"Señora, no puede salir a comprar cada mañana, ni a andar porque lo diga el médico": la cuarentena según la Policía Local de Granada

Granada/Cuarto día laboral de confinamiento en Granada. Las calles están desiertas. Tan sólo el ruido de algún coche cuyo conductor se dirige a trabajar, el de un autobús que en servicios mínimos continúa circulando, o el de algún vehículo patrulla o ambulancia rompen el silencio en el que está sumida la ciudad. De vez en cuando, algún peatón se cruza con ellos, los agentes de la Policía Local de Granada que, junto al resto de efectivos de otros cuerpos policiales, velan para que se cumplan todas las medidas del estado de alarma. "Todo sea por el bien común", se dicen a sí mismo los agentes antes de darle el alto para comprobar hacia dónde se dirige.

Por lo general, la mayoría de la población cumple con el aislamiento. O al menos, en gran parte. De forma diaria, una media de 100 granadinos son llamados la atención por haber salido de casa, mientras que son aproximadamente una veintena los sancionados cada día por no poder acreditar el por qué se encuentran en la calle. Tal es así que entre lunes y miércoles se superó el medio centenar de denuncias por estos hechos, por parte de una Policía Local que, como el resto de Cuerpos policiales, también se ve afectada por la falta de material y de directrices "claras" por parte del Gobierno.

Pese a las luces y sombras de los protocolos, la cuarentena por coronavirus sigue... Y la vida, también. Misma hora, misma patrulla, mismo lugar y la misma señora de avanzada edad que, de nuevo, y como hace cada día desde que se decretó el estado de alarma, sale a comprar. Un día el pan, otro un paquete de arroz, otro verdura... "Señora, que no puede salir cada día a hacer la compra. Que usted es del colectivo de riesgo. Que lo que tiene que hacer es comprar todo lo que necesite de una vez y no salir todos los días", le explica un agente de la Policía Local de Granada.

Precisamente, el colectivo de mayor edad es al que más le cuesta entender todo lo que está sucediendo. "Hay ancianos que cuando les damos el alto por la calle nos dicen que están andando porque el médico le tiene dicho que tiene que salir a caminar y tenemos que explicarles que en este caso no se puede cumplir con eso, que traten de hacer ejercicio en casa, pero les cuesta entenderlo", explica un agente de la Policía Local a Granada Hoy, que aclara que, en este tipo de circunstancias se usa más "la mano izquierda. Tratamos de hacer que lo entiendan, que vuelvan a sus casas y no salgan más, en vez de sancionar".

Sin embargo, la picaresca es algo que no pasa desapercibido. Eso sí, sobre todo entre los más jóvenes. "Hay quienes te dicen directamente que es que nadie los va a obligar a quedarse encerrados, mientras que otros tiran de ingenio para salir a la calle o acercarse a casa de algún amigo", expone el agente. Esto precisamente fue lo que hizo un granadino cuando, al ser requerido para comprobar el por qué no estaba confinado, mostró una barra de pan y aseguró que venía de comprarla. Sin embargo, el agente no se lo creyó y decidió comprobarlo de la única forma posible ya que el joven no tenía ticket de compra: tocando el pan. Al hacerlo, la barra estaba dura, como si llevase varios días ya hecha, por lo que el joven fue sancionado.

Asimismo, también se ha sancionado a personas que, pese a haber sido advertidos, han hecho caso omiso. Tal es así, que la Policía Local de Granada ya ha registrado su primer detenido. Se trata de un hombre de 49 años que circulaba en bicicleta por la zona del estadio Nuevo Los Cármenes y que, además de saltarse un control policial, se resistió a ser arrestado.

La labor no está siendo fácil. Sobre todo en cuanto a la falta de medidas de prevención que incluso hizo que desde el Sindicato Independiente de la Policía Local de Granada (SIPLG) se hiciera un llamamiento para conseguir mascarillas y demás material. Sin embargo, la colaboración ciudadana está surtiendo efecto y ya han sido varias empresas las que han donado mascarillas, gel desinfectantes y guantes para que los agentes puedan seguir "cuidando a la ciudadanía".