El salto inversor de Cervezas Alhambra
Mahou San Miguel ha destinado 10,6 millones a la factoría durante la última década para reforzar la producción y la sostenibilidad
La marca está haciendo un gran esfuerzo en la expansión nacional
Granada/"Estamos más vivos que nunca". Estas palabras de Alfredo Dávila, director del Centro de Producción de Mahou San Miguel en Granada, resumen el momento de bonanza que vive la marca Cervezas Alhambra. Atrás quedan los tiempos en los que en su propia ciudad había que dar más de una vuelta para dar con un bar que la sirviera, los rumores sobre el posible traslado de la mítica fábrica de la carretera de Murcia, los problemas con el vecindario por los ruidos y sustos como el incidente de la fuga de amoniaco que alertó a los vecinos el pasado septiembre. La cervecera granadina por antonomasia mira al futuro con garantías y su inclusión en la empresa líder del 'sector de la cebada' en 2007 le ha hecho ganar un músculo inusitado en poco más de una década.
El esfuerzo del grupo Mahou San Miguel le ha supuesto a Cervezas Alhambra una inversión de 10,6 millones en diez años, de los que dos millones corresponden al último ejercicio. Lo que supone un aumento del 67% en el gasto destinado a modernizar la factoría granadina para adaptarla a los cánones del siglo XXI y competir de igual a igual con el resto de marcas asegurando que se cumpla con los estándares de sostenibilidad. En concreto, se han desarrollado un total de 25 proyectos en la fábrica destinados a actualizar los procesos productivos con las tecnologías más punteras con el objetivo de lograr la máxima calidad y fiabilidad operativa, además de dar respuesta a las necesidades del mercado con innovación en productos de la marca y en el packaging (embalaje en español).
Pero más allá de lo que aprecia el consumidor, el fortalecimiento de Cervezas Alhambra tiene también mucha importancia de puertas para dentro y a nivel global. Por un lado está la contribución de la empresa a la 'marca Granada' y al desarrollo económico de la provincia. Así, según desgranó ayer Alfredo Dávila, la cervecera aporta más de 150 puestos de trabajo -entre directos e indirectos- contando la plantilla media de la fábrica (alrededor de 75 empleados), las 40 personas en administración, las 25 de la distribuidora local que trabaja con el Mahou San Miguel y las 20 que se encargan del departamento de ventas. La creación de empleo se suma a los 12,4 millones de euros que el grupo generó a la compra de bienes y servicios a 127 empresas granadinas en 2017. La impronta de la marca en la tierra se complementa con el esfuerzo para reducir los impactos ambientales sobre el planeta, que va "en muy buena línea".
El director del Centro de Producción de Cervezas Alhambra explicó que todos los proyectos de modernizar la fábrica han ido de la mano de la sostenibilidad. De esta manera, se ha reducido el consumo unitario de agua y de energía un 12% y un 2,4%, respectivamente, mientras que las emisiones de CO2 a la atmósfera han disminuido un 2,41% en 2017. Lo cual tiene su mérito para una fábrica que empezó a funcionar en 1925 y que ha ido resistiendo a la creación de una ciudad durante un siglo sin tener que marcharse a las afueras. Dávila señaló que es probablemente la única planta cervecera tan integrada en un núcleo urbano y, sin duda, la más antigua. "Este centro de Cervezas Alhambra tiene una importancia estratégica para Mahou San Miguel, de ahí nuestro continuo esfuerzo inversor en materia de innovación para garantizar su desarrollo sostenible y para seguir contribuyendo al desarrollo económico y social de la ciudad", apuntó.
Son los frutos que se recogen después de una década positiva para una empresa que se va acercando a su centenario en plena forma tras haber superado altos y bajos durante 93 años, en lo que su director actual definió como una "historia de supervivencia". Y que ahora se concentra en el impulso "importante" por expandir la marca por todo la geografía española, una 'nacionalización' que según el grupo "va por muy camino".
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