrando nuestra labor preocupados por el estado de varios inmuebles situados en el conjunto histórico de la ciudad de Baza". El rosario de quejas es extenso, promovidas por "una activa entidad cultural de la ciudad", reza el informe de Jesús Maeztu. Se hace mención a las rotulaciones que no respetan las normas del Conjunto Histórico de Baza, al "colapso" que sufrió la Almazara de los Jerónimos, a las obras de emergencia en el Palacio de los Marqueses de Cadimo, las obras de emergencia en la estación de ferrocarril, las ayudas para la protección del Palacio Episcopal... "Todo un compendio de edificios e inmuebles de gran valor", arguye el informe, que también reconoce "la difícil respuesta económica que exige la conservación de este ingente patrimonio".
Buena parte de los inmuebles bastetanos cuyo deterioro motivó las quejas recogidas por la oficina del Defensor del Pueblo figura también en la Lista Roja que elabora Hispania Nostra, una asociación sin ánimo de lucro que se dedica a la defensa del patrimonio nacional. Para ello elabora la ya mencionada lista, que se elabora bajo supervisión de una comisión científica integrada por especialistas en la materia. Esta iniciativa nació en 2007 y en dicho compendio se incluyen los elementos que, por el abandono que sufren, están en peligro de "desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores".
Esta lista de bienes en peligro se completa con otras dos. Una es Verde, y en ella que se incluyen los inmuebles y elementos patrimoniales que han conseguido 'salir' -por la vía de la rehabilitación- de la amenaza de ruina. La otra es Negra, en la que se enumeran los elementos patrimoniales que ya han desaparecido.
La provincia de Granada cuenta con 22 elementos incluidos en la mencionada Lista Roja. Un número elevado si se compara con el de otras provincias e incluso comunidades. En toda Cataluña figuran únicamente doce elementos dentro de este compendio de bienes en peligro, mientras que la Comunidad de Madrid cuenta con 23. Con esta comparativa en la mano se puede afirmar que Granada ocupa un lugar preferente. En Andalucía sólo se ve superada por Jaén, que cuenta con 30 elementos catalogados por su situación de abandono. Y también cabe destacar que son todos los que están, pero no están todos los que son. La enumeración de Hispania Nostra no es exhaustiva por cuanto que no recoge efectivamente la totalidad de elementos que están en peligro por su deficiente conservación. Un ejemplo es la Casa Agreda, inmueble del siglo XVI catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), situado en la capital granadina y que acumula once años de abandono a cuenta de la venta a una organización privada de origen franco-marroquí y del litigio judicial que originó esta transacción. Recientemente, los bomberos tuvieron que acceder al inmueble para cerrar las puertas del balcón principal, abiertas de par en par desde hacía semanas.
En Granada, el último espacio en incluirse en la Lista Roja de Hispania Nostra ha sido el de la Almazara de los Jerónimos de Baza, que figura como inmueble en peligro desde el pasado 26 de abril. Por otro lado, en el último año tres bienes han salido de la lista: la muralla zirí y la Iglesia de San Nicolás -retiradas en junio de 2017 gracias a las intervenciones que se han acometido en los últimos años- y San Jerónimo de Baza, que dejó de figurar en marzo de este mismo 2018.
Precisamente la localidad bastetana concentra buena parte del patrimonio histórico que está en riesgo. Acumula quince elementos en peligro de los 22 que suma la provincia. Están las ya mencionadas Almazara de los Jerónimos, el Palacio Episcopal y la estación de ferrocarril, y también la Torre de Espinosa, la Ermita de San Sebastián, el humedal del Baíco -que recientemente fue incluido en el Inventario de Humedales de Andalucía-, la Torre de las Cinco Esquinas, el Castillo de Benzalema, la Alcazaba, las Torres de la Puerta de la Magdalena, la Casa de los Páez de Espinosa, los Baños de la Morería, el Convento de San Antón... Otro de los elementos en peligro es el Palacio de los Enríquez. Este inmueble fue objeto del Concurso de Arquitectura Richard H. Driehaus, al que el Ayuntamiento -propietario del inmueble- se presentó. La opción de Baza fue elegida en una primera fase del concurso. En la segunda, participaron equipos de arquitectos que presentaron sus proyectos para revitalizar el entorno. La opción bautizada como Agua, desarrollada por el equipo con base en Madrid conformado por Estefanía Fernández-Cid Fernández-Viña, Xavier Espinós Bermejo, Lucía Espinós Bermejo, y Rodrigo Toro Sánchez, fue la ganadora. Ésta ha sido la última novedad en cuanto a la rehabilitación del Palacio y su entorno. En marzo de 2017, la entonces consejera de Cultura Rosa Aguilar informó en el Parlamento que "la Consejería está estudiando la posibilidad de incluir la rehabilitación del Palacio de los Enríquez entre las actuaciones que se puedan acometer con cargo al 1% Cultural". En noviembre de ese año, en una enmienda a los presupuestos de 2018 se planteó destinar 100.000 euros para el plan de recuperación del patrimonio bastetano, que incluía la Alcazaba de San Jerónimo y el Palacio de los Enríquez.
El patrimonio en peligro se extiende por parte de la provincia. También figuran en la Lista Roja la Torre Castillo de Freila, una construcción militar del siglo XIII, catalogada como BIC y que se encuentra en estado de "ruina progresiva". Sufre deterioro "por abandono", "erosión y desprendimientos". También el Refugio Elorrieta, construido en el siglo XX, ubicado a más de 3.000 metros en Sierra Nevada y que muestra la huella de las inclemencias del tiempo. Hispania Nostra indica que la última intervención destacada que tuvo como objeto mantener este refugio se realizó en los años 60. Además del frío y la nieve, ha sido víctima de actos vandálicos. "Fue desmantelado por expoliadores", se señala. La Plataforma Acción Sierra Nevada ha reclamado la recuperación de este bien, incorporado en 2017 en los registros de la organización Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement, entidad internacional creada en 1990 con objetivo de inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del Movimiento Moderno. En Algarinejo se encuentra el Castillo de Torre Pesquera, del siglo XII. Actualmente está en situación de "abandono. Sus vestigios se encuentran en estado ruinoso". Montejícar atesora unos yacimientos con restos que se remontan al siglo IV a.C. El desarrollo de los trabajos para aflorar la riqueza de este patrimonio ha sido uno de los principales motivos por los que este BIC desde 1985 se encuentra en la Lista Roja. La apertura de un camino con una máquina excavadora provocó daños en la necrópolis ibérica y romana, en el yacimiento del Bronce Argárico y en los muros de construcciones medievales, "completamente destruidos". En Loja figura la Fuente Santa o de Alcántara, de estilo manierista.
También la capital cuenta con sus pequeños tesoros en peligro. Tras los trabajos en la muralla zirí y San Nicolás, que han permitido salir a estos dos elementos de la lista, quedan pendientes otros inmuebles, como la Iglesia de San Luis, en el Albaicín, que incluso ha sufrido "algún derrumbe en los últimos años" o el yacimiento romano de Los Mondragones, que se encuentra proceso de excavación.
En manos públicas, en manos privadas
La dificultad de gestionar un inmueble ruinoso tiene como eje el tema económico. Mantener el patrimonio es costoso. Como reflejó el Defensor del Pueblo Andaluz en su último informe, la conservación exige una "difícil respuesta económica". Y esta "difícil respuesta" tienen que afrontarla los titulares, que en ocasiones son públicos y en otras, privados. En el caso de la lista roja de Hispania Nostra, los 22 bienes amenazados por la ruina pertenecen a ayuntamientos en siete casos, a la Junta, en el caso del Refugio Elorrieta, a titulares particulares en otros ocho, al Estado, en el caso de la estación de ferrocarril de Baza o a varios titulares, como las torres de la Puerta de la Magdalena, En otros dos casos (Torre de Espinosa y el Yacimiento de Montejícar) no se indica la titularidad.
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