Say my name

Ciencia abierta

A veces es posible identificar a las aves a través de su canto

Biotecnología: hay mucho trabajo incluso fuera del laboratorio

Imagen de archivo de una carraca europea.
Imagen de archivo de una carraca europea. / GH
Juliana Valencia Ruiz (Profesora de la Universidad de Málaga) y María del Mar López Fernández (Profesora de la Universidad de Huelva).

24 de septiembre 2024 - 03:00

Granada/Nuestro país destaca por su biodiversidad, destacando, en toda Europa, por su amplia variedad de especies. Esto es debido a varios factores, como su ubicación geográfica; su diversidad geológica; la gran variabilidad climática, orográfica y edáfica; su historia paleobiogeográfica o la presencia de islas. Un ejemplo de ello es la biodiversidad ornitológica, con un total de 638 especies, lo que supera a muchos de los países de nuestro entorno y convirtiéndonos así en un foco de atención para los especialistas. Aprender el nombre de todas ellas parece una ardua tarea, sobre todo para las personas no versadas en este tema pero, a veces, es la propia ave quien nos facilita el trabajo a través de sus vocalizaciones “chivándonos” su nombre, bien el científico o bien el vernáculo. Veamos algunos ejemplos curiosos (e incluso podemos oírlos en sus archivos sonoros).

La Carraca europea (Coracias garrulus), es un ave de tamaño medio que presenta el dorso (o "espalda") de color marrón-rojizo, pero destaca por la gran diversidad de azules con tonos verdosos que podemos observar en su plumaje, en contraste con las plumas negras del extremo de sus alas. Al tratarse de un ave migradora, podemos encontrarla en paisajes abiertos, como praderas, campos de cultivo y áreas con árboles dispersos, donde pueden buscar insectos desde perchas elevadas durante la primavera y el verano. El nombre común de esta ave, “Carraca”, hace referencia a su reclamo, un característico sonido similar a un rak-cra-cra-cra, que recuerda a una carraca de madera.

La Abubilla común (Upupa epops) tiene como uno de los rasgos más distintivos su plumaje, que presenta un patrón característico. La parte superior del cuerpo es de color pardo rosado, con bandas negras y blancas muy contrastadas en la cola y las alas. Posee una cresta que puede desplegarse en forma de abanico cuando está excitada o alerta, con plumas de color marrón anaranjado y rematada por manchas negras en el extremo. Esta cresta le da un peculiar aspecto y la hace fácilmente identificable. La abubilla tiene un pico largo y algo curvado hacia abajo. Este pico es útil para capturar insectos, que son la principal fuente de alimento de esta ave. Habitan en bosques abiertos, dehesas, zonas rurales, etc. que cuenten con espacios abiertos y algunas oquedades para anidar. Los machos de abubilla emiten un sonido distintivo que se asemeja a su nombre científico de Upupa, con una serie larga de estrofas donde repiten el mismo elemento "pu" varias veces "pu-pu, pu-pu-pu, …" o "pu-pu-pu, pu-pu-pu-pu,…"), siendo la longitud media de estrofa un indicativo de la condición física de los individuos. Sus llamadas también pueden ser ruidosas y estridentes, emitiendo un graznido agudo, áspero y largo ("shraaa") que tiene función de que contacto, aunque también puede indicar agresividad o excitación.

El chichipán o carbonero común, cuyo nombre científico es Parus major, es una pequeña ave paseriforme que presenta un plumaje muy distintivo. La parte superior del cuerpo es de color verde oliva, con alas y cola de tono gris azulado. El pecho y el vientre son de color amarillo con una franja negra en el centro y su cabeza es negra con las mejillas blancas. La coloración de ambos sexos es similar, aunque las hembras suelen tener tonos más apagados que los machos y una banda negra más estrecha en el pecho. Se encuentra durante todo el año en una gran variedad de hábitats, siempre en zonas con arboleda, incluyendo bosques, parques, jardines y zonas urbanas. El canto del carbonero común puede es muy característico. Una de sus llamadas se reconoce por seguir un patrón de dos o tres sílabas similares a "chichipa-chichipa". Por este motivo, el carbonero común, en algunas zonas de España es conocido como Chichipán.

La oropéndola europea (Oriolus oriolus) es un ave migratoria de tamaño mediano que presenta dimorfismo sexual, es decir, los machos y las hembras tienen apariencias diferentes. Por un lado, los machos adultos son muy llamativos, con un plumaje amarillo limón en cabeza y cuerpo, y negro oscuro en sus alas. La cola es amarilla con una ancha banda negra y presenta una línea negra ocular en su cabeza. Por otra parte, las hembras y los juveniles tienen un plumaje más discreto, con tonos pardos y amarillos verdosos más apagados, lo que contribuye a su camuflaje durante la nidificación. Su pico es largo y puntiagudo, adaptado para su dieta de insectos y frutas. Habita en zonas arboladas. El macho emite un silbido aflautado similar a su nombre científico, un "tiri-oliuuu" muy característico y audible desde grandes distancias.

Finalizamos con el Cuco común (Cuculus canorus): ave de mediano tamaño, migratoria. Su aspecto es estilizado con cola larga y alas puntiagudas, lo que puede llevar a confundirlo en vuelo con una pequeña rapaz. Es un ave insectívora, con el dorso, cabeza y cuello, de color grisáceo, sobre todo en los machos, y el vientre blanco con listas (o barrado) negras. Las hembras y los jóvenes pueden tener una coloración más rojiza. Esta ave es un parásito de cría, es decir, la hembra pone sus huevos en los nidos de otras aves, normalmente paseriformes de menor tamaño que el cuco. Estas especies "hospedadoras", si no detectan el engaño, se encargarán de incubar los huevos de la hembra de cuco y de criar a los pequeños cucos que, generalmente, eclosionan antes que sus propios polluelos. Cuando los pollos de cuco salen del cascarón, arrojan fuera del nido todo lo que haya en él en ese momento (huevos o pollos), su objetivo es obtener la atención exclusiva de sus "padres adoptivos". El cuco debe su nombre a su canto característico bisilábico y repetitivo: cuu-cu, cuu-cu , muy fácil de escuchar en nuestros bosques en primavera.

A pesar de la gran diversidad de aves y de su complejidad de cantos, podemos identificar algunas con solo prestar un poco de atención, parece que nos ayudan “cantándonos” su nombre, como decían Destiny’s Child Say my name.

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