La Sala Príncipe, de sala de fiestas con polémica a nuevo teatro flamenco de Granada
La nueva propiedad de la sala abre un proyecto centrado en el flamenco que cambia por completo el antiguo uso como sala de fiestas
Los vecinos, molestos por la reapertura del local, siguen con sus denuncias contra la licencia con procesos judiciales aún abiertos
La mítica Sala Príncipe del Realejo, en venta
Granada/La antigua Sala Príncipe de Granada tiene nueva vida. El local donde se ubicaba la antigua discoteca del Campo del Príncipe, en el Realejo, es desde este martes un nuevo proyecto, el Teatro Flamenco Granada, donde no solo habrá espectáculo flamenco sino también clases o capacidad para eventos dentro de un proyecto innovador diseñado por la nueva propiedad de la sala, que estaba en venta después de tiempo cerrada y tras más de siete años de problemas con los vecinos (que siguen a día de hoy en los tribunales) y administrativos por los ruidos que generaba el anterior uso como sala de fiestas y discoteca y las obras de ampliación.
La nueva propiedad de la sala se hizo con ella en el proceso de venta iniciado a principios de año. Se trata de la empresa ArtesRed, una empresa matriz que tiene entre sus negocios una red de teatros en Madrid, Sevilla, Málaga y ahora Granada. Desde la empresa, con la que ha contactado este periódico, aseguran que el nuevo proyecto que acaba de arrancar se irá perfilando en próximos meses con obras de reforma del interior de la sala para adecuarla a la nueva actividad de teatro flamenco, con la que han querido devolver al espacio el uso primitivo que tuvo, antes de la polémica sala de fiestas, como tablao flamenco.
Según su página web, Teatro Flamenco Granada nace para "ofrecer un entorno único y versátil, ideal para una amplia gama de eventos, desde convenciones hasta reuniones privadas" en un espacio que pretende ser centro de la "magia del flamenco" en una ciudad que es el "escenario perfecto para experimentar la pasión que solo el verdadero flamenco puede transmitir".
La inaguración ha sido este martes 1 de octubre con el espectáculo Sensaciones, de una hora de duración y que tendrá pases todos los días a las 17:00 y 19:00 horas y los viernes y sábados a las 17:00, 19:00 y 20:45 horas con Úrsula Moreno, José Galván y Anbel Moreno al baile y David Bastidas al cante. A partir de diciembre los domingos también sumará el espectáculo Domingos de vermut y potaje con la cantautora flamenca Maui, que cocinará en directo un potaje gitano, cantándole, como manda la tradición de su Utrera. También se anuncia el espectáculo Zarzuela, cantando y reviviendo grandes números musicales con un toque moderno y desenfadado con La Rodríguez, con música en directo y mostrando de una forma divertida el mundo de la zarzuela y Orquesta Flamenca, una fusión vibrante de voces, cuerdas, percusión y palmas que destila la pureza de las raíces andaluzas, con la Orquesta Flamenca de Sevilla en un espectáculo que rinde homenaje a los grandes inspiradores del flamenco, como Pepe Marchena, Pastora Pavón y Paco de Lucía.
En la propia web del teatro se informa de que se darán clases de flamenco "de la mano de auténticos profesionales" del cante, baile, guitarra, castañuelas y percusión; así como historia del flamenco, en una propuesta educativa adaptada a todo tipo de público. El espacio se promociona también como un espacio único para celebrar eventos, desde convenciones hasta reuniones privadas. "Nuestro espacio está disponible para reservas y puede adaptarse a tus necesidades con o sin servicio de catering", informa.
Con esta nueva oferta, que se quiere convertir en el centro del flamenco en Granada para vecinos y visitantes, la antigua Sala Príncipe abre nueva etapa con la nueva propiedad del local, que suma el último capítulo en la historia de este espacio, que es ya larga en Granada.
A principios de este año la sala salió a la venta en portales inmobiliarios por casi 1,5 millones de euros en un pack de tres salas (esta y otras dos en el Centro y la zona de San Antón), con lo que se vendía como opción para "hacerse con gran parte de la oferta de la noche en la ciudad". La Sala Príncipe tenía licencia con insonorización, aforo de 1.000 personas y más de 600 metros cuadrados construidos. Para más reclamo, se informaba que la sala era compatible con uso turístico y que se podía construir un alojamiento turístico por su ubicación en el corazón del Realejo.
Con la venta se quería finalizar con una etapa de problemas urbanísticos, de aforo y con los vecinos, que denunciaron en varias ocasiones a la sala por los ruidos y las obras de ampliación. De hecho fueron los propios vecinos, constituidos en la Plataforma de Vecinos del Realejo, quienes iniciaron las protestas y llevaron a la sala a los tribunales contra el aumento de aforo a un millar de personas y el aumento de nivel de emisión sonora concedido por el Ayuntamiento a través de correspondiente licencia. Un periplo judicial que hizo que un juzgado suspendiera cautelarmente la ejecución de este permiso. Los vecinos alegaban su derecho al descanso, que prevaleció frente a los intereses económicos de la mercantil.
Los vecinos, molestos por la nueva actividad
Y su lucha en los juzgados sigue. Según ha podido conocer este periódico a través de la plataforma vecinal, los vecinos están molestos con el Ayuntamiento de Granada al no haberles informado de la nueva apertura más cuando tienen aún siete procedimientos judiciales abiertos. "Aunque cambie de dueños no significa que la licencia sea legal y nosostros vamos contra esa licencia, que se dio en 1998 para una actividad que se ha modificado. Nos da igual el cambio de dueños, nosotros vamos contra la licencia que afecta al local", asegura una vecina miembro de la plataforma. Su miedo es que la nueva actividad, aunque no tenga nada que ver con discoteca y anuncie actividades fijas en horario más temprano, después evolucione hacia otras actividades que alteren su descanso.
A día de hoy, según recuerdan, hay tres procedimientos judiciales en lo contencioso-administrativo, una ejecución de sentencia, una denuncia penal (por una sentencia firme en defensa de los derechos fundamentales al descanso de unos vecinos) y dos recursos ante el TSJA. "El último contencioso se ha puesto hace unos días contra la actividad", asegura. Todos por los problemas de ruidos y lo que consideran un aumento de aforo ilegal que pasó en su día a aumentar hasta 1.000 las pesonas que podían entrar en la sala hasta las seis de la mañana. Así, matizan, aunque la nueva actividad sea menos "latosa" para los vecinos, entienden que es una zona residencial que hay que preservar.
Desde la nueva propiedad se asegura que se desconocía esta situación y que hablarán con los vecinos para su tranquilidad matizando que no tienen problemas en ninguno de sus otros teatros ( y el de Madrid ya lleva ocho temporadas) garantizando que cumplen escrupulosamente con limitaciones de ruido y horarios de actividad, que no tienen nada que ver con los de la antigua sala de fiestas.
Las denuncias se iniciaron en 2015 tras tiempo sufriendo los vecinos el ruido persistente que generaba la discoteca, entonces con un aforo de 251 personas (que se incumplía con incluso desalojos por exceso de personas), y la intención de ampliarla, para lo que se hicieron obras. El TSJA les dio la razón en mayo de 2021 y ordenó la clausura provisional de la discoteca, que fue levantada pocos meses después por el Ayuntamiento dando por cumplida la sentencia ya que cumplía la normativa, aunque los vecinos criticaron que se hizo el informe con la sala cerrada, por lo que recurrieron. El juzgado les dio la razón por segunda vez ordenando la suspensión cautelar del aumento de aforo la revisión por un técnico imparcial. Mientras eso no se solucionó, se suspendió la ampliación de aforo de la sala, que finalmente se autorizó por cumplimiento de la normativa.
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